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Jóvenes indígenas en la Sierra Central de Ecuador. Elementos para pensar sus prácticas comunitarias

Jóvenes indígenas hoy: ¿quiénes son?

La urbanización creciente de la sociedad ha producido cuerpos y sujetos con unas particulares características, de las cuales los jóvenes indígenas son también un resultado específico de estos procesos. No sólo se trata de un “joven crecientemente urbanizado” (CINAJ, 2012) sino que en tal urbanización se aprecia una diversificación cada vez más notoria de sus prácticas y estilos de vida, aún si tales prácticas se realizaran en condiciones de precariedad y alto riesgo. En esta dirección, no resultan extrañas las modalidades y trayectorias de incorporación de jóvenes indígenas, de modo permanente o no, a grupos y formas asociativas juveniles vinculadas a prácticas de violencia.
Se advierte la ampliación de procesos de ‘rurbanización’ (Unda y Llanos, 2014) sobre todo en las comunidades más cercanas a los centros parroquiales, cabeceras cantonales y enclaves urbanos en general. La ‘rurbanización’ hace referencia a experiencias y procesos de mixtura, hibridaciones y abigarramiento de aquello que una sociedad ha definido como lo urbano y como lo rural en los diversos órdenes y ámbitos de la vida social. En tales procesos, la educación escolarizada y las tecnologías de la información tienen un papel central en la constitución de la categoría joven indígena ya que, como se advierte en el trabajo realizado en varias comunidades indígenas, la presencia de cibercafés se ha incrementado mientras que la participación de jóvenes en la producción agrícola disminuye.
El campo familia acusa transformaciones sustantivas por efecto de la intensificación de procesos migratorios y de sus variaciones. Los ciclos migratorios adoptan morfologías múltiples y variadas que probablemente estén incidiendo en los procesos de socialización familiar de niños y jóvenes indígenas. Asimismo, las intensidades variables con las que se presenta el fenómeno de la descomunalización (Sánchez-Parga, 2001) de la comunidad andina, altera directamente la dinámica familiar comunitaria.
En tal contexto, las prácticas desarrolladas por el sujeto joven indígena de la comunidad andina se caracterizan por una marcada observancia y apego a los habitus instituidos, a la norma establecida. Desde las perspectivas dominantes del campo de estudios de juventud podría hipotizarse sobre una suerte constitución heterónoma del sujeto joven indígena a contrapelo de la figura de autonomía atribuible a las juventudes urbanas. No obstante, existen significativos indicios de que lo que hemos denominado provisionalmente “constitución heterónoma del sujeto joven indígena” (Unda y Llanos, 2012) sea una de las fuentes explicativas de la autonomía que el sujeto indígena despliega en las decisiones que toma, casi siempre en un limitado marco de opciones, así como en un considerable repertorio de resistencias frente a sus condiciones reales de existencia.
La escuela constituye el principal dispositivo en el que la juventud indígena es reconocida y nombrada como tal. En el espacio educativo escolarizado se legitima el estatus de juventud indígena y se producen subjetividades ancladas en nuevas experiencias de individuación que, en lo fundamental, apuntan hacia la constitución de un sujeto ilustrado y certificado para ingresar al mercado laboral así como también con más amplias posibilidades de reconocimiento por parte de su comunidad. Un dato por demás relevante es que la principal y unánime demanda de jóvenes y adultos de las comunidades donde se desarrolló la investigación es la referida al acceso a la educación media y superior. Y la carrera en la que mayoritariamente apuntan las aspiraciones y expectativas de los/as jóvenes es ingeniería de sistemas (CINAJ, 2012).
En el campo político, la estructura de autoridad comunal representada en el cabildo y en la directiva de la comunidad, ejerce funciones de reconocimiento, legitimidad o sanción para los jóvenes que se disponen a participar en las actividades que han sido decididas por la asamblea o por la directiva de la comunidad. En ese espacio, se forjan liderazgos que habitualmente están construidos desde antecedentes familiares: una mínima biografía del sujeto muestra claramente que los hijos de dirigentes tienen más altas probabilidades de ser dirigentes aunque, en el momento actual, no podemos afirmar, ni siquiera como tendencia o proyección, que los hijos e hijas de dirigentes muestren interés y disponibilidad para participar políticamente desde el movimiento indígena.
La cuestión política adopta, en primer término, funciones de representación de los intereses dominantes dentro de una comunidad. La representación comunal se produce y legitima con referencia al servicio que un comunero pueda ofrecer a su comunidad. Es en este punto donde la presencia de los jóvenes durante los últimos 10 años tiende a volverse cada vez más decisiva, pues las ayudas o servicios concretos demandan con mayor recurrencia conocimientos y competencias que las generaciones jóvenes han adquirido en la educación escolarizada y a través de las interacciones con las dinámicas urbanas. Tareas tales como la planificación presupuestaria, la interlocución con actores externos a la comunidad, procesamiento de las decisiones asamblearias, elaboración de actas, convocatorias, participación y articulación con organizaciones, etc., suponen la puesta en acto de disposiciones de quienes han decidido participar activamente en la vida política de la comunidad.
Si bien la experiencia en este tipo de menesteres suele resultar fundamental en las dinámicas de las interacciones comunitarias y en la relación con instancias del sector público, el capital cognitivo tiende a ubicarse como el primer factor de importancia entre quienes conforman la estructura de autoridad comunal. Y, en tal medida, son los/as jóvenes quienes estarían representando la voz autorizada en la toma de decisiones.
Sin embargo, y pese a que la representación política de varias comunidades y organizaciones la ejercen jóvenes, el ejercicio de poder desde los adultos y ‘líderes históricos’ es notoriamente mayor que los vectores de poder que ejercen o puedan ejercer los líderes jóvenes en el contexto político actual. Al respecto, resultan sumamente ilustrativos los testimonios de varios líderes y representantes jóvenes que participaron en mayo pasado en el último congreso de la CONAIE, realizado en Ambato: “no contamos con un apoyo firme y con toda la confianza de los adultos en la organización” (Joven presidente de comunidad, Prov. de Cotopaxi); “los mayores que están en la directiva no nos hacen caso y nosotros como jóvenes no estamos de acuerdo en muchas cosas que ellos hacen y deciden, esto debe cambiar” (Joven estudiante universitaria vinculada a la CONAIE-Ecuarunari)
Debe indicarse, finalmente, que en el complejo escenario de cambios y transformaciones sociopolíticas que se están produciendo en Ecuador, el escaso conocimiento producido sobre jóvenes y juventudes indígenas requiere un compromiso institucional más amplio y explícito por parte del estado, de las universidades y de las mismas organizaciones indígenas, si es que se quiere pensar en serio las condiciones y posibilidades de renovación, ampliación y profundización democrática en el estado ecuatoriano.

