“A escola e o mundo do aluno: estudos sobre a construção social do aluno e o papel institucional da escola”, de Marcelo Baumann Burgos (coord.).

Reseña por Ana Maria Cavaliere.

La construcción social del alumno: desafío de la escuela, la familia y el vecindario

“A escola e o mundo do aluno” es un trabajo que nos lleva necesariamente a pensar y repensar conceptos y percepciones sobre la escuela y las condiciones de la educación pública. Se trata de un estudio que camina por muchas vertientes, bajo la competente regencia de Marcelo Baumann Burgos. Presenta los resultados y las reflexiones derivadas de una gran empresa de investigación y extensión realizada entre 2010 y 2014. Su núcleo ha sido un conjunto de nueve escuelas de la red escolar municipal de la ciudad de Río de Janeiro, a partir del cual se han incorporado diversas otras dimensiones relacionadas a la realidad educacional. Las escuelas están ubicadas en barrio de Gávea y la favela de Rocinha y reciben principalmente alumnos que viven en esta última, uno de los mayores conglomerados poblacionales de estructura urbana precaria del país, donde viven más de 70 mil habitantes.

Como ejemplo de la riqueza del estudio, destacamos que, en el conjunto de las acciones relatadas en el libro, están presentes, actuando y colaborando en diferentes momentos, además del equipo de investigación de la Pontifícia Universidade Católica do Rio de Janeiro (PUC-Rio), la Secretaría Municipal de Educación, el equipo del Programa de Aceleração do Crescimento-Rocinha, la Asociación de Vecinos de Gávea, el Consejo Tutelar de la Zona Sur y el Centro de Políticas Públicas y Evaluación de la Educación de la Universidade Federal de Juiz de Fora.

El encadenamiento de textos, con sus 19 autores, se da de modo cohesionado y coherente, y lleva al lector a revivir la complejidad encontrada por el equipo y a compartir, con todos los matices, los problemas y planteamientos de investigación enfrentados.

Al trazar como hilo conductor la relación entre la escuela y el mundo del alumno, el estudio recurre a las nociones de “educabilidad” y “construcción social del alumno”, que son la espina dorsal epistemológica de las acciones de investigación y extensión realizadas. La constatación de los límites en el cumplimiento del derecho a la educación y la tentativa de comprender los desencuentros entre los alumnos, tal y como son, y lo que la escuela espera de ellos son puntos de partida promisores.

Cuando avanzamos en la lectura, percibimos lo frágil que se muestran las condiciones que favorecen a la “construcción social del alumno”, que estarían ancladas en las relaciones entre escuela, familia y vecindario, en las escuelas estudiadas. Según los análisis emprendidos, de esta fragilidad resulta una débil institucionalización de la vida escolar, tensionada por los “efectos de lugar”, pero sin diálogo con el lugar.

Al mismo tiempo en que el estudio afirma la comprensión de que la cuestión educacional va más allá de la institución “escuela”, e involucra a la familia, el vecindario y otros órganos, se impone la necesidad de un conocimiento más calificado y criterioso de los fenómenos que se llevan a cabo en el interior de cada escuela, reforzando una tendencia de la sociología de la educación brasileña para desarrollar una sociología de la escuela. En ese aspecto, nos ha sido inevitable recordar el clásico texto de Antonio Candido (1987), “La estructura de la escuela”, escrito en los años 50. Para él, en la vida escolar, “al lado de las relaciones oficialmente previstas, hay otras que escapan a su previsión, pues nacen de la propia dinámica del grupo social escolar” (p.107; nuestra traducción). De esta forma, todavía según el autor, las escuelas se diferencian las unas de las otras debido a las características de su propia sociabilidad. La percepción de lo que es único en cada una de ellas es lo que también permitirá comprender lo que es común a todas, y pasible de interferencia intencional.

