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Proyecto de Vida Titanzinho: jóvenes y derechos humanos

Una mirada sobre las violaciones de los derechos humanos

Ante los factores presentados, el Proyecto de Vida construyó un plan de acción para trabajar derechos humanos con los jóvenes participantes del proyecto durante el año 2016. El objetivo principal fue provocar reflexiones, discusiones y acciones acerca de los derechos y deberes humanos. La propuesta fue organizada en tres dimensiones de ser: «yo conmigo mismo», «yo con el otro» y «yo con el mundo», en una perspectiva de trabajar inicialmente el autoconocimiento, hasta llegar al conocimiento social.

La metodología utilizada para viabilizar el tema fue a través de la facilitación de grupo de manera activa y dinámica. La composición de las experiencias involucró actividades como: rueda de conversación, presentación de informaciones, construcciones de contenidos por el grupo, presentación de oradores invitados, actividades de campo y grupos de arte y danza. Esta forma de trabajo buscó preservar una dimensión lúdica dentro del aprendizaje, ya que por medio de estrategias creativas y productivas se involucran y motivan los participantes, a través de diversas formas de interacción, no necesariamente solo con juegos y bromas (Alfonso; Abad, 2013).

Además, el trabajo con grupos de jóvenes y adolescentes es apropiado, teniendo en cuenta el sentimiento de pertenencia a otro grupo, diferente de su familia, importante en la búsqueda de identidad del adolescente. Así, el grupo posibilita el compartir los sentimientos de duda e inseguridad, se considera, también, que cada integrante del grupo es un facilitador, ya que puede comprender al otro y expresarlo (Lucchiari, 1993). Siendo así, interactuar y compartir forman parte de la educación no formal, que por medio de confrontaciones y colaboraciones, resultan en la resignificación de contenidos y producción de saberes (Gohn, 2014).

Participaron de las actividades 12 jóvenes con edades entre 12 y 15 años, de los cuales tres fueron mujeres. El grupo de facilitadores estuvo compuesto por dos psicólogas y un estudiante de psicología, dos mujeres y un hombre, el trabajo desarrollado fue voluntario y el equipo contribuía con sus propios recursos financieros para efectuar las actividades propuestas dentro del proyecto.

La elección del tema orientador – Derechos Humanos – fue pensada por los facilitadores como una propuesta general, pero los temas específicos fueron pensados en conjunto con el grupo de jóvenes participantes. Antes de la delimitación sobre qué temas tratar durante el año, se realizaron dos encuentros de presentación. En estos, teniendo como base la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se presentaron cuáles temas probablemente serían trabajados, realizándose un sondeo con el grupo sobre qué asuntos tendrían más sentido y cuáles sugerían. Para ello, se utilizaron herramientas lúdicas, con el auxilio de la cartilla de derechos humanos del Ziraldo (Ziraldo, 2008) y el uso de imágenes y videos que abordasen los temas.

Después de la presentación, algunas temáticas fueron retiradas y los temas drogas y educación ambiental fueron añadidos por sugerencia del grupo de jóvenes. El tema de las drogas fue abordado relacionándolo al tema defensa de su propio cuerpo, que tuvo como base el artículo III: «Todo ser humano tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad personal» (UNIC/Rio, 2009). El tema educación ambiental fue agregado por ser considerado de extrema relevancia y contemplar la relación del individuo y de la comunidad con el mundo.

De esta forma, los subtemas trabajados fueron: privacidad personal, libertad de expresión, prejuicio, racismo, género, libertad y defensa de su propio cuerpo, drogas, derecho a educación, educación ambiental y todos son iguales en derecho ante la ley. Cada tema posee una relación o basándose en artículos de la declaración universal de los derechos humanos. Como ejemplo de privacidad personal, tenemos el artículo XII: «Nadie será sujeto a la interferencia en su vida privada, en su familia, en su hogar o en su correspondencia, ni el ataque a su honor y reputación. Todo ser humano tiene derecho a la protección de la ley contra tales interferencias o ataques» (UNIC/Rio, 2009).

Cada uno de los subtemas fue trabajado en cantidades variadas de encuentros, entre dos y cuatro, dependiendo de las demandas que se percibían en el grupo. Además, el tema abordado anteriormente era siempre relacionado al tema siguiente, así que las discusiones anteriores eran constantemente rescatadas.

Habiendo abordado de manera amplia varias temáticas que involucran derechos humanos, fue posible percibir, ante las reacciones y debates del grupo, la necesidad de profundizar la discusión y ampliar las actividades metodológicas sobre la temática diversidad, ya sea, étnica, religiosa, cultural o de género, debido a la conducta discriminatoria que los jóvenes mostraron ante estos temas. Como ejemplo, podemos comentar que, al inicio de las actividades, se trabajó, a través del tema libertad de expresión, la libertad religiosa, y hablamos sobre las diversas religiones que se practican en Brasil. En ese momento el grupo presentó miedo y/o prejuicio en relación a las religiones, principalmente, las de origen africano.

