Reseña por Alfredo Guillermo Martin
Educación anti-colonial y pedagogía desde los movimientos sociales. Una propuesta transdisciplinar, transcultural y política desde la primera revolución antiesclavista latinoamericana.
¿Cómo se relacionan la educación y los movimientos sociales anti-coloniales? ¿Cuáles vinculaciones se pueden pensar y, sobre todo, hacer entre la cultura, la pedagogía y la historia latinoamericana? ¿Existen puentes entre los pensamientos y las obras de estos dos gigantes sin fronteras: Frantz Fanon y Paulo Freire? En este libro escrito a dos manos y muchas voces (Senghor, Cabral…), encontramos pistas concretas de trabajo, herramientas conceptuales, desafíos éticos, horizontes abiertos que permiten construir nuevas perspectivas epistemológicas y políticas.
Desde el comienzo se reclama para el negro colonizado (y todos estamos encarnados en ese devenir…) otro estatuto: el de ser SUJETO antropológico. Grito haitiano proclamado desde 1804, cuando los esclavos negros combatieron por su libertad y, derrotando al ejército bonapartista, proclamaron la primera victoria anti-colonial de nuestra América.
Ese grito negro antillano tiene un eco insospechado en ese otro negro martiniqués y psiquiatra, que luchó y denuncio y analizó muy profundamente el colonialismo francés en Argelia. Y el eco sigue y sigue y llega al corazón de otro negro actual, haitiano y educador ambiental, que co-escribe esta obra junto con un brasilero y educador solidario.
Es un grito ensordecedor que nos dice, en estas páginas, que la pedagogía puede y tiene que ir mucho más allá de las técnicas y los currículos, que necesita arraigarse en los combates de una nueva sociedad, justa y solidaria, inspirarse en los movimientos sociales, alimentarse de responsabilidad y respeto a las alteridades, superar para siempre la colonialidad del otro. Son gritos que nos vienen desde el fondo de nuestra historia africana, de nuestro común origen humano en nuestra Madre África.
Tanta es nuestra sordera instituida por la educación bancaria denunciada por Paulo Freire, por los colonialismos de ayer y de hoy (Malvinas…) que nuestras raíces y rizomas continentales tienen que gritar, sangrar, estallar, para ser oídos. Si Fanon es todavía poco conocido en nuestra pobre América aún colonizada, ésta es una oportunidad para conocerlo y reconocerlo; Fanon estudia psiquiatría y se especializa en Psicoterapia Institucional como alumno de Tosquelles en Francia, en los años de posguerra, siendo nombrado director del hospital psiquiátrico en Blida; allí continúa sus análisis de la conciencia colonizada que había comenzado em su tesis, inventando nuevos dispositivos de cura que incluían las dimensiones socio-culturales. Analiza a los resistentes, víctimas de tortura, y también algunos torturadores.
Una faceta desconocida de Fanon es la de autor de piezas de teatro, así como de escritos clínicos y políticos de relieve (recientemente publicados en francés1). Si sus profundos análisis de la conciencia del colonizado que sueña con volverse perseguidor (pero no nuevo colonizador), de las grandezas y debilidades del espontaneísmo o la problemática de la conciencia nacional son cada día más válidos; si los aportes de Paulo Freire a la pedagogía del oprimido y sus propuestas metodológicas para resolver el analfabetismo son cada vez más empleadas e imprescindibles tanto en América latina cuanto en África, entonces un estudio como el presente es una valiosa contribución transdisciplinar que puede ayudarnos a mejor comprender las relaciones entre miseria e inhibición cultural, entre la escuela como lugar de resistencia y las luchas íntimas en esos campos de batalla que la psicología de la liberación, junto con las historias escondidas de los pueblos ayudan a revelar.
¡Cuán poco sabemos de Haití, su historia y su cultura, su gente y sus sueños… y cuánto tenemos que aprender de ese pueblo hermano y maestro, de sus luchas, de sus tragedias, de sus seculares resistencias! Aquí encontraremos algunos hechos importantes en los cuales inspirarnos. Desde la gesta revolucionaria hasta la deuda re-colonial externa eterna, impuesta por Francia como un primer bloqueo a la expansión de esa primera revolución por el resto de América, desde la catástrofe del terremoto de 2010, con sus secuelas de militarización permanente del país y un desvío institucionalizado del 80% de la ayuda externa hacia las ONG, hasta la problemática educativa en todos sus niveles: analfabetismo crónico, deserción escolar, falta de profesores en todos los niveles, baja formación del plantel docente, presupuesto exiguo etc. que compartimos en muchos otros países de ambos continentes.
