Reseña por Ana Jorge
Niños y adolescentes conectados en contexto
El área de estudios sobre niños, jóvenes y medios ha venido no solo a crecer en el campo de los estudios de la comunicación, de la educación y de la sociología, sino también a ganar credibilidad en estos diferentes campos. La utilización de los medios de comunicación por este grupo, que no es solo etario, sino también sociocultural, mereció de parte de académicos una mirada que permitiese ir mas allá de los discursos públicos divididos entre, por un lado, los alarmistas y pesimistas, que consideran que los medios, cuando aparecen, amenazan la infancia y la juventud y, por otro lado, los optimistas y deterministas, que consideran que la adopción y apropiación de los medios por las generaciones más nuevas les conferirá una ganancia de poder sobre la sociedad (Buckingham, 2008).
Para la visibilidad de la investigación sobre niños, jóvenes y medios contribuyó mucho la atención dada a su relación con los medios emergentes, particularmente los medios digitales. Internacionalmente, la red de investigaciòn Global Kids Online, como derivación de la original UK Children Go Online y la posterior EU Kids Online, coordinadas por la académica de la London School of Economics and Political Science, Sonia Livingstone, se afirmó como referencia en este área de estudios por el alcance del campo empírico, pero también por el desarrollo de modelos teóricos y de investigación consistentes, equilibrados y capaces de dialogar con políticas públicas en un cuadro de constantes cambios. El modelo de Livingstone y colegas consideró, en una primera fase, la experiencia de niños y jóvenes con los medios digitales como estando en una dialéctica entre riesgos y oportunidades, buscando las condiciones en que las experiencias de riesgo online resultaban o no en daño, evolucionando para un modelo que incluye un cuestionamiento sobre el resultado de estas experiencias en términos de bienestar y derechos de los niños (Livingstone; Mascheroni; Staksrud, 2015).
El volúmen Entre selfies y whatsapps – Oportunidades y riesgos para la infancia y la adolescencia conectada resulta de la labor de algunos miembros del equipo de la Universidad del País Vasco involucrada desde el inicio de la red de investigación EU Kids Online, y con amplia experiencia en investigación sobre niños, jóvenes y medios. La colección en español, coordinada por Estefanía Jímenez, Maialen Garmedia y Miguel Ángel Casado, ofrece 17 capìtulos de equipos, en su mayoría de España, pero tambièn de países europeos y sudamericanos. Por otra parte, el proyecto Kids Online fue aplicado, en su vertiente de cuestionario, en Brasil, Chile y Uruguay y, en su vertiente de investigación cualitativa, en Perú, Costa Rica, Chile y Colombia. Algunos de estos trabajos son presentados por país, y también en un capítulo comparativo (Cabello et al.) en esta obra. Por lo tanto, el espacio iberoamericano se ve resaltado en esta obra, integrado y en diálogo con otros donde el proyecto concebido por Sonia Livingstone fue implementado.
Así, la importancia de esta edición en lengua española es, desde luego, la de expandir el uso compartido de conocimiento generado de forma altamente calificada, con un matiz en común – presentado sobre todo en los primeros dos capítulos, da la propia Sonia Livingstone, y del equipo del País Vasco, Garmendia et al.– pero con formas distintas de investigar la relación de los niños y jóvenes con las tecnologías de comunicación. En efecto, hay espacios para diferentes problemáticas y enfoques, como el de género (Torjada et al.), bien como para diversas áreas y riesgos de la utilización de internet, como el ciberbullying (Rey et al.), o el sexting (Garmedia e Karrera) y el uso problemático de internet (Rial e Gómez Salgado). Tortajada, Willem y Arauna notan que, en el espacio online, “no solamente se generan interacciones transformadoras sino que tambièn se reproducen las desigualdades (de género, de clase social o estatuto, de etnia etc) que ya conocíamos, tal vez con nuevas formas” (p. 91).
Hay, de igual forma, un importante lugar reservado para los temas de la mediación (Ponte et al.; Haddon; G. Martínez y Casado). Por ejemplo, reportándose a un estudio sobre el acceso a internet por los niños de entre tres y ocho años, en Portugal, Ponte, Castro y Batista identifican tres tipos de mediación:
mediación implicada, con un grado elevado de participación familiar, diálogo y capacitación para que el niño explore y adquiera competencias digitales; mediación intermitente, orientada a la protección y capacitación, pero con menor intensidad y frecuencia que en el caso anterior; y mediación descomprometida, marcada por una baja frecuencia o inclusive la ausencia de esta capacitación (p. 61).
La mitad de las familias practicaban mediación intermitente, cerca del 26% la implicada, y un 22% la descomprometida.
Por su parte, el tema de las competencias de alfabetización digital también es abordado por Cabello et al., y Martìnez y Senne. Examinando sobre la inclusión digital de los niños y jóvenes chilenos, Cabello, Claro, Lazcano y Antezana señalan que las diferentes competencias marcan los tipos de uso y estos, las formas de participación. Por eso, es necesario “discutir, de manera amplia y a escala global, lo que se entiende por oportunidades y analizar la relación entre usos, competencias y beneficios o resultados tangibles para niños y adolescentes” (p. 276).
Por otro lado, es innegable la centralidad de los smartphones en cuanto dispositivos de acceso a internet (Haddon) y a las redes sociales (Torjada et al.; Garmendia et al.) en cuanto plataformas de esta experiencia, dada su fuerte popularidad entre niños y jóvenes. El capítulo firmado por Leslie Haddon reporta resultados de estudio cuantitativo y cualitativo relacionado con el proyecto Net Children Go Mobile, que en 2014/15 adoptó el modelo de EU Kids Online para dar cuenta de la popularidad galopante entre niños y jóvenes. Haddon destaca los riesgos específicos en torno de los celulares inteligentes, como los gastos, el tiempo de uso, problemas para controlar el uso, control de los adolescentes a través del historial de navegación o de la localización de los jóvenes. A semejanza de Torjada y colegas, el autor británico subraya que la relación con los celulares inteligentes forma parte de una historia de lo que antes era el uso del celular o de internet, pero trae también nuevos riesgos y nuevos desafíos.
Otro dato que se destaca de la lectura de Entre selfies y whatsