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“Muéstrame tu vida”: el paseo guiado por el barrio y el juego de asociaciones en la investigación cualitativa con jóvenes

Acercarse a las realidades juveniles a través de las técnicas el paseo guiado por el barrio y el juego de asociaciones

El paseo guiado por el barrio

Los lugares donde los y las jóvenes se mueven, socializan y hacen vida resultan altamente significativos para sus identidades y explican mucho sobre sus dinámicas cotidianas y extra-cotidianas (vease también Aitken, 2001; Skelton; Valentine, 1998). También pueden albergar recuerdos vinculados a la propia historia de vida. Por este motivo consideraba importante analizar la relación de las chicas y los chicos con lugares públicos y privados de su entorno, especialmente con aquellos que resultan más importantes en sus vidas, los que frecuentan a menudo o aquellos que evitan. Varios estudios han demostrado que los lugares públicos son significativos para los y las jóvenes en la medida que les proporcionan un lugar para socializarse con sus coetáneos, lejos de restricciones institucionales o el control parental (Bunnell et al., 2011; Cahill, 2000; Feixa, 2000; Feixa et al., 2006; Gough; Franch, 2005; Ortiz et al., 2014; Prats Ferret et al., 2012; Travlou et al., 2008; Trell; Van Hoven, 2010; Weller, 2006).

La técnica del paseo guiado por el barrio ha sido principalmente utilizada desde la geografía y sociología, y allí específicamente en la investigación con niños, adolescentes y jóvenes (Ames et al., 2010; Ortiz et al., 2014; Trell; Van Hoven, 2010). Por sus dinámicas puede considerarse una técnica participativa, ya que enfatiza la participación activa de los y las jóvenes, una dimensión lúdica y apela a su creatividad (véase también Hopkins, 2010; Kindon et al., 2007). El paseo resulta una técnica especialmente youth-friendly por ser muy activa, de libre movimiento y realizada fuera del ámbito de la casa y control de la familia. En esta actividad se pide a los y las jóvenes enseñar al investigador o la investigadora los lugares que les parecen más importantes en sus vidas, los que suelen frecuentar o aquellos que tienen un significado especial por cualquier otro motivo. El joven o la joven guía al investigador o a la investigadora por estos lugares durante un paseo, determinando el rumbo, los tiempos etc. Además, se le pide al o la joven que tome fotografías de estos lugares.
Durante el paseo se conversa de manera informal sobre los lugares y sus significados: ¿Por qué te es importante este lugar? ¿Con quién vienes? ¿Con quién te encuentras? ¿Qué asocias a este lugar? Normalmente los y las jóvenes indican lugares cercanos, pero en algunos casos, también señalan otros barrios de la ciudad, dependiendo de la historia vital del joven y de su grado de movilidad espacial. En todo momento es importante que el investigador o la investigadora tome notas mentales durante el paseo y que las apunte después de la actividad en el diario de campo.

Por lo general, el paseo guiado solía ser la primera actividad que realizar con los y las jóvenes, pero siempre dependiendo de la situación en concreto y siempre después de un primer encuentro con el o la participante. La actividad funcionaba en muchos casos para romper el hielo ya que implicaba movimiento, interactividad y permitía conocerse en un contexto informal. Además, permitía estar fuera del ámbito de las familias, que a menudo, querían supervisar los encuentros (interfiriendo de esta forma en las dinámicas). Aun así, solo era posible llevarlo a cabo cuando jóvenes y familias sentían la suficiente confianza conmigo. A algunas familias les parecía una actividad algo sospechosa (“una desconocida se lleva a mi hijo o hija de paseo”), por lo cual era necesario explicar detenidamente el propósito y procedimiento del paseo. También a algunos y algunas jóvenes les parecía extraño que alguien tuviera interés en sus lugares favoritos y quisiera pasear con ellos por su barrio.

