“’Porque así soy yo’. Identidad, violencias y alternativas sociales entre jóvenes pertenecientes a ‘barrios’ o ‘pandillas’ en colonias conflictivas de Zapopan”, de Rogelio Marcial Vázquez y Miguel Vizcarra Dávila

Los autores trabajan de modo apurado la noción de tejido social raído, producto y proceso de la articulación entre diferentes modalidades de violencia (estructural, latente y colateral) y que causan daños significativos a las relaciones interpersonales y la ciudadanía. Lo que distingue la investigación-intervención es el hecho de haber proporcionado la participación de jóvenes pertenecientes a pandillas en actividades que promovieran la resolución pacífica de conflictos entre grupos rivales y potencializaran sus capacidades organizativas y de liderazgo para convertirles en agentes de cambio social en sus comunidades.
En un escenario marcado por la ausencia de políticas públicas, de medidas institucionales de combate a la violencia e inseguridad pública, falta de espacios de ocio, fácil acceso a grupos que realizan actividades ilícitas, carencia de infraestructura urbana, violencia intrafamiliar, pobreza y marginalidad, el desafío ha sido efectuar la investigación a partir de otra política de vida, activando la relación entre pensamiento, acción y sensibilidad y convocando diferentes actores sociales a la corresponsabilidad frente a los efectos producidos sobre las vidas individuales y colectivas.
La investigación ha adoptado una perspectiva interinstitucional, articulando gobiernos federal y local, la academia, sectores de la sociedad civil organizada y la población de las comunidades, con el objetivo de elaborar acciones a partir de los territorios existenciales en una perspectiva de conocimiento situado. Aspectos geográficos, históricos, sociales, culturales y económicos son cuidadosamente abordados para un entendimiento del tipo de dificultad a ser enfrentada, así como las posibilidades de movilización en cada comunidad.
Prevalece también una prerrogativa de trabajo en redes, considerando la participación de los jóvenes en un circuito integrado (Haraway, 2009), que informa sobre la permeabilidad de las fronteras público-privado, cuerpo personal y cuerpo político y la necesidad de comprender los elementos del circuito simultáneamente, de modo a acceder a la complejidad de los sistemas de significación que circunscriben las prácticas sociales en torno a la juventud ‘pandillera’. Entre estos elementos destacan: la casa, la calle, el vecindario, el lugar de trabajo, el Estado, la escuela, referentes religiosos, los medios de comunicación de masa.
Los autores llevan a cabo un rico análisis de los discursos sociales producidos por los medios de comunicación locales, con destaque para la forma como los periódicos, radios y programas de televisión abordan la juventud ‘pandillera’. El entendimiento vehiculado por estos medios de que los jóvenes se adscriben a las pandillas debido a la identificación con prácticas de delincuencia se identifica con el posicionamiento de criminalización de la juventud pobre, destacando las prácticas violentas como un referente directo de las actividades de esos grupos. El discurso de criminalización de la juventud también se extiende a las familias, a las que caracteriza como desestructuradas.
La desestructuración familiar es un fuerte referente para la explicación dada por las personas de las comunidades acerca del envolvimiento de los jóvenes en pandillas, aunque también consideran que, en un contexto marcado por la absoluta falta de seguridad pública, la inserción en esos grupos es natural; desde muy temprano jóvenes, hombres y mujeres necesitan aprender a defenderse. Aquí dos aspectos llaman la atención: el aprendizaje de la autodefensa y la feminización de la violencia. Respecto al primero, retomo la referencia a Helinho, el príncipe ‘justiciero’ de Camaragibe. Como joven de una de las periferias más violentas de Brasil, se otorga la tarea de proteger a los suyos ante las ‘almas sebosas’. En el contexto de la investigación de los barrios populares de Guadalajara, Helinho se multiplica en tantos otros jóvenes que hacen justicia por las propias manos, sea entre pandillas rivales de la misma comunidad o de otra, sea en el enfrentamiento directo con la policía, representante del Estado en esos lugares donde no se afianza la ciudadanía: “(…) Quiero el terreno, ya lo he marcado, y en las noches me convierto en enemigo del Estado. Y así yo ando, con mucho honor (…)”4.

4 – Fragmento del Rap “Porque así soy yo”, de Neggro Azteka, presentado en el comienzo del libro.
Jaileila de Araújo Menezes jaileila.araujo@gmail.com Psicóloga, Maestra e Doctora en Psicología, Profesora del Departamento de Psicología e Orientaciones Educativas del Centro de Educación y de la Post-grado en Psicología (Universidad Federal de Pernambuco, Brasil). Investigadora del Grupo de Estudios e Investigación sobre Poder, Cultura e Prácticas Colectivas (GEPCOL) de la misma universidad.