Los movimientos colombiano y brasileño: contribuciones e interrogaciones
La irrupción de Internet en la vida social ha sido considerada desde ópticas diferentes e incluso desde posturas extremadamente opuestas. Así, por ejemplo, esta incorporación de Internet en la vida contemporánea ha sido calificada como sinónimo de opresión, de restricción de las libertades individuales, e incluso, de “la política de lo peor” como lo afirman autores como Paul Virilio (1996). Y en cambio, lejos de la mirada de los determinismos opresores ha sido concebida bajo premisas radicales como la que afirma categóricamente que nadie controla Internet, como lo sostiene Manuel Castells (2001). Asimismo, autores como Cardon (2010)3, desarrollan un trabajo de captura de información online y offline4 que se orientan a profundizar la investigación empírica y la conceptualización que allí se puede derivar desde un trabajo interdisciplinar.
¿Qué significa movilizarse en torno a determinadas causas en un contexto en que las prácticas de convocatoria, difusión, organización y protesta pasan por la mediación de plataformas digitales como Facebook? Múltiples son las especulaciones sobre los impactos de las tecnologías digitales en la vida contemporánea. Sin embargo, menos abundantes son los trabajos que realizan una indagación empírica que incluya la captura y procesamiento de datos provenientes de aquellas tecnologías digitales, que permitan apreciar los usos y apropiaciones concretas que los diversos actores hacen de las mismas.
Por ello consideramos que toda tentativa de respuesta a este tipo de preguntas conviene pasar por una exploración empírica que interrogue las singularidades y aspectos en común de los procesos online y offline a partir de un enfoque que privilegie una mirada inductiva -especialmente valiosa en un terreno poco explorado como el que aquí nos ocupa -, que alimente las reflexiones fundadas en los usos, actores y contextos concretos y contribuya a superar la profusa especulación, los determinismos y el sentido común que predominan en esta materia. Comencemos entonces por presentar sucintamente nuestros casos y la aproximación empírica realizada en el marco de esta investigación.
Primero Túnez, después fue Egipto, y más tarde en gran parte del norte de África y el medio oriente, luego en España, Irlanda, Grecia e Israel; cientos de miles de estudiantes, desempleados, trabajadores y ciudadanos del común colman plazas y parques, contra un orden económico internacional inicuo y que se encuentra en fase de declive. En América Latina los estudiantes de Puerto Rico, Colombia y otros países se movilizan bajo el norte de la lucha social en Chile que ya completa más de 3 meses de tomas y marchas estudiantiles (…). (Declaración de la Mane, 20 y 21 de agosto de 2011).
Por una parte, un movimiento estudiantil sin precedentes en las cuatro décadas ve la luz en Colombia. Una serie de movilizaciones contra el proyecto de reforma de la ley 30 que reglamenta el sistema de educación superior en Colombia se realizan en el año 2011, considerando que esta reforma se traduce en un proyecto de profundización de la privatización de la educación que inicialmente incluía, entre otras, darle vía libre al ánimo de lucro de las instituciones de educación superior en el país5. Tras varios meses de efervescente protesta, en el mes de agosto el movimiento toma cuerpo en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (Mane) que se constituye en un espacio amplio de convergencia tanto de una multiplicidad de colectivos y organizaciones como de sectores sin ninguna adscripción organizativa. El movimiento inicialmente poco visible en los medios masivos de comunicación tradicionales, posteriormente aparece en los titulares de los mismos. Tras varios meses más de movilizaciones que incluyeron un Paro Nacional Universitario durante más de un mes, el proyecto de ley en cuestión es finalmente retirado por parte del gobierno nacional en cabeza de Juan Manuel Santos y el movimiento levanta el paro, hecho que marca un momento cumbre del movimiento, que no sin tensiones internas, representa una importante victoria tras lograr el retiro del proyecto de ley y afirmarse en su lucha por la defensa de la educación pública.
Novos ventos sopram no mundo. A força das idéias e da organização dos povos recoloca esperanças diante da melancólica ordem imposta pelos poderosos. Uma sociedade pautada pelas regras infinitas do mercado é uma sociedade sem futuro. O povo que se levanta em todos os continentes é rebelde por muitas causas. O autoritarismo das péssimas condições de vida somado à prisão de ser governado por regimes pseudo-representativos é o que dá o tom deste novo grito (…). (Manifesto 1, Blog Ocupa Sampa)6.
