«Juvenopedia. Mapeo de las juventudes iberoamericanas», de Carles Feixa y Patricia Oliart (Org.)

Reseña por Lívia Moreira de Alcântara

Juventudes iberoamericanas: una enciclopedia en construcción

Juvenopedia: mapeo de las juventudes iberoamericanas, pretende ser un mapa inicial de los estudios sobre juventudes de América Latina y de la península ibérica en el siglo XXI. Organizado por Carles Feixa (Universidad de Lleida, España) y Patricia Oliart (Universidad de Newcastle, en el Reino Unido), el libro es fruto de las redes académicas tejidas a lo largo de los años por ambos investigadores y fue gestado a partir de dos proyectos de investigación, en los cuales participaron la mayor parte de los autores: el GENIND: la generación indignada, que versa sobre jóvenes en protesta en el 2011, en diferentes lugares del mundo, y el Cultural Narratives of Crisis and Renewal (CRIC), sobre narrativas culturales de la crisis del 2008.

El libro presenta 17 artículos de diferentes autores, que abordan la realidad de siete países: Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile, España y Portugal. La etnografía es el método de investigación predominante, aunque se conjuga con entrevistas y biografías. En lugar de proponerse un abordaje exhaustivo de los temas y contextos geográficos, el libro constituye un primer paso para la construcción de una enciclopedia colaborativa sobre las juventudes iberoamericanas, seguiendo el modelo de la Wikipedia y de la ya existente SAHWA: Researching Arab Mediterranean Youth1, plataforma sobre juventudes árabes.

Antes de adentrarse en los artículos, el lector encuentra una introducción, De jóvenes, mapas y astrolabios, en la que Patricia Oliart y Carles Feixa trazan un mapa general de los estudios sobre las juventudes iberoamericanas, organizándolos en tres generaciones. Aunque estas tres generaciones estén ligadas a contextos históricos específicos, ellas se entremezclan y permanecen vivas, incluso, hasta hoy. La primera, según los coordinadores, se sitúa en los inicios del siglo XX y se centra en los movimientos de jóvenes, entendiéndolos como agentes de transformaciones políticas. La segunda, emerge en los años 80 y enfoca a los jóvenes como víctimas de la violencia urbana y de la agitación social. Finalmente, una tercera generación se inicia en los años 90 y es en ella donde se insertan las investigaciones de Juvenopedia. En esta generación, los estudios desplazan la mirada desde la juventud como objeto de políticas públicas hacia las subjetividades y energías creativas de los jóvenes.

Pudieran ser muchas las formas de establecer conexiones entre los artículos, pero en ese sentido, según mi criterio, sobresalen cuatro temas: el activismo y la participación política, las cuestiones de género, la violencia y la cultura. De entre los temas el primero posiblemente sea el más robusto cualitativamente, mientras el última quizás sea el eje más transversal y polifónico.

En cuanto al eje del activismo y la participación política, los artículos, como principal característica, exponen el cuestionamiento realizado por los propios jóvenes sobre las “viejas” formas de hacer política, que incluyen no solo la política institucional partidaria, sino también instrumentos tales como los centros académicos, utilizados por otras generaciones de activistas estudiantiles. Los trabajos develan otras formas de activismo que no siempre son percibidas por las visiones adultocéntricas. En cierta medida, guardan semejanza con la primera generación de estudios sobre juventud, al entender a estos actores como promotores de transformaciones políticas. La abundancia de esa temática en el libro no se debe tanto a la influencia del proyecto de investigación GENIND como a la propia popularidad de las “nuevas movilizaciones” en diferentes disciplinas.

Pedro Núñes, en el trabajo Jóvenes estudiantes. Sensibilidades políticas y espacio escolar en Buenos Aires, capta las transformaciones en las sensibilidades y prácticas de los jóvenes argentinos. El autor identifica, por ejemplo, la ausencia de centros académicos en las escuelas y la formación de otros ambientes de participación política no convencionales, como el grupo que reivindica pequeñas transformaciones en la estructura del tiempo escolar.

