Editorial – Ed. 16

Otros escenarios se dibujan hoy en torno a la posición de los niños en el mundo. Profundos cambios transformaron nuestra manera de percibirlos y tratarlos. La visión de la infancia como momento biográfico cuyo valor reside justamente en su superación, al dejar atrás cualquier indicio de lo “infantil”, es considerada anacrónica. Este momento de la existencia humana –la infancia- es valioso, no porque deba ser superado en busca de mayor “madurez”, término que frecuentemente sirve para decir que los niños aún no son lo que deben llegar a ser, sino porque se contrapone a la arrogancia de aquellos ideales de plenitud humana, condición que se creía que existía en la vida adulta. Niños y adultos son más semejantes de lo que se imaginaba, en cuanto a la fragilidad e incompletitud de sus existencias. Al mismo tiempo, niños y adultos, en virtud del lugar encarnado que ocupan en el espacio y tiempo histórico, difieren en relación con lo que pueden y quieren transformar en sí mismos, y en el mundo que los rodea.

Así, por un lado, conseguimos hoy cierto discernimiento respecto a las asimetrías generacionales: niños y adultos son diferentes, y esa diferencia debe ser valorada tomando en consideración la infinita diversidad humana. Por otro lado, todavía tenemos mucho que alcanzar en cuanto a lograr que las prácticas sociales y culturales sean más respetuosas de la diferencia que los niños hacen visible al tensar lo establecido, lo “normal” y lo que es eficiente.

En los artículos que conforman esta edición de DESIDADES, se discuten algunas de estas infancias en que el ejercicio de la escucha del niño, como también del joven, se hace necesario para comprender cómo ellos vivencian las situaciones de incertidumbre, sufrimiento y adversidad. Maria Marguerita Echeverri, en el artículo “ ‘Somos muchos, somos diversos y aquí estamos cruzando fronteras’ –Reflexiones sobre la comprensión de los procesos migratorios juveniles” entiende que la cuestión de la emigración de los jóvenes hoy debe enfocarse también como el resultado de elecciones que hacen estos niños y niñas, y no sólo como parte del proceso migratorio emprendido por sus familias. Así, las decisiones de emigrar son frecuentemente tomadas por ellos mismos, incluso cuando tienen que enfrentar por sí solos riesgos vitales, violencias y hambre, entre otras situaciones. La autora alerta sobre la cantidad de jóvenes emigrantes: en el año 2013 cerca de 23 millones de jóvenes entre 15 y 24 años emigraron. La autora afirma que solamente escuchando a los y las jóvenes podremos acercarnos a su dolor y a lo que significa para ellos el proceso de emigración. Cuando ni podíamos imaginar que un día niños y niñas atravesarían fronteras nacionales para intentar vivir en otros países, hoy ellos lo hacen solos contraponiéndose a los modelos de custodia y protección que, muchas veces, los mantienen oprimidos y abandonados en sus países de origen.

En otra contribución de esta edición, Thais Klein y Rossano Cabral Lima discuten “La difusión del diagnóstico de Trastorno Bipolar Infantil” como un problema actual que afecta a un número cada vez mayor de niños. Informan que entre 1995 y 2003 aumentó en 40 veces el número de niños diagnosticados con este trastorno en los Estados Unidos. Mientras los psiquiatras discuten sobre el estatuto de este trastorno –su sintomatología específica y los factores que lo determinan, el proceso de medicalizar la infancia continúa siendo avasallador. Nos podemos preguntar para qué –a quiénes beneficia una infancia sometida y rotulada cuya potencia de descentrar el mundo adulto fue aniquilada.

En “Moralidad y explotación del trabajo infantil doméstico”, Danila Cal retrata la moralidad que sustenta prácticas de desigualdad social y mantiene a niños en situaciones de explotación. En estas situaciones, lo que debe ser hecho por el niño, o lo que se entiende como mejor para él, da lugar a que las opresiones sean racionalizadas como ayuda. No obstante, no se enfoca de forma general esta situación como aspecto estructural de la dominación del poder de los adultos sobre los niños, a la vez que los adultos ni aceptan ser cuestionados sobre sus deberes generacionales respecto a los niños, principalmente cuando se trata de aquellos niños desprovistos de estatus y poder social.

En la sección Espacio Abierto, Raquel Oliveira entrevista a Erika Parlato-Oliveira sobre “Los primeros pasos en la intervención con bebés en riesgo de sufrimiento psíquico”, trabajo pionero que se desarrolla en Brasil para el diagnóstico precoz del autismo.

En la sección de Informaciones Bibliográficas presentamos la reseña de Sonia Lizbeth sobre la obra “Relaciones interpersonales y violencias entre adolescentes: un estudio de las relaciones de violencias entre adolescentes de las escuelas secundarias mexicanas”, de Juana María Guadalupe Mejía Hernández y el levantamiento de 28 lanzamientos de publicaciones en el área de la infancia y juventud en los países de América Latina en los últimos tres meses.

Lucia Rabello de Castro
Editora Jefe