BIBLIOGRAFÍA

Bourdieu, P. (1999). Razones prácticas. Sobre la teoría de la práctica. Barcelona: Anagrama.
—————– (2007). El sentido práctico. Argentina: Siglo XXI Editores.
CINAJ (2012). Prácticas socioculturales de jóvenes indígenas en la Sierra Central del Ecuador. Informe de investigación. Quito: UPS (no publicado)
De Mires, C. (1995). Estudio sobre el sector informal urbano en el Centro Histórico de Quito. Quito: Orstom.
Martínez, L. (1984). De campesinos a proletarios. Cambios en la mano de obra rural en la Sierra Central del Ecuador. Quito: Ed. El Conejo
Murmis, M. (1984); La hacienda en la Sierra Norte de Ecuador. Quito: Mimeo UCE.
Quintero, R. (1999). Ecuador, una nación en ciernes. Quito: FLACSO
Sánchez-Parga, J. (2001). Crisis en torno al Quilotoa. Mujer, cultura y comunidad. Quito: CAAP.
Sánchez-Parga, J. (2006). El movimiento indígena en Ecuador. Quito: CAAP.
Unda, R. y Llanos, D. (2012) Participación política de jóvenes en Ecuador. Estudio cualitativo de 12 formas asociativas juveniles. Quito: IDEA-Ágora Democrático (Informe de investigación no publicado)
Unda, R. y Llanos, D. (2014). “Producción social de infancias en contextos de cambios y transformaciones rurbanas”. En, Llobet, V., (Compiladora) Pensar la infancia desde América Latina. Un estado de la cuestión. Buenos Aires: CLACSO.
Unda, R. y Muñoz, G. (2011). La condición juvenil indígena. Elementos iniciales para su construcción conceptual. En, Revista “Última Década”, No. 34, junio-diciembre 2011. Valparaíso: CIDPA
UNICEF (2011) Informe de situación de los derechos de la niñez y adolescencia en Ecuador 2001-2010.
Palabras-clave: jóvenes, indígenas, prácticas, Ecuador

René Unda Lara reneunda78@gmail.com

Sociólogo. Dr. en Ciencias Sociales. Niñez y Juventud. Profesor investigador de la Universidad Salesiana del Ecuador. Director de la Maestría en Política Social de Infancia y Adolescencia, UPS.  Director del Centro de Investigación sobre Niñez, Adolescencia y Juventud, CINAJ-UPS. Miembro del equipo coordinador del GT "Juventudes, Infancias: Políticas, Culturas e Instituciones Sociales" CLACSO.

Maria Fernanda Solórzano Granada fersol@hotmail.com

Comunicadora Social. Mtra. en Ciencias Sociales con orientación en Desarrollo Sustentable. Profesora-Investigadora de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador. Investigadora del Centro de Investigación sobre Niñez, Adolescencia y Juventud, CINAJ-UPS.