Entrevista del equipo editorial de DESIDADES a Flavia Cristina Silveira Lemos
En los últimos años se ha podido observar una creciente interferencia del Estado, regulando, a través de leyes y normas, los comportamientos de las familias y los adultos en el cuidado de los niños. La imposición de patrones normativos legales sobre las relaciones de los niños con adultos, padres y educadores, o compañeros de escuela parece crear un foco de tensión, pues los individuos involucrados se sienten desautorizados respecto de las orientaciones que los guiaban hasta entonces. El envolvimiento del aparato jurídico en cuestiones ligadas a la educación, la formación de valores y los modos de convivencia de los niños con sus adultos significativos aparece cada vez más como una “realidad necesaria”, lo que refuerza la percepción de falta e incompetencia de las familias, los educadores y los que son responsables por cuidar de los niños.
En la sección Espacio Abierto de esta edición el equipo editorial de DESidades entrevista a la Profesora Flavia Cristina Silveira Lemos, de la Universidade Federal do Pará, que discute los problemas y desafíos de la intervención del aparato jurídico sobre la convivencia de los niños con sus otros y los impactos directos en la vida de las familias.
Flávia Cristina Silveira Lemos: Investigo sobre los derechos del niño y el adolescente hace 15 años y estudio los trabajos de Michel Foucault hace 19. De este modo, mi relación con la temática de la entrevista se establece a través de la lectura de los textos de Foucault, a partir de su problematización respecto de las relaciones entre poder, derecho y verdad, y también por mi participación en grupos de investigación y trabajo, foros, movimientos sociales y consejos en el campo de los derechos de niños y adolescentes. Todo eso me permitió estar en espacios de discusión acerca del tema de la judicialización junto a muchos colegas docentes de diversas universidades y activistas pertenecientes a organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.
Flavia Cristina Silveira Lemos: Los movimientos en busca de protección y conservación de la vida de niños y adolescentes, al mismo tiempo que han propiciado la caída de la mortalidad infanto-juvenil y el surgimiento de una red de establecimientos de cuidado a este segmento, simultáneamente han posibilitado la emergencia del aparecimiento de un conjunto de saberes y profesiones dirigidas a formular leyes y normas que subsidiaran la atención a niños y adolescentes. Todo este aparato permitió la entrada del Estado de manera cada vez más intensa en la vida de las familias en nombre de la defensa, garantía y protección de los derechos de niños y adolescentes.
Flávia Cristina Silveira Lemos: Implica transformar un amplio campo de prácticas en el ámbito de la protección de la infancia en encargos dirigidos al Poder Judicial directamente, como si este fuera la primera y única instancia responsable del cuidado de este segmento de la población. También hay un segundo movimiento de judicialización que está relacionado a la invasión del Poder Judicial en todas las esferas de nuestras existencias en nombre de la defensa, protección y garantía de derechos de niños y adolescentes. Hablamos de fuerzas centrífugas y fuerzas centrípetas que operan la formación de un dispositivo de seguridad y que crean paradojas, tales como: 1) la de que la protección integral debe ser realizada a través de la inflación jurídica y, por lo tanto, solamente con la intensificación de la ley, las penas y medidas judiciales aplicadas para todos los hechos que se refieren a la atención de niños y adolescentes; 2) la de que cualquier situación de amenaza y violación deberá ser inmediatamente presentada al Poder Judicial, o a sus equipamientos de normalización adyacentes, articulando normas y leyes.