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Riesgo y vulnerabilidad: puntos de convergencia en la producción brasileña sobre juventudes

Vulnerabilidad y riesgo: convergencias conceptuales en el estudio de la juventud

Buscamos entonces las principales bases teóricas que dan subsidios a la aproximación entre las categorías riesgo y vulnerabilidad con los estudios sobre juventud y a continuación presentamos un panorama de las producciones nacionales en el nuevo milenio sobre juventud, analizando qué elementos fundamentan los argumentos sobre la vinculación de esas categorías conceptuales.

A partir del siglo XVI, en las lenguas indoeuropeas, cuando ya se concebía la relación con el tiempo futuro y la posibilidad de controlarlo, surge el término «riesgo» (Spink et al., 2008). En un uso más contemporáneo, Beck (2010) defiende el advenimiento de un modelo social que se presenta como resultado del tránsito de la sociedad de clases a la sociedad de riesgo. Para Spink (2001), este tránsito también tendría una relación con los cambios históricos en la forma en que se relacionan con el tiempo futuro – entre un futuro basado en la solidaridad a un futuro basado en la gestión de riesgos.

Riesgo, por lo tanto, es un término polisémico y con usos históricos variados. La percepción del riesgo puede tener una base científica – a partir del conocimiento empírico de que algo puede traer una consecuencia no deseable – como puede revelar un aspecto imprevisible – por ejemplo, la percepción de que algo es arriesgado justamente por no tener conocimientos profundos respecto del fenómeno. Así, es posible percibir que el riesgo no siempre es concebido como tal por ser calculable o previsible, pero siempre está relacionado con un no-evento capaz de movilizar una acción.

Tres tradiciones discursivas sobre riesgo son sintetizadas por Spink et al. (2008), que fueron nombradas como riesgo-peligro, riesgo-probabilidad y riesgo-aventura. La primera tradición está relacionada con la idea cotidiana de estar en peligro o «arriesgarse», que se traduce en el lenguaje psicológico por «comportamiento de riesgo» (Puentes, 2011), temática que se aproxima al concepto cultural de juventud, ya que el simple hecho de ser joven en nuestra cultura, es visto como una condición de riesgo. La segunda tradición está relacionada con la idea de control, cuando ya se calcula probabilísticamente las posibilidades de que un determinado evento suceda de determinada manera. También aquí la juventud se coloca como objetivo, por su entendimiento común marcado por crisis de identidad e inestabilidad, vulnerable al riesgo. La tercera ve el riesgo en un aspecto positivo, un riesgo deseado, que causa satisfacción personal (Spink et al., 2008). Aquí la juventud toma la dimensión de protagonista con su comportamiento abierto a la aventura ya la disposición para arriesgarse.

Con respecto a la categoría «vulnerabilidad», la mirada se centra en las estructuras sociales vulnerables o condicionamientos de vulnerabilidades (Castro; Abramovay, 2005). Por lo tanto, por un lado, podemos hablar de la vulnerabilidad referida a la noción de riesgo, específicamente en la tradición discursiva de riesgo-peligro. En este caso, el joven aparece a partir de su experiencia de protagonizar escenas de violencia urbana y de participación en conductas infractoras. La vulnerabilidad indicaría una situación en la que hay peligro en relación con la integridad física, moral, social, económica, psicológica etc. Por otro lado, las discusiones sobre este tema se refieren a la vulnerabilidad social, con énfasis en las condiciones precarias de apoyo que brinda la asistencia social, incluyendo la ausencia del Estado, así como, la poca efectividad y desarticulación de las políticas públicas en todas las áreas.

El concepto de vulnerabilidad social se articula con la percepción de que el lugar de vivienda y la calidad de vida inapropiada de la familia pueden ser factores de obstáculo en la realización de los proyectos personales del joven, al mismo tiempo que favorecen estilos de vida y de integración social, que pueden agregar riesgos a su trayectoria (Correa; Souza, 2011). La vulnerabilidad social es tratada aquí como el resultado negativo de la relación entre la disponibilidad de los recursos materiales o simbólicos de los actores, ya sean individuos o grupos, y la falta de acceso a la estructura de oportunidades sociales, económicas, culturales que provienen del Estado, del mercado y de la sociedad (Abramovay et al., 2002).