Haití como un espejo en el cual podemos reconocernos…su cultura ¿está al servicio de quién? ¿De qué? En ese pequeño país crece la corrupción de las clases políticas, sometidas a décadas de sangrientas dictaduras y falsas democracias, situación sintetizada en su dictado popular: “la Constitución es de papel, las bayonetas son de acero”, que nos recuerdan los autores.
¿Cómo resolver ese dilema? En primer lugar, también recordando que ese, como todos los dilemas, es falso: siempre hay otras posibilidades escondidas, otras vías a inventar. Si recordamos aquel juego infantil al que todos/as hemos jugado alguna vez, tal vez podamos encontrar una salida. Papel, piedra, tijera…sí! Lo que puede enfrentar y quebrar la bayoneta es la piedra, una dura y ancestral piedra hecha de esa resistencia mineral de los pueblos colonizados, de todos(as) los(as) negros e indios cimarrones, obreros(as) y campesinos(as), que entre favelas y quilombos, huelgas y reivindicaciones sociales, hacen crecer la inconformidad cultural que nos lleva a las tentativas de descolonización educativa, a las resistencias de todos(as) pese a todo.
Esa piedra continental y multicolor solo podrá ser envuelta con el papel de una educación liberadora, irrigada por pedagogías alternativas que le dará las palabras para decir y gritar, los conceptos para pensar por sí misma, la organización autónoma necesaria para construir más allá del espontaneísmo, los caudillismos populistas, las pseudovanguardias pseudoesclarecidas, los mesianismos alienantes de los cuales desconfiaba, con razón, Fanon.
A los que creen que la cultura es más débil que las bayonetas, preguntamos cuántos Francos serán necesarios para enfrentar el pincel inmortal del Guernica de Picasso…y todas las fuerzas del Arte están siempre presentes irrigando con su sangre nueva las venas abiertas que supo gritar Eduardo Galeano. Nunca olvidar que fue y es el sudor de los negros lo que construyó la riqueza del primer mundo, martillaba Fanon; nadie libera a nadie, nadie se libera solo, sólo podemos liberarnos entre todos, remartillaba Freire en su siempre presente llamado a la creación de los Círculos Culturales.
Nuestro querido pedagogo brasileño enfatizaba: tenemos que aprender a leer el mundo, no sólo las letras del alfabeto. Ésa es la base, la perspectiva, de toda educación liberadora de las opresiones. Resuenan en estas páginas estos golpes de conciencia y lucidez, para recordarnos (repasar por el corazón) que los movimientos sociales –muchas veces por fuera de los partidismos políticos- fueron, en Argelia, en Haití, en tantos otros lugares, los artesanos educativos del anticolonialismo que sacudió los aparatos estatales y derrumbó dictaduras.
¿De quién aprender qué? ¿Qué necesitamos saber y para qué, para quiénes? Estas y otras cuestiones son tratadas en este libro, en el cual no encontraremos recetas, sino señales, huellas; como decía el gran poeta y resistente contra el nazismo René Char: “solo los signos nos hacen soñar”.
Ya fueron puestos en práctica diversos dispositivos pedagógicos con una inspiración alternativa: Freinet y la Educación Nueva, con sus alumnos creando y publicando sus propios libros de lectura en la sala de clase de su escuela rural, con su propia imprenta; Raymond Fonvieille creando la Pedagogía Institucional autogestionaria con alumnos de clases populares en la periferia parisina, organizando la vida cotidiana de la clase, las actividades de cada materia, las auto-evaluaciones, las salidas de campo etc., sin olvidar las experiencias de la guerra de España que inspiraran la escuela de Félix Carrasquer en los campos de Aragón y también a Francesc Tosquelles en el campo de la salud mental.
Nada de cabezas vacías a ser llenadas con contenidos hechos desde afuera y desde arriba, con la mirada aislada y el espíritu de competición ascendente; bien al contrario, el envolvimiento comunitario y sus movimientos históricos, sus necesidades sociales y su creatividad cultural, es el fuego que enciende los aprendizajes cotidianos, desde una horizontalidad constructiva permanente y con una mirada virgen de manipulaciones.
Crear otras pedagogías desde esos movimientos, con una mirada grávida de equidad, de solidaridad participativa, activa y consciente de la comunidad educativa, es no sólo posible sino indispensable. Este libro es un ladrillo sólido en ese edificio que construimos codo a codo.
Referencias Bibliográficas
NOGARO, A.; PROSPERE, R. Educación y transformación social en/de Haití a la luz (de la pedagogía obrera) de Frantz Fanon. 1ªed. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLACSO; San Pablo: Mercado de Lestras, 2018.
Palabras clave: anti-colonialismo, movimientos sociales, pedagogía, Haití, educación.
Fecha de recepción: 23/08/2018
Fecha de aceptación: 27/08/2018