Maricela Portillo estudia la generación de jóvenes mexicanos en los años 2000, periodo de transición de la política partidaria, cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) dejó de gobernar, después de años en el poder, para dar lugar al candidato de la oposición Vicente Fox. En el texto Jóvenes urban@s. Construcción de ciudadanía y participación política en la Ciudad de México, la autora trabaja justamente la fricción entre la “vieja política” y los “nuevos deseos juveniles”, apuntando cómo, aunque exista la percepción crítica sobre la política institucional y partidaria, eso no significa negar la importancia de los votos por los propios jóvenes. El trabajo de la autora destaca así el vínculo con la participación política institucional complementaria de los otros trabajos.

Cuatro artículos traen a escena la generación de activismo más reciente, que se expande a partir de la Primavera Árabe, en el 2010, y a través de otras conocidas manifestaciones como Occupy Wall Street, en los Estados Unidos y los Indignados, en España. Liliana Galindo, en el artículo Jóvenes activistas. Movimientos de protesta e Internet en Colombia y Brasil, a partir de una discusión sobre visibilidad e invisibilidad en la red Internet, cuestiona la poca atención que se les ha prestado a las “primaveras latinoamericanas” y analiza dos movimientos: la Mesa Amplia Nacional en Colombia (MANE) y Ocupa Sampa, en Brasil. Galindo busca entender las estrategias on-line y off-line utilizadas por estos movimientos para alcanzar visibilidad.

Inês Pereira, en el artículo Jóvenes Altermundialistas. Movimientos por una globalización alternativa en Portugal, a partir de la biografía de dos jóvenes militantes, implicados en los movimientos de alterglobalización, reflexiona sobre las características del activismo en red, como, por ejemplo: la militancia múltiple, marcada por la experimentación de varias formas y espacios de militancia, y la movilidad y adaptación, tanto a diferentes contextos de pertenencia (como movimientos y colectivos), como a otras realidades geográficas. La autora llama la atención sobre la constante convergencia y negociación de identidades y proyectos de vida en esa dinámica de movilidad e internacionalización del activismo.

Finalmente, Jordi Nofre, Arianda Fernández, José Sánchez, Maurício Perondi y Carles Feixa muestran escenas del movimiento 15M, en España, en el artículo Jóvenes Indignad@s. Topías y utopías del movimiento 15M en España. Los autores, en un texto corto concebido al calor de las movilizaciones, visitan campamentos y dialogan con los ocupantes, evidenciando, sobre todo, el nuevo aire y las nuevas aspiraciones que rodeaban a los activistas en aquel momento.

Oscar Aguilera, en el artículo Jóvenes Pingüinos. Movimiento estudiantil y escuela secundaria en Chile, propone una inflexión teórica para entender las movilizaciones de los estudiantes chilenos de secundaria, que estallan en el 2006. Para comprender la cultura juvenil, argumenta el autor, es necesario entender que las explicaciones institucionalistas llegaron a su límite, es necesario hacer una profunda redefinición cultural de la política, “desde la ética y desde los modos de estar juntos”. El autor argumenta que los antecedentes de las movilizaciones pueden ser entendidos a partir del contexto sociocultural de la juventud chilena, marcado por un distanciamiento entre la “política de los adultos” y la “política de los jóvenes”, debido a la ampliación de los límites espaciales de la política a través de las tecnologías digitales y por la visibilidad que alcanzan las formas de exclusión a nivel planetario. Oscar Aguilera enfoca la Revuelta de los Pingüinos como un reacomodo de la relación entre política y juventud chilena.