Pero hay que considerar otra mirada que se lanza sobre el tema de la vulnerabilidad y propone una teorización «positivada» al respecto. Castro y Abramovay (2005) traen la pertinencia de la combinación de enfoques en políticas públicas para las juventudes con la participación de los propios jóvenes, por vectores que no se confundan con el clientelismo o la manipulación política, sino que se ecuacionen con la accesibilidad a distintos recursos, incluso el de hacer y cambiar la política. Se trata de lo que podemos llamar «vulnerabilidades positivas», que trae para el debate el enfoque de la positividad y no el de riesgo-peligro al tratar de vulnerabilidad social.

Esta perspectiva se vincula con la propuesta del riesgo-aventura, como un riesgo activo, en qué la persona es capaz de someterse a grandes desafíos, por la “adrenalina”, con alta dosis de emociones, según Spink et al. (2008). A pesar de colocarse en el límite entre vida y muerte, por ejemplo, para jóvenes que practican deportes radicales o actos infractores, el peligro es el propio motor para la acción y amplía la discusión sobre una «vulnerabilidad positiva», cuando se aprende por lo vivido a tejer formas de resistencias, formas de lidiar con los riesgos y obstáculos de modo creativo. Es cuando las vulnerabilidades vividas traen la semilla positiva de «un poder simbólico de subversión» (Bourdieu, 2001, p.15), y pueden ser consideradas desde la perspectiva de Abramo (1997), como característica cultural positiva de las juventudes.

El camino para el análisis de la articulación entre las tres categorías

Se realizó una recopilación de las producciones científicas nacionales en Psicología, de 2000 a 2015, en Portal Capes, cuyos artículos analizados están representados abajo en las Tablas 1 y 2. Aunque habíamos establecido ese período, sólo identificamos artículos a partir de 2005. Se utilizan los descriptores combinados «jóvenes en riesgo» y «juventud y vulnerabilidad» y se relacionan todos los que aparecían con los criterios de inclusión: año de publicación, sólo los artículos de revistas nacionales y en portugués.

Tabla 1. CUADRO SÍNTESIS | DESCRIPCION: Juventud y Vulnerabilidad


Fuente: Portal de Periódicos CAPES

Tabla 2. CUADRO SÍNTESIS | DESCRIPCION: Juventud y Riesgo


Fuente: Portal de Periódicos CAPES
Sobre la base de esta recopilación, podemos evaluar que la relación entre las tres categorías se concentra en perspectiva de riesgo-peligro asociados a las vulnerabilidades sociales que están inmersos los jóvenes, pero no todos. Las lentes de los investigadores se dirigen hacia los jóvenes pobres, de cierta forma, homogeneizándolos, en el sentido de que son vistos como sujetos a los efectos de las vulnerabilidades sociales, que los ponen en riesgo. Como tal, deben ser sometidos a acciones y políticas que prevengan y o controlen las desviaciones previstas en su conducta, así como los hacen objetos de esas acciones para conducirlos al mercado de trabajo y a la condición adulta como mantenedor de la sociedad vigente. Ese control se centra en el cuerpo, en la sexualidad, las emociones y las interacciones sociales de estos jóvenes.

Para entender lo que estamos diciendo, basta verificar que tanto en los artículos encontrados usando los descriptores «juventud y riesgo», como «juventud y vulnerabilidad», los temas que aparecen en mayor cantidad están ligados a las siguientes problemáticas: sexualidad, sea sobre la vivencia del joven, sea sobre los riesgos a que están expuestos (violencia sexual, abuso sexual, enfermedades sexualmente transmisibles y embarazo); prácticas desviadas (jóvenes en conflicto con la ley, drogas); el fenómeno de la violencia, tanto la que los jóvenes practican como de la que son víctimas, en especial la violencia física, que ocurre tanto en el espacio familiar como en las calles e instituciones que frecuentan.

De los 44 artículos analizados en las dos pares de categorías (juventud y vulnerabilidad, juventud y riesgo), 13 de ellos se distribuyen entre ensayo teórico, análisis documental e investigación teórica. Los 31 restantes involucran la participación de jóvenes y sólo uno de ellos se refiere a jóvenes de las clases más acomodadas, al abordar el consumo entre universitarios. Otros cinco incluyen a jóvenes de clases sociales variadas y tratan temas sobre el espíritu emprendedor y la expectativa de futuro, la exposición de contenidos en Internet por jóvenes, la movilidad urbana, el autoconcepto y el consumo de alcohol, la religión y la orientación sexual. Todos los demás, es decir, 25 de ellos se refieren a jóvenes de las capas populares y relacionan las categorías analizadas a la pobreza, al comportamiento de riesgo, a la exclusión social y a la violencia.

