Infancia, Adolescencia y Juventud: ¿áreas interdisciplinarias en construcción?
El lugar de la interdisciplina en la producción de conocimientos científico de las sociedades actuales parece cada vez más evocado y sentido como necesario (FRODEMAN, KLEIN; PACHECO, 2010; KLEIN, 1990). Sin embargo, el “giro interdisciplinario”, aunque muy pregonado, no logró efectuar cambios estructurales sobre las prácticas disciplinarias que hegemónicamente modelan los procesos de construcción y transmisión de los saberes científicos.
Como ejemplo para esta reflexión, tomemos el(los) campo(s) de la infancia, adolescencia y juventud, temas que orientan los esfuerzos editoriales de publicación científica de la revista DESIDADES. La política editorial de esta revista la presenta como una revista de “abordaje multidisciplinario”, lo que se entiende como acogiendo artículos de diversas áreas disciplinarias que tengan a la infancia, adolescencia o a la juventud como temáticas de investigación. En efecto, en relevamiento hecho hasta 2024 sobre las áreas disciplinarias de los trabajos publicados en la revista (teniendo como criterio la formación disciplinaria de sus autores), la misma contaba con artículos provenientes de más de veinte áreas, entre ellas, Educación, Psicología, Sociología, Enfermería, Trabajo Social, Educación Física, Medicina. La cuestión, sin embargo, es: ¿en qué medida, y cómo, tal abordaje multidisciplinario camina hacia la construcción de un conocimiento interdisciplinario, o tan solo, favorece la colaboración más próxima de varias disciplinas en torno de la misma temática?
En una editorial de la revista Childhood, hace más de diez años, Leena Alanen (2012) discute cómo el campo de la infancia – tal vez mucho más de lo que los de sus “epistemes primas”, como el de la adolescencia y de la juventud – ha invertido en la colaboración próxima de diversas disciplinas. Hace más de dos décadas el campo de la infancia ha buscado la interlocución de investigadores de varias áreas disciplinarias, dando fe de la insuficiencia de una única perspectiva disciplinaria sobre las cuestiones en pauta. Iniciativas de fomento al diálogo y comunicación entre investigadores de diversas áreas disciplinarias, en proyectos de investigación, publicaciones y formación, han sido impulsadas, y han atenuado las rígidas fronteras disciplinarias en nombre de comprensiones más abarcadoras. Idealmente, como defiende Thorne (2007), la infancia debería tornarse un campo interdisciplinario. Sin embargo, frecuentemente, el camino más fácil e inmediato ha sido aquel de los “abordajes multidisciplinarios”, que pueden generar, segundo Alanen, tendencias positivas en el sentido de romper el aislamiento disciplinario de los investigadores que constatan la limitación de las visiones restrictas a sus disciplinas. Aun así, la interdisciplina exige mucho más que eso (TURNER, 2000): se busca, además, un cambio epistemológico en la dirección de nuevos conocimientos transversales a las disciplinas, o, inclusive, contra o antidisciplinarios, que problematicen la realidad de forma diferente y produzcan nuevos sentidos y comprensiones sobre la misma (KLEIN, 1996).
En muchos países del Sur Global, como Brasil, cambios en la generación de conocimiento científico, como aquellos deseados por la interdisciplina requieren más que colaboración mutua de investigadores interesados y atentos, pero, sobre todo, inversiones, recursos y políticas estatales que busquen fomentar la producción de conocimientos innovadores para las demandas sociales. Pires (2025), en un reciente artículo en la revista DESIDADES, discute, por ejemplo, cómo las instituciones de fomento a la investigación permanecen inercialmente en el registro estrictamente disciplinario para la evaluación de proyectos de investigación, lo que dificulta, o, inclusive, impide que proyectos interdisciplinarios en el área de las Ciencias Humanas, y de la infancia, consigan financiamiento. De este modo, la interdisciplina se coloca simplemente como un modismo intelectual más que, en este rincón del mundo, no produce la discusión, la problematización y la reestructuración necesarias de los sectores que se ocupan de fomentar y financiar las actividades científicas en Brasil.