Finalmente, un último texto podría ser incluido en esa sección: Jóvenes Digitales. Cuerpos con Agencia en Colombia. Aunque no aborde el activismo directamente, su contenido atraviesa las cuestiones abordadas en los capítulos referidos anteriormente, ya que las dinámicas de la militancia contemporánea están ligadas al uso de las tecnologías digitales. Con carácter filosófico, Germán Muñoz se refiere a cuestiones relativas a los procesos de digitalización de la sociedad y al nuevo sujeto de la cibercultura: el joven digital. El autor se pregunta, por ejemplo, si podemos hablar de múltiples culturas juveniles en una época globalizada. Y si nuevas culturas juveniles tienen origen en la cibercultura.

Un segundo eje temático importante es la cuestión del género, presente de forma directa en los trabajos: Jóvenes en Femenino. Aprendiendo a ser mujer en Barcelona, de Anna Berga y Jóvenes en masculino. Aprendiendo a ser varón en Santiago de Chile, de Klaudio Duarte. Ana Berga, reivindica una perspectiva femenina de género de las juventudes. Según la autora, el estudio de las juventudes fue históricamente masculino, analizando las mujeres, cuando más, de forma secundaria. Centrándose en la biografía y la etnografía de la vida de dos niñas, la autora analiza las especificidades de las formas femeninas de transgresión y resistencia en el marco escolar. El trabajo indica una transformación en los patrones de género, una “masculinización” de las formas de expresiones femeninas, como el uso de drogas y la adopción de comportamientos violentos.

Klaudio Duarte analiza la formación de la masculinidad de jóvenes chilenos participantes de diferentes acciones educativas musicales. El autor prioriza el contexto de la calle, el cual, según él, es el lugar privilegiado para explicitar el “aprender a ser hombre”. El análisis es realizado a partir de tres ejes de interacción: la relación de esos jóvenes con ellos mismos, con otros jóvenes y con las mujeres. El trabajo muestra cómo, a pesar de estos jóvenes descolocar la masculinidad tradicional, están lejos de superarla.

Un tercer eje temático, sobre violencia, también está presente y nos permite reflexionar sobre las transformaciones que se dan de una generación a otra en los estudios sobre la juventud. Diferente de la segunda generación, que percibe a los jóvenes como víctimas de la violencia y busca soluciones para este problema, las perspectivas empleadas en los artículos de la Juvenopedia miran las prácticas creativas a partir de las cuales estos contienden con realidades violentas y son bastante incrédulos respecto a las políticas de represión. Uno de los ejemplos, que ilustra perfectamente esa primera marca en los trabajos, es el texto Jovens grafiteir@s. Visibilidade aterradora: grafiti e juventude “violenta” em São Paulo, de Chandra Morrison. La autora aborda cómo l@s grafiter@s paulistanos lidian y critican el estigma de violencia y delincuencia que existe sobre la juventud de la cual forman parte. A partir de la incorporación del propio discurso de violencia en la estética de sus trabajos, estos jóvenes contestan y critican este estigma.

Ya el texto de Rossana Reguillo, Jóvenes violent@s? Contingencia y afiliación con exceso en las pandillas de Centroamérica, critica duramente el modelo de represión y punición utilizados contra las pandillas en América Central. Estas, inicialmente, tenían un carácter más identitario y fueron absorbidas por las redes del crimen. La autora trabaja a partir de la hipótesis de que esas pandillas ocuparon el vacío dejado por las instituciones formales y por el fracaso de las luchas de los 70 y 80. Según ella, tales pandillas crean sus propios sistemas de legalidad y castigo, por fuera de los órganos de represión.

Varios trabajos abordan la temática cultural valiéndose de diferentes nociones de cultura. En un contexto en el que muchas lenguas están amenazadas de extinción, Josep Cru, en el artículo Jóvenes Raper@s. Hip hop y revitalización lingüística en Yucatán, México, estudia los raper@s que componen en maya. El autor resalta el carácter de resistencia cultural que tiene la obra creada por estos músicos al componer en una lengua indígena subyugada al español. Por otro lado, también apunta cómo a partir del idioma maya estos jóvenes alcanzan autenticidad y consiguen crear un nicho con su trabajo, abriéndose espacio en el mundo musical.