La sección que presenta la investigación realizada en el interior de las escuelas traza un perfil de los alumnos y sus condiciones de escolarización en cada escuela con base en informaciones de la Secretaría Municipal de Educación. Aparecen, entre otros elementos, los niveles de distorsión edad-serie y la ocupación y grado de instrucción de los responsables. En el más interesante aspecto de esta sección, y tal vez del libro, los autores muestran, con base en ‘survey’ dirigido a más de 300 responsables y en el acompañamiento de las reuniones de padres en las escuelas, las diferencias existentes entre las percepciones de las familias populares sobre la escuela y las representaciones que los profesores hacen de esas mismas familias. A partir de ese momento, el estudio se encamina hacia un esfuerzo cuestionador, que instiga el sentido común, no solo de los profesionales de las escuelas sino de la sociedad en general, poniendo en tela de juicio ciertas “verdades” al cotejarlas con las informaciones oficiales del sistema de enseñanza, los resultados del ‘survey’ y las observaciones de las reuniones de padres. Opiniones y representaciones recurrentes de los profesionales de las escuelas – como las de que los responsables son muy jóvenes, ausentes de la escuela y desinteresados de la educación de los hijos, que las familias son desestructuradas y reciben el Bolsa-família1, los niños ayudan en el trabajo doméstico – se mostraron poco apoyadas en la realidad y típicas de un movimiento en el que se toma la parte (a veces muy pequeña) por el todo. Hay que destacar el equilibrio de los autores al enfrentar tan delicada cuestión, sin victimizar familias, alumnos o profesionales de la educación, comprendiendo las dificultades vivenciadas por todos como oriundas del patrón de educabilidad, que, a su vez, es fruto de las precarias condiciones institucionales de una escuela minimalista, inserida en una sociedad todavía “poco prevenida para sus responsabilidades hacia la educación” (Burgos, 2014, p. 68; nuestra traducción).

El equipo de investigación también ha aprovechado el recreo, momento de gran importancia en la vida escolar, en el que las diferenciaciones entre sexo, edad, grupos asociativos y status – para usar la tipología de Antonio Candido – afloran y propician abordajes comprensivos. Las observaciones de ese momento de la vida escolar han mostrado la variedad de características entre las escuelas y, particularmente, el grado de desarrollo de cada una en el proceso de construcción social del alumno, es decir, el mayor o menor éxito obtenido en el proceso de socialización escolar, sin ceder a los diagnósticos deterministas o aparatosos.

El foco de la siguiente sección es el rol desempeñado por el Consejo Tutelar en la articulación entre la escuela y sus alumnos. La evocación del Consejo por los profesores y la ausencia de otras instancias/instituciones de articulación entre la escuela y el mundo del alumno han hecho que los investigadores se dedicaran a estudiar este órgano por donde pasan justo los alumnos en peores condiciones de integración a las lógicas y exigencias del cotidiano escolar. Un conjunto de cinco capítulos nos introduce tanto en la historia y características de esos consejos como en sus dificultades y poca visibilidad social. El Consejo Tutelar, incluso en la región de las escuelas estudiadas, ha mostrado un actuación todavía periférica, pero, al mismo tiempo, con gran potencial de venir a ser un importante aliado de la escuela y la familia en el enfrentamiento de los problemas que afectan la trayectoria escolar de niños y adolescentes.

Todavía en esta sección, el dramático caso del brutal asesinato de un alumno de una de las unidades escolares que han integrado el estudio, de tan solo 12 años, ocurrido en la región de su escuela y vivienda, ha generado un contundente capítulo, en el que se constata la fragilidad de las articulaciones entre la escuela, la familia, el vecindario y el Consejo Tutelar. Cada una de estas instancias revela sus fragilidades propias, muy bien percibidas en el estudio: en la escuela, a pesar de cursar el quinto año, el niño no había aprendido a leer y escribir y anteriormente había suspendido por faltas; la familia, monoparental y muy pobre, había perdido la casa en un temporal y la madre estaba desempleada; el barrio se caracterizaba como un caso típico de “ciudad partida”, en el que riqueza y pobreza se ven pero no se tocan y, finalmente, el Consejo Tutelar todavía no había atendido al niño, a pesar del histórico de graves dificultades escolares y sociales. La constatación evidente de que el fracaso es multidimensional, y así se debe encararlo, nos lleva a acceder de otra forma a la tercera sección del libro, dedicada a las experiencias de extensión que afirman la idea de que no hay solución que pase solamente por la escuela.

