Editorial 39

A pesar de los avances de la sociedad del conocimiento, de las mejoras tecnológicas y, sobre todo, el bruto aumento de la riqueza global, el mundo vive una crisis abismal y única de desigualdades entre pueblos e individuos.  Según informes publicados por Oxfam y el Observatório das Desigualdades de la Fundação João Pinheiro[1] , el 1% más rico del mundo posee más riqueza que todos los demás; ocho hombres poseen la misma riqueza que la mitad más pobre del mundo, por citar sólo dos picos de este monstruoso iceberg de desigualdades en el planeta.  La riqueza de las empresas supera con creces la de las economías nacionales: las cinco mayores empresas del mundo juntas valen más que el PBI combinado de todas las economías de África, América Latina y el Caribe.  La codicia incontrolada del capital también parece ser responsable de otras monstruosidades como las guerras y los genocidios destinados a ocupar territorios y explotar y dominar a las personas. Hemos visto en Gaza, y ahora en Líbano, la arremetida genocida del Estado de Israel, con el apoyo estadounidense y europeo, para dominar completamente el territorio palestino y apropiarse de él. La desigualdad de riqueza se entrelaza necesariamente con el vértigo de la pulsión de dominar al otro, de desposeerlo y degradarlo. Hay que llamar la atención sobre la situación de los niños y los jóvenes en el contexto de estas dinámicas del capitalismo global: los niños y los jóvenes siguen siendo la categoría social más afectada por el impacto cruel y a largo plazo de las guerras, el hambre, la miseria y las desigualdades.  En este sentido, la producción de conocimiento científico en el ámbito de la infancia y la juventud no puede permanecer ajena a esta determinación estructural que sigue situando, implacablemente, a los niños y jóvenes como los sujetos más desfavorecidos del planeta.

Desde su lanzamiento en 2013, la Revista DESIDADES ha asumido el compromiso ético y político de contribuir a la transformación de la estructura de desigualdades que tiene en la condición generacional uno de sus marcadores cruciales.  Esto supone asumir que ninguna producción de conocimiento es neutra y, más aún, que los procesos de publicación y circulación del conocimiento científico están vinculados a una economía política de ese conocimiento que puede favorecer, o no, la visibilidad y legitimación de agendas de investigación, nacionales e internacionales, que contribuyan a mitigar las desigualdades generacionales[2]. Sin duda, estamos consolidando un proceso de publicación científica que tiene mucho camino por recorrer.  Sin embargo, cada vez más, la mayor presencia de autores/as de países latinoamericanos en la Revista se ha movilizado para defender la importancia de la discusión científica en el área de los estudios inter y transdisciplinarios de la infancia, adolescencia y juventud, con consecuencias para las políticas públicas y la distribución más justa de la riqueza entre las generaciones.

En esta 39ª edición de la Revista, traemos un conjunto de artículos que, coincidentemente, nos llaman a profundizar en las múltiples caras del impacto que las desigualdades tienen sobre los jóvenes y los niños.  Una de las más conmovedoras, especialmente en el contexto brasileño, se aborda en el artículo de Lima y Quixadá sobre el exterminio de jóvenes pobres que viven en la periferia de la ciudad de Fortaleza.  La «política de muerte» de los jóvenes pobres persigue la riqueza y el desarrollo de metrópolis como Fortaleza, que se modernizan bajo un manto de sangre.  En la intersección del marcador generacional con la raza y la clase social, Brito, Detoni, Fiabani y Saraiva Jr discuten los efectos del racismo estructural en la salud mental de

los adolescentes de una escuela pública brasileña que enferman debido a la falta de apoyo social, redes y políticas antirracistas que puedan hacer frente a una micropolítica de la exclusión y el envilecimiento en las relaciones cotidianas entre los jóvenes, y en relación con ellos.

