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Las niñas y niños en el proceso migratorio: Una realidad que continúa vigente.

Breve historia de migración ecuatoriana

El antecedente que catapultó una primera oleada de migración ecuatoriana desde diversas comunidades en Azuay y Cañar a ciudades norteamericanas como Chicago y Nueva York es la crisis de la exportación de los Panama Hat producida en 1950 (Ramírez, F.; Ramírez, J., 2005); esta situación de conflicto económico obligó a que los productores y comerciantes de los sombreros de paja toquilla se vean obligados a echar mano de los contactos ya establecidos en el país del norte. Este vínculo comercial inicial se transforma posteriormente en el camino de enlace y asentamiento de los nuevos pobladores de las ciudades del norte del continente.

Una vez tendidos los puentes se genera un masivo éxodo de ecuatorianos, los mismos que se convertirán en los compatriotas referentes de los siguientes grupos migratorios de las posteriores décadas. Es decir, se establece una red de contactos que facilita el traslado de ecuatorianos hacia Estados Unidos.

Cuando se inicia la década de los años 60 del siglo anterior, el país sufre una serie de reformas, principalmente en la participación que el Estado empieza a tener con el sector industrial naciente.

Este acuerdo producido entre la clase política del país, el sector empresarial, y la clase trabajadora dio paso a nuevas reformas políticas que permitieron diseñar un nuevo modelo estatal, que para muchos autores se trataría del inicio del Estado ecuatoriano Moderno, pero que resumidas cuentas no era más que un Estado capitalista en ciernes que empezaba a tejer redes y acuerdos con sectores industriales que emergieron en aquella época.

El comienzo de los años 70 marca un período de la historia ecuatoriana especial, por un lado obtenemos un sustancial ingreso de recursos económicos, originarios de la explotación y comercialización del petróleo, y por otro se suscita un fenómeno político único y sin precedentes en Latinoamérica, nos referimos al comienzo de gobiernos comandados por militares. Estos gobiernos en la región se caracterizaron por implementar políticas desarrollistas que intentaban otorgar a la población una cierta mejora a su situación de vida, empero de lo pensado la situación no mejoraba y por el contrario la crisis económica de los ecuatorianos se acentúo. Llega a su fin la década de los 70 y con ella finaliza la participación de la clase castrense en la dirección del país. Este punto culminante de gobiernos militares deja secuelas de pobreza y endeudamiento al pueblo ecuatoriano.

Con la llegada de los años 80 el Ecuador regresó a un régimen de “democracia”, sin embargo, la situación socioeconómica no mejoró, y por el contrario la crisis económica se agudizó para determinados sectores de la población, todo ello acompañado de políticas monetarias que se encaminaron a la devaluación del Sucre que para esos días era la moneda nacional. El inicio del gobierno del empresario guayaquileño León Febres Cordero, dio la pauta de un cambio en las políticas públicas del país, puesto que es él quien abrió la puerta para que el Ecuador ingrese al concierto mundial del mercado, implementando políticas de corte neoliberal. Este cambio en el accionar político del país contribuyó al inicio de recetarios fondo monetaristas que iniciaron con recomendaciones de procesos de mini devaluación y macro devaluación, medidas económicas que se reflejaron en la canasta básica familiar. La década de los 80 concluyó con un flujo migratorio similar al de la década anterior5 a pesar de las fuertes medidas económicas que son implementadas por los gobiernos de turno.

La década de los 90, sobre todo en sus inicios, fue un período que a nivel mundial trajo consigo una serie de cambios en lo referente a la situación política y por tanto, estos cambios modificaron el quehacer económico de las naciones. La caída del sistema socialista y la difusión de políticas de mercado contribuyeron y estimularon a una mayor participación de la población mundial en actividades comerciales y de intercambio de productos, que antes se encontraban distantes para pobladores de otras latitudes del globo.

El inicio de este proceso de “globalización”, también marcó la apertura de un fenómeno de exportación de mano de obra en todos los países considerados tercermundistas. Los trabajadores se movilizaron principalmente a países de Europa. El Ecuador no es ajeno a esta realidad internacional e ingresó en la dinámica de país abastecedor de mano de obra “barata”. Este acontecimiento internacional sumado a la crisis financiera producida a finales de la década de los años 90 conformó un microcosmos de ecuatorianos que se vieron obligados a abandonar su patria, sus familias, con el firme propósito de mejorar sus niveles de vida y su situación laboral.

5 – Para ampliar información ver: HERRERA, G. La migração vista desde el lugar de origen. Revista Iconos, v. 15, n. 1, p. 1–10, 2002.
Karina Benavides T. karinavb@gmail.com

Magister en Antropología y Cultura por la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador, Especialista en Ciencias Sociales con Mención en Psicoanálisis y Practicas Socio- Educativas por La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Argentina, Pedagoga por la Universidad Politécnica Salesiana. Es especialista Investigadora en Evaluación de Educación Inicial en el Instituto Nacional de Evaluación Educativa de Ecuador.

Daniel Llanos Erazo dllanos@ups.edu.ec

Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional del Cuyo, Argentina; Magister en Políticas Sociales de Infancia y Adolescencia por la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador. Pedagogo. Es investigador del Centro de Investigaciones de la Niñez, Adolescencia y Juventud y miembro del Grupo de Investigación: Educación e Interculturalidad de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador. Docente en carreras de Grado y programas de Postgrado de la misma casa de estudios y profesor invitado en Universidades de América Latina. Es investigador del GT "Juventudes, Infancias: Políticas, Culturas e Instituciones Sociales" de CLACSO.