Pero, yendo más lejos…la pregunta a hacerse es cómo los campos interdisciplinarios de la infancia, adolescencia y juventud pueden incorporar investigaciones vigorosas, innovadoras y densas para responder adecuadamente a los problemas sociales, cuando las formaciones de los futuros investigadores permanecen estrictamente disciplinarias, y raramente atraviesan las diferentes disciplinas, tanto en la formación de grado como en la de postgrado. Aquí me refiero particularmente a un Brasil en el que la institucionalización de la discusión interdisciplinaria en el(las) área(s) de la infancia, adolescencia y juventud, con miras a la formación, es casi inexistente. Diferentemente de otros países en que la formación en el nivel de postgrado en este(a) área(s) ha conseguido establecerse como campo multi o interdisciplinario, no tenemos aún un único programa de postgrado, stricto sensu, que responda a esta demanda. Así, la perspectiva interdisciplinaria carece de una “infraestructura”, no solamente de políticas de fomento a la investigación, sino de reestructuraciones en el modo de funcionamiento administrativo-académico de las propias Universidades en lo tocante a la transmisión de conocimiento científico. Si bien es cierto que, muchas veces, los planes de desarrollo institucional de las Universidades públicas pregonan la interdisciplina, los cambios para que de hecho ocurran exigen que se enfrenten las difíciles disputas en la redistribución de recursos humanos y materiales que sucederán en la medida en que otros modos de funcionamiento sean propuestos y consolidados, alterando relaciones de poder y privilegio existentes entre unidades, departamentos, centros, y así sucesivamente.
En este sentido, muchos son los obstáculos y dificultades para avanzar en el diálogo interdisciplinario, aún más en la provisión de conocimiento científico de carácter más abarcativo e innovador. En su edición 31°, DESIDADES promovió una Sección Temática sobre Interdisciplina entre los investigadores del NIAJ, Núcleo de Estudos da Infância, Adolescência e Juventude de la UFRJ. Fue un intento de traer a la discusión temáticas de este(os) campo(s) que demandan una mirada multi- o, inclusive, idealmente, interdisciplinaria. Por ejemplo, en el artículo de Cunha y Corsino (2021), los dos autores, un investigador en el área de la medicina, y, la otra, investigadora en el área de la educación, intentan articular una mirada interdisciplinaria sobre los “primeros mil días del niño” en que tanto el conocimiento de la medicina, como el de la educación, son esenciales para formular políticas más eficaces de cuidado a la primera infancia. A lo largo de la discusión, lo que se puede constatar es que la propia noción de niñez/infancia, como concepto científico, se transforma: deja de ser encarada solamente en su inscripción biológica – que demanda atención a la nutrición adecuada, por ejemplo- para tornarse una “persona” (Winnicott, 1982), un sujeto humano que, mas allá de nutrición adecuada, tiene, de modo prioritario, necesidades como escucha, cuidados, reciprocidad y calor afectivo para poder ser lo que es. En este sentido, lo que se coloca es que, solamente por el difícil diálogo interdisciplinario, nociones científicas más perfeccionadas pueden ser producidas. En este caso, la noción de “bebé”, o la noción de “niño hasta los dos años”, al inicialmente poder ser discutidas en el ámbito de abordajes multidisciplinarios, necesitan aún emerger como un nuevo concepto que problematice regímenes de verdades disciplinarias. Solamente así se puede alcanzar una formulación teórica más compleja y abarcativa que pueda, de forma más adecuada, dar respuestas societarias a lo que piden “el bebé”, o, “el niño de hasta dos años”.
Por lo tanto, los desafíos de la interdisciplina están colocados para el(los) campo(s) de la infancia, adolescencia y juventud. Investigar, formar investigadores y profesionales, y actuar en los campos aplicados de estas áreas, no pueden omitirse más, o evadirse, de la convocatoria de apertura, diálogo y construcción de nuevas comprensiones teóricas que puedan superar la super especialización científica de soporte disciplinar que puede fácilmente distanciarse de los propósitos emancipatorios que el conocimiento científico debe tener.
Lucia Rabello de Castro
Jefa de Edición
Referencias Bibliográficas
ALANEN, L. Editorial. Disciplinarity, interdisciplinarity and childhood studies. Childhood, vol. 19, n. 4, p. 419-422, 2012.
CUNHA, A. J. L.; CORSINO, P. As crianças e seus mil dias: articulações entre saúde e educação. DESIDADES, n. 31, p. 89-106, 2021.
FRODEMAN, R.; KLEIN, J.; PACHECO, R. The Oxford Handbook of Interdisciplinarity. UK: Oxford University Press, 2010.
KLEIN, J. T. Interdisciplinarity: History, Theory and Practice. Detroit, Michigan: Wayne State Press, 1990.
______. Crossing Boundaries: Knowledge, Disciplinarities, and Interdisciplinarities. Charlottesville; London: University Press of Virginia, 1996.
PIRES, F. F. Algo de novo: pesquisa e formação na área da infância, adolescência e juventude. DESIDADES, n. 41, p. 17-29, 2025.
THORNE, B. Editorial: Crafting the interdisciplinary field of childhood studies. Childhood, vol. 19, n. 1, p. 147-152, 2007.
TURNER, S. What are disciplines? And how interdisciplinarity is different? Em: WEINGART, P.; STEHR, N. (Eds.). Practising Interdisciplinarity. Toronto: University of Toronto Press, 2000. p. 46-65.
WINNICOTT, D. W. O bebê como pessoa. Em: WINNICOTT, D. W. A criança e o seu mundo. Rio de Janeiro: LTC, 1982.
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