Observamos que hay una mayor diversidad en el caso de la conjugación «juventud y riesgo», en la medida que aparecen ensayos teóricos y discusiones conceptuales sobre temas amplios, tales como sensación de riesgo, condición juvenil, la resistencia y la identidad, por ejemplo. Además, los jóvenes participantes de los estudios empíricos en este caso también son de diferentes grupos sociales. Sin embargo, las capas jóvenes populares, entre ellos los jóvenes de las escuelas públicas, de programas sociales o identificados como en la calle o en riesgo, continuaron siendo los protagonistas de la mayoría de los estudios mencionados en esos artículos.

Otros segmentos juveniles, tales como indígenas, jóvenes rurales o de asentamientos rurales, con discapacidades (sordos, ciegos, discapacitados físicos y mentales) para señalar algunos, sin embargo, no aparecieron en los informes de las investigaciones o en los informes de experiencia de los artículos analizados. ¿Qué puede indicar este hecho? ¿Que son sólo los pobres quienes son socialmente vulnerables y en situación de riesgo? ¿La explicación estaría en que los investigadores priorizan la elección de los jóvenes de las capas populares?

Con este panorama, entendemos que en la relación entre riesgo y vulnerabilidad son claros los efectos de la clase social sobre la experiencia de riesgo, especialmente, en el caso del denominado riesgo-peligro (Spink et al, 2008). Incluso, si en la sociedad de control, el riesgo se considera que alcanza a todos sin distinción de clases, la tendencia de vincular a una capa social particular a situaciones de riesgo es evidente y así lo expresa Beck (2010, p. 49): «Hay una sistemática ‘fuerza de atracción’ entre pobreza extrema y riesgos extremos”.

En cuanto a los artículos donde el tema de la juventud se liga a la vulnerabilidad, la única excepción, en cuanto a los participantes, casi exclusivamente de las clases populares, se refiere a los jóvenes de un grupo de teatro. Todos los temas abordan la vulnerabilidad en su negatividad y vinculan aspectos que ya destacamos como riesgo-peligro, precariedad vital o laboral, violación de derechos y políticas públicas para los jóvenes de las clases populares.

Es importante aclarar que la encuesta se limita al Portal de Revistas CAPES, que, a pesar de su alcance representativo, no agota todas las revistas, y también, como ya hemos dicho, no incluye libros, capítulos, tesis y disertaciones. Por lo tanto, no se hizo una búsqueda exhaustiva, sino una recopilación panorámica. Tampoco se trata de un análisis evaluativo de la calidad de los estudios o de los artículos, porque el hecho de estar publicados ya garantiza el mérito de todos. Nuestro propósito era evidenciar elementos concretos para apoyar la discusión acerca de una posible tendencia a la naturalización y homogeneización de los jóvenes brasileños, en particular los segmentos desfavorecidos socioeconómicamente, cuando se percibe esa tendencia en los estudios sobre este público.
 

Daniele Jesus Negreiros danielejn@gmail.com

Máster en Psicología por la Universidade Federal do Ceará (UFC), Brasil, Especialista en Salud del Adulto Mayor por la Universidade Estadual do Ceará (UECE), Brasil, con licenciatura en Psicología por la Universidade de Fortaleza (UNIFOR), Brasil. Miembro del Comité Cearense para la Prevención de Homicidios en la Adolescencia vinculado a la Asamblea Legislativa del Estado de Ceará.

Isadora Dias Gomes  isadoradg@gmail.com

Máster en Psicología por la Universidade Federal do Ceará (UFC), Brasil, y doctoranda en Psicología por la misma institución. Graduada en Psicología por la Universidade Federal de Pernambuco (UFPE), Brasil. Docente del Centro Universitario DeVry – UNIFANOR, Ceará, Brasil.

Veriana de Fátima Rodrigues Colaço verianac@gmail.com

Doctora en Educación por la Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Brasil, con posdoctorado en Psicología por la Universidad de Barcelona, España. Máster en Educación por la Universidade Federal do Ceará, Brasil. Profesora Titular del Departamento de Psicología de la Universidade Federal do Ceará, Brasil.

Verônica Moraes Ximenes vemorais@yahoo.com.br

Profesora Titular del Departamento de Psicología de la Universidade Federal do Ceará y del Programa de Postgrado en Psicología de la Universidade Federal do Ceará. Doctora en Psicología por la Universidad de Barcelona con Postdoctorado en Psicología por la Universidade Federal do Rio Grande do Sul.