Se han recorrido algunos caminos diferentes en las actividades de extensión, todos involucraban diversos sectores de la universidad y buscaban una nueva relación entre la PUC-Rio y las escuelas de su entorno. La constatación de la precariedad general de los instrumentos de captación de datos y la necesidad de fortalecer la cultura de la información han propiciado la construcción, en conjunto con el Consejo Tutelar, de una herramienta de gestión de la información con vistas al perfeccionamiento de la actuación de este órgano. Aún entre las acciones de extensión, se relata la organización de dos ediciones de un festival artístico y deportivo de las escuelas del barrio de Gávea y Rocinha. La iniciativa ha reunido a alumnos de las escuelas públicas y privadas de la región y ha sido un momento privilegiado para la observación de la interacción entre los estudiantes de estos dos tipos de escuela, mostrando la recurrencia de los movimientos de estigmatización y evitación, pero, al mismo tiempo, constituyéndose en un “encuentro desconcertante” para ambos grupos frente a la vivencia conjunta de la condición común de ser “alumnos”.

El último proyecto de extensión presentado se hizo en conjunto con la asociación de vecinos de Gávea con vistas a la reforma de las plazas del barrio, a fin de convertirlas en espacios agradables de convivencia. La iniciativa planteó cuestiones sobre las relaciones entre el barrio y la escuela, entre lo urbano y la educación, y la necesidad de expandirse las fronteras del llamado ambiente educacional.

La primera parte del libro se encierra con dos capítulos que confrontan a los profesores de las escuelas involucradas a los hallazgos de la investigación. En uno, profesionales de las escuelas evalúan los temas que se han presentado en la investigación. En el otro, un integrante del equipo de investigación que al mismo tiempo es profesor en una de las escuelas estudiadas muestra que la posibilidad de que el profesor penetre en el mundo del alumno depende mucho de las condiciones de trabajo de que dispone.

En la segunda parte del libro se hacen incursiones teóricas relacionadas a lo que se ha presentado antes. Posee cuatro capítulos, uno de los cuales escrito por Ralph Bannell, también coordinador de la investigación, que debate la democracia y el rol de la escuela hoy. Los demás los han escrito investigadores extranjeros, que han profundizado algunos de los temas que han emergido a lo largo de los trabajos de investigación y extensión.

La relación familia-escuela y los diferentes tipos de actuación de los padres en la vida escolar son debatidos por Pedro Silva a partir de etnografía realizada en Portugal, que muestra también las dificultades adicionales existentes entre las familias de medios populares y las escuelas. Benjamin Moignard problematiza la relación de la escuela con el territorio y discute la ruptura que viene sufriendo el proyecto francés de escuela democrática y republicana, dando indicios de fragmentación y aislamiento. Estudiando la realidad de escuelas argentinas, Daniel Miguez analiza la tensión que se construye cuando los alumnos pasan a ser los protagonistas en la regulación cotidiana de la vida escolar debido a la disminución de la capacidad de los adultos de hacer que prevalezcan sus propuestas.

En suma, investigación, extensión y profundización teórica se combinan en este libro de manera inspirada y muy exitosa. Una gran calidad es la maestría con la que se ha mantenido su foco frente a los muchos autores y vertientes que se suceden. La cuestión de la construcción social del alumno, reto de la educación brasileña desde la masificación de la escolarización básica, emerge en el libro, reafirmándose como un punto clave del problema educacional brasileño. Los colaboradores externos nos dejan ver que esta cuestión no es solo brasileña, es decir, que el lugar de la escuela y, por tanto, la construcción de la identidad de alumno, está en cuestión en el mundo. Si ello, por un lado, aumenta el tamaño y el alcance del problema, por otro, nos muestra que no estamos solos y podemos cotejar experiencias y sumar esfuerzos teóricos para desvendar ese significativo fenómeno social.

Referencias Bibliográficas:

CANDIDO, A. A estrutura da escola. In: PEREIRA, L.; FORACCHI, M. M. (Org.). Educação e sociedade: leituras de sociologia da educação. 13. ed. São Paulo: Editora Nacional, 1987.

BURGOS, M. B. (coord.). A escola e o mundo do aluno: estudos sobre a construção social do aluno e o papel institucional da escola. Rio de Janeiro: Editora Garamond, 2014.

Fecha de recepción: 26/03/2015
Fecha de aceptación: 28/05/2015

Palabras clave: escuela pública, educabilidad, construcción social del alumno.

Ana Maria Cavaliere anacavaliere@uol.com.br Profesora de la Facultad de Educación de la Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ), Brasil.