Así, se reiteró la importancia de las acciones lúdicas para que sea posible articular pensamiento y acción. Jugar con la realidad implica ser capaz de ensayar diversas facetas de la imaginación y la creatividad, siendo eso posible no sólo en los juegos infantiles, sino también en las artes, la filosofía, las ciencias y en todas las actividades, que conforman la sociedad humana. La broma se hace esencial para diversos aprendizajes del individuo como ser actuante en el medio en que vive (Alfonso; Abad, 2013; Jardim, 2003).

Como ejemplo de actividad lúdica realizamos una investigación de campo que abordó el tema del racismo y fue diseñada a partir del artículo “Un estudio del prejuicio desde la perspectiva de las Representaciones Sociales: Análisis de la influencia de un discurso que justifica la discriminación en el prejuicio racial” (Pereira;Torres; Almeida, 2003), estudiado y adaptado para el contexto del grupo. El artículo en que se basa la actividad tiene como objetivo evaluar la forma como un discurso que justifica la discriminación influye sobre el racismo que se da en determinado escenario, o sea, en una escena en donde se presenta una situación racista.
 
Con base en eso, en la actividad de campo se dividió el grupo de participantes en dos equipos: uno se ocupó del escenario en que se justificaba el comportamiento racista y el otro del escenario en que no, los cuales fueron descritos en el artículo. Los grupos, entonces, fueron caminando a la comunidad, entrevistando a los moradores que estuviesen en el lugar. Después de la actividad, calculamos los resultados y conversamos sobre el asunto. Hablamos sobre cómo las personas justifican su propio prejuicio, basándose en los prejuicios sociales.

Este momento de discusión fue una manera de caldear el tema que se seguiría abordando la semana siguiente con un orador invitado, estudiante de licenciatura en Relaciones Internacionales, natural del país Guinea-Bissau. El estudiante actuaba como articulador en la Coordinadora Especial de Políticas Públicas para la Promoción de la Igualdad Racial (Gobierno del Estado de Ceará) y estaba coordinando el Colectivo África Eventos, siendo responsable por la Cultura y Eventos de la Asociación de los Estudiantes de la Guinea-Bissau y secretario de la Asociación de los Estudiantes Africanos en el Estado de Ceará.

También, con el objetivo de trabajar ese tema, se realizaron dos presentaciones de Tambor de Criolla. Estas presentaciones fueron realizadas por el grupo Tambor Filhos do Sol. El evento fue organizado en asociación con el colectivo de jóvenes del barrio nombrado de Servilost – el lost (perdido, en inglés) hace alusión al descuido de las autoridades con el lugar. Las presentaciones fueron abiertas al público, en un lugar de la comunidad, el Faro del Mucuripe. Por medio de la presentación se facilitó la aproximación de la comunidad con la cultura afro-brasileña y la ruptura con prejuicios religiosos, pues, incluso con recelo, los vecinos del barrio se acercaron a la presentación para ver de lo que se trataba, muchos interactuaron y bailaron en los eventos. Además, el evento proporcionó que circularan los visitantes por el barrio, propiciando intercambios de vivencias y experiencias con personas que posiblemente no frecuentarían el barrio si no fuera por la conexión con el proyecto y entre las que se establecieron relaciones para realizar actividades artísticas y culturales en el futuro, a partir de las vivencias facilitadas por el proyecto.

Con el evento del Tambor de Criolla, también se introdujo la temática de género, pues para bailar es necesario el uso de la falda, entonces, si un hombre quisiera bailar, él necesitaría colocar la vestimenta típica. Inicialmente la práctica provocó extrañamiento, pero con las explicaciones y conversaciones varios hombres vistieron la falda y entraron en la rueda. La semana siguiente el tema género fue introducido de manera más profunda al grupo, lo que proporcionó una relación entre lo vivido anteriormente y un contenido teórico, desarrollando un proceso de conocimiento (Gohn, 2014).

Iara Andrade iara_andrade_@hotmail.com

Máster en Psicología por la Universidade de Fortaleza – UNIFOR, Brasil. Actualmente es miembro del Laboratorio de Estudios sobre Procesos de Exclusión Social (LEPES). También participa en procesos de intervención social por medio del Proyecto de Vida Titanzinho.

Paula Autran autranpaula@gmail.com

Graduada de Psicología por la Universidade de Fortaleza – UNIFOR, Brasil. Posgrado en Neuropsicodiagnóstico – Educación a Distancia, por la Unichristus, Brasil. Maestranda en Psicología, Universidade Federal do Ceará - UFC, Brasil. También participa en procesos de intervención social por medio del Proyecto de Vida Titanzinho.