Yanko González, en Jóvenes Rurales. Protoculturas juveniles en el campo chileno, aborda la juventud rural, menos presente en los estudios sobre el tema. El autor estudia la apropiación de bienes simbólicos musicales segmentados por los jóvenes trabajadores estacionales de la agroindustria chilena. González considera este comportamiento una de las características que marcan a las formulaciones identitarias contemporáneas. Para él, la constitución de las “protoculturas juveniles” en el mundo rural chileno es un proceso que se inicia en los años 90, mientras en el medio urbano el proceso ya se desarrollaba desde los años 50. El autor interpreta que esa “juvenización de los jóvenes” refleja una nueva acomodación de las interconexiones entre lo urbano y lo rural en Chile.

En Jóvenes emigrad@s. Música y fútbol en la vida de jóvenes en Cataluña y en Jóvenes Indígenas. Etnias de desplazamientos y zonas fronterizas en la Ciudad de México, se aborda el proceso migratorio de negociación cultural vivido por los jóvenes migrantes que llegan a Lleida, ciudad española. El autor centra su mirada en las actividades musicales y deportivas a través de las que estos jóvenes se relacionan, tanto con la sociedad de destino, como con otros jóvenes migrantes.

Maritza Urtega investiga jóvenes de diferentes etnias indígenas que migraron para la Ciudad de México. La autora busca entender cómo estos jóvenes interactúan con tres grandes culturas: la occidental hegemónica, la parental y la generacional. La investigación trabaja en las fronteras de esa interacción, identificando los procesos de adaptación, negociación y conflicto entre las culturas indígena y comunitaria de esos jóvenes y la cultura hegemónica.

La cultura también es la perspectiva a través de la cual Carmen Flores mira a los jóvenes trabajadores en el artículo Jóvenes Obreros. Los Hijos de la Volkswagen (Puebla, México). La autora explica los mecanismos que permiten el ingreso de los hijos de trabajadores de la Volkswagen en la misma fábrica de sus padres y acaba describiendo una cultura “volkswagen”. El trabajo destaca tanto las ventajas económicas y sociales que la empresa ofrece ante un contexto laboral desfavorable, como el papel de la familia como promotora de esas “bondades”.

Finalmente, Marco Bortoleto habla de la “cultura de entrenamiento” para describir la disciplina de educación física a la que son sometidos los jóvenes atletas, en el artículo Jóvenes deportistas. Corda Frates: un estudio sobre un gimnasio en Cataluña. Más allá de la disciplina militar deportiva impuesta a los cuerpos, el autor describe las sutilezas de ese proceso, como el hecho de que pocos jóvenes reciban financiamiento y alcancen algún reconocimiento social por las actividades que desempeñan. El autor aborda, inclusive, la disciplina social a la que son sometidos estos jóvenes, en la búsqueda de la creación de una especie de microcosmo en el cual deben insertarse.

1 Disponible en: <http://sahwa.eu/Media/Sahwa/Shababpedia>. Acceso en: 17 mar. 2017.

Referencias Bibliográficas

Feixa, C.; Oliart, P. (Org.). Juvenopedia. Mapeo de las juventudes iberoamericanas. Barcelona: NED Ediciones, 2016.

Palabras clave: juventud, Iberoamérica, etnografías.

Data de recepción: 20/03/2017

Data de aceptación: 31/03/2017

Lívia Moreira de Alcântara livia04alcantara@gmail.com
Doctoranda en sociología por el Instituto de Estudos Sociais e Políticos (IESP) de la Universidade Estadual de Rio de Janeiro (UERJ), Brasil y becaria de la Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado do Rio de Janeiro (FAPERJ). Tiene intereses de investigación en movimiento sociales y comunicación digital.