Por otra parte, durante estos meses decisivos para la Mane, en Sao Paulo, así como en otras ciudades del mundo y de Brasil, se configura un movimiento local inspirado en los Indignados de la Península Ibérica y en respuesta al llamado del movimiento global Occupy7 hecho el 15 de octubre conocido como #15O. Este movimiento retoma y hace propias las consignas “Somos el 99%” y “Democracia real ya!” sin ser una copia de aquellos movimientos: Ocupa Sampa reúne distintas personas críticas del sistema económico y del régimen democrático que han experimentado y se convierte en la convergencia de un amplio y diverso conjunto de reivindicaciones. Su nombre en extenso, como fue registrado en la más concurrida de las páginas registradas en Facebook, “Acampa Sampa Ocupa Sampa” hace referencia a la modalidad de manifestación (acampada), y la naturaleza del movimiento, como parte de los Occupy y al tiempo como un movimiento paulista. Este movimiento habría reunido cerca de 600 jóvenes con 250 carpas ubicadas en el Vale do Anhangabaú, bajo el viaduto do chá (Oliveira; Segurado, 2014) durante cerca de un mes y medio, antes de ser desalojados por la policía para reinstalarse en otros espacios públicos. Los “Indignados de Sao Paulo” (Oliveira, 2014) auto-gestionaron un modo de vida colectivo, en protesta contra un sistema desigual y a través de un conjunto de acciones hicieron posible una experiencia colectiva, local e internacional sin precedentes.
Tras haber realizado un trabajo de campo que incluyó fuentes online y offline, en particular entrevistas8 a jóvenes activistas y la construcción de una base de datos provenientes de las páginas Facebook de ambos movimientos, pudimos observar una serie de elementos, a partir de la integración en un mismo análisis de ambas dinámicas (online y offline). Ambos movimientos se desarrollaron con independencia el uno del otro y sin embargo un acto los puso en relación: se trata de la Marcha Continental por la Educación como iniciativa de los movimientos estudiantiles colombiano (Mane) y chileno (Confech9) convocada para el 24 de noviembre de 2011 y cuyo llamado fue atendido en varios países y movimientos, como fue el caso de Ocupa Sampa, que se sumó a este llamado. Ahora bien, más allá de este extraordinario vínculo que logró juntar en una misma manifestación internacional diversas movilizaciones locales, los dos movimientos compartieron una serie de significativos aspectos en común. Entre ellos, algunos de los más destacados son: el uso intensivo y extensivo de plataformas digitales, sin cuya mediación ninguno de ellos hubiese adquirido la forma y modo de funcionamiento que adquirió; su carácter “apartidista” (no confundir con “anti-partidista” ni con “apolítico”)10 que incluye una declaración explícita según la cual el movimiento no le pertenece a ningún partido político, y a su vez no impide que sus miembros participen con independencia de su pertenencia o no a estructuras partidistas, y su estructuración interna, que en estrecha relación con lo anterior, toma cuerpo buscando un modo de organización diferente al de los partidos políticos, como los son la carencia de un líder, un modo de funcionamiento por comisiones y la búsqueda de modalidades de decisión consensuales no centralizadas.
3 Dominique Cardon, a propósito de “la democracia Internet” habla de dos transformaciones fundamentales “(…) de una parte, el derecho a tomar la palabra en público se extiende (…) y de otra parte las conversaciones privadas se incorporan al espacio pֶúblico (…) si el espacio público se abre a la intervención cada vez más activa de los individuos es, entre otras, porque las maneras de ser se transforman. Esta apertura del espacio público a los individuos implica consecuencias de primer orden. Ella introduce en el mundo de la información y de la política maneras de estar juntos, de interactuar y de cooperar que permanecían hasta entonces restringidas al espacio de las sociabilidades privadas” (Cardon, 2010, p. 11). Traducción de la autora.
4 El proyecto Algopol (S.f.) es uno de los ejemplos al respecto.
5 Una ampliación más detallada sobre el despliegue de la Mane y del polémico proyecto de ley puede consultarse en Cruz (2013).
6 “Nuevos vientos soplan en el mundo. La fuerza de las ideas y de la organización de los pueblos recoloca esperanzas ante la melancólica orden impuesta por los poderosos. Una sociedad pautada por las reglas infinitas del mercado es una sociedad sin futuro. El pueblo que se levanta en todos los continentes es rebelde por muchas causas. El predominio de las pésimas condiciones de vida sumado a la opresión de ser gobernados por regímenes pseudo-representativos es lo que marca el tono de este nuevo grito (…).” Traducción nuestra.
7 El trabajo titulado “Occupy, movimentos de protesto que tomaram as ruas”, en el cual participaron diversos autores constituyó una de las primeras contribuciones al análisis del movimiento Occupy en Brasil y en el mundo (Harvey et al, 2012).
8 Una mención especial de reconocimiento y agradecimiento a la Profesora Rita de Cássia Alves Oliveira (PUC São Paulo, Programa de Estudos Pós-Graduados em Ciências Sociais) por haber compartido y colaborado en una misma aventura de investigación sobre los movimientos juveniles y el uso de tecnologías digitales en Colombia y Brasil y cuyo aporte a esta investigación fue decisivo.