Por oto lado, muchos investigadores se preocupan por investigar las líneas de fuga frente al escenario de múltiples opresiones en el que se encuentran los jóvenes.  Lago, en su artículo sobre los estudiantes argentinos de Comodoro Rivadavia, Argentina, reivindica las posibilidades de politización de estos estudiantes que incluyen tanto su capacidad política para problematizar las estructuras y desigualdades de las instituciones educativas como su actuación pública en movimientos de protesta.  La participación reflexiva de los jóvenes también es reivindicada por Hahne, cuando analiza cómo los jóvenes en atención socioeducativa pueden problematizar los sentidos hegemónicos de la socioeducación que les son impuestos, desafiando así un orden generacional que restringe su autonomía y liberación.  En la misma línea, Silva y Pretto analizan los sentidos del protagonismo juvenil en una escuela pública de Florianópolis, Brasil, donde las jerarquías generacionales son denunciadas por los jóvenes como un factor que dificulta los procesos de aprendizaje y su implicación participativa en la escuela.

La lucha de los jóvenes por pertenecer y participar en los procesos de toma de decisiones se hace visible en la medida en que, para la mayoría de ellos, existen barreras para una participación efectiva.  Empezando por la falta de oportunidades de trabajo y empleo, tema tratado por Silva y Pessoa, cuando analizan los requisitos de calificación para el segmento social de los jóvenes brasileños y sus posibilidades reales de cumplir con estas exigencias.  Desde Colombia, Muñoz-Echeverri, Noreña-Herrera, Velásquez-Quintero, Monsalve-López, Zapata-Álvarez y Rendón aportan la perspectiva de los jóvenes y niños que se encuentran bajo la protección del Estado y cómo ellos, aún en estas condiciones, demandan participación en los procesos de toma de decisiones.  La pertenencia y la participación implican que los jóvenes puedan posicionarse como sujetos – quiénes son, qué quieren, cómo cuentan sus historias, con qué grupos se identifican.  A partir de su experiencia con jóvenes en contextos escolares de Córdoba, Argentina, Maggi nos muestra cómo el tema de la migración, que hoy involucra a un número creciente de jóvenes y niños, plantea enormes desafíos para la pertenencia y la identidad de los jóvenes.

Finalmente, tenemos el artículo firmado por un grupo de investigadores – Silva, Quintero, Pasquim, Trapé, Pena y Lachtim – que discute cómo, para jóvenes adolescentes pobres de la periferia de Belo Horizonte, en Brasil, es posible, tanto como deseable, construir proyectos de vida, dimensión que depende, sin embargo, de que los jóvenes sean acompañados y asistidos en ese proceso de autoconocimiento y de conocimiento del otro.

Dos reseñas, en la Sección de Información Bibliográfica, componen esta edición: el libro Crianças que não veem o sol es reseñado por Vanessa dos Santos, y el libro La cruzada de los niños: intelectuales, infancia y modernidad literaria en América Latina es reseñado por Jacqueline Teixeira.

También presentamos a los lectores un relevamiento de los libros publicados entre abril y septiembre de 2024 sobre infancia, adolescencia y juventud en las áreas de las ciencias humanas y sociales, en los sitios web de las respectivas editoriales en diferentes países de América Latina.  En total, 27 obras fueron mapeadas por nuestro equipo técnico.

¡Feliz lectura a todos y todas!

Lucía Rabello de Castro
Jefa de Edición

[1] Acesso em:  <https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/handle/10546/620170/bp-economy-for-99-percent-161017-summ-pt.pdf;jsessionid=62DDF49DB80B7AA1C5AC748A240E8CB7?sequence=31

https://observatoriodesigualdades.fjp.mg.gov.br/?p=3477>

[2]  Ver, para uma discussão mais aprofundada, L. R. de Castro, Políticas de internacionalização no ensino superior: Desafios descoloniais para as ciências humanas e sociais. Psicologia Política vol. 21, n. 50, 39-56, 2021.

Referencia Bibliografica

CASTRO, L. R. Políticas de internacionalização no ensino superior: Desafios descoloniais para as ciências humanas e sociais. Psicologia Política vol. 21, n. 50, 39-56, 2021.

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