Los paseos realizados tenían unas características muy diversas y llevaron a resultados muy distintos, dependiendo de las características del o de la joven. Algunos o algunas jóvenes, por ejemplo, mostraban una clara preferencia por espacios privados en vez de públicos y no se relacionaban mucho con su entorno. En estos casos el paseo por el barrio podía resultar más bien pobre. Al contrario, resultaba mucho más interesante pasar tiempo con los chicos y chicas en sus espacios privados, como la casa familiar o su habitación. Sin embargo, el paseo resultó altamente fructífero con jóvenes que se relacionaban con su barrio y que solían moverse por distintos espacios públicos o semipúblicos (como centros cívicos, espacios juveniles etc.).

Uno de los paseos más interesantes que realicé fue con dos jóvenes en la población de Hospitalet de Llobregat, ubicada en el extrarradio oeste de Barcelona. Este paseo puede servir como ejemplo para explicar posibles dinámicas del paseo guiado. Mario y Luis2 eran amigos, tenían 14 y 15 años y eran de familias dominicanas. Luis ya había nacido aquí y Mario vino a los 6 años a Cataluña. Los dos amigos mostraban un sentido de pertenencia pronunciado con su barrio (La Torrassa/Collblanc en Hospitalet) y realizaban prácticamente todas sus actividades diarias dentro de los límites de él. En el paseo por el barrio se evidenciaba con claridad que los dos conocían muy bien los sitios pertinentes del barrio y que se movían con seguridad por sus calles, plazas y parques. Los chicos me llevaron primero al parque más grande del barrio, el cual dividieron, con un mapa mental, en diferentes zonas:

Mario y Luis dividen claramente las zonas del parque en tres diferentes. La zona de los perros, la colina y el huerto la clasifican como la parte ilegal, sucia, desordenada. Me comentan que en la colina han quitado muchos árboles y plantas, porque pasaba mucho tráfico de drogas en el matorral. “Muchas drogas había en este parque. Y era peligroso por nosotros, cuando éramos niños, por vidrio roto y jeringuillas…” Sin embargo, no lo han percibido como mala influencia, porque “mientras te mantienes alejado y no te buscas problemas y sabes con quien no meterte, no es asunto tuyo…” Me comentan que algunas amigas suyas temen pasar por el parque, por miedo a violaciones. Y que hay prostitutas “ofreciendo su trabajo” en el parque (Diario de campo, noviembre 2015; Hansen, 2017).

Imagens 1 y 2. Impresiones de la parte “sucia, desordenada” del parque de la Torrassa

Fuente: Elaboración propia.

Luego pasamos a la zona que Mario y Luis definen como “ordenada y limpia, la legal”. Es la zona juvenil de juegos y deportes. En la cancha de básquet un grupo de adolescentes está jugando. En otro espacio algunos niños juegan al fútbol… Resulta la zona que más le agrada por sus características positivas. Y la tercera zona, en una parte extrema del parque, califican como la más conflictiva: según ellos, allí se reúnen los dominicanos, “los más conflictivos”. Actividades ilícitas, delincuentes están claramente asociadas al colectivo (estigmatizado) de jóvenes dominicanos masculinos. Un grupo de dominicanos, adultos jóvenes, está sentado en un banco. Mario y Luis manifiestan que “no queremos meternos con ellos” (Diario de campo, noviembre 2015; Hansen, 2017).

Por los comentarios de los chicos se evidenciaba, que los niños y jóvenes conocían bien los límites del espacio público: sabían a dónde ir y no ir, con quién juntarse y qué lugares evitar (véase también Ortiz et al., 2014, p. 52). Además, el paseo podía evidenciar, como en el caso de Luis y Mario, la identificación y la desidentificación con determinados colectivos del espacio público y con su propio colectivo de origen: los dos rechazaban claramente identificarse con la parte problemática del colectivo dominicano, hombres jóvenes involucrados (supuestamente) en actividades violentas e ilícitas. A continuación, Mario y Luis me llevaron por diferentes sitios, hasta llegar a una gran calle comercial, que constituía la frontera con la ciudad de Barcelona. En ese momento se manifestó que los chicos percibían una clara línea divisoria entre Barcelona y Hospitalet:

Nos acercamos a la Carretera de Collblanc. Mario dice: “Allí ya es Barcelona, mira, como se ve hacia adelante que es Barcelona y atrás que es Hospitalet”. Cuando les digo, sorprendida, que no veo tanta diferencia, me explican: “allá todo es más amplio, más ordenado, con edificios grandes, con mucho más comercio, con restaurantes…” Cruzamos la “frontera”. Mario presta mucha atención a los restaurantes, bares y cafés. Le ilusionan: “mira, están llenos, siempre están llenos! Mira, se ve que es buena calidad la comida…” Mario me comenta, que le gustaría vivir en el barrio de Collblanc, en Barcelona, “en uno de estos edificios altos… Porque se ven modernos y espaciosos y grandes… y más tranquilos que en Hospitalet”. […] “Y más en la Carretera de Sants, ya hacia la Plaça de Sants, allí sí están muchas tiendas buenas, muchos comercios, buenos restaurantes, de todo…” Sus descripciones aluden a la sensación de vivir en la periferia de la gran capital, del centro. Mario y Luis dibujan así una frontera de clase y prestigio social (Diario de campo, noviembre 2015; Hansen, 2017).

El paseo por el barrio evidenciaba la percepción de Mario y Luis de vivir en la periferia del centro, que representa el poder, el éxito y el bienestar. Desde esta perspectiva, se sentían relegados a un nivel de vida inferior dejando entrever una sensación de estar excluidos y marginados de ese centro.

Por otro lado, el paseo por el barrio revelaba lugares importantes de las geografías juveniles, como lugares populares y de prestigio. Pero también permitía que los chicos indicaran lugares significativos del ámbito familiar y de acontecimientos importantes:

Luego pasamos por el McDonalds… Los chicos remarcan que el McDonalds se encuentra ya en Barcelona, no en Hospitalet. Otra vez la alusión al centro, a la capital. De sus comentarios deduzco que es el único sitio, donde van de vez en cuando a comer fuera con la familia. Por lo tanto, es un sitio que marca un evento especial y un ritual familiar que evalúan como positivo. El McDonalds parece tener también cierto coolness y prestigio entre los adolescentes y resulta un lugar de encuentro importante para las geografías juveniles (Diario de campo, noviembre 2015; Hansen, 2017).

Imagen 3. McDonalds del ‘centro’, Carretera de Collblanc

Fuente: Elaboración propia.

Como podemos apreciar, la técnica del paseo guiado puede revelar prácticas culturales importantes, identificación y desidentificación y opiniones diversas, particularmente aquellas relacionadas con el espacio público, el barrio, su gente y los diversos colectivos que habitan estos espacios. El paseo permite generar un discurso libre por parte de los y las jóvenes que se ve reforzado y acompañado por el movimiento físico (pasear, detenerse, seguir, dar la vuelta etc.). También presenta una oportunidad para el investigador o la investigadora de acercarse a los y las jóvenes de forma informal e interactiva y poder ver su entorno a través de sus ojos. Posibilita momentos de sorpresa y reflexión para el investigador o la investigadora, en particular cuando se trata de lugares poco conocidos por él o ella.

2 – Seudónimos
Nele Hansen Nele.hansen@upf.edu

Doctora en Antropología Social y Cultural por la Universidad Autónoma de Barcelona, Espanha. Actualmente es Project Manager del proyecto de investigación ERC TRANSGANG. Participa como investigadora postdoctoral en varios otros proyectos nacionales y europeos del grupo de investigación JOVIS.COM, Universitat Pompeu Fabra, Departamento de Comunicación, Barcelona (Espanha) como CHIEF (Patrimonio cultural e identidades del futuro de Europa), SLYMS (Aprendizaje sociocultural de la juventud en sociedades móviles) y ACTIFEM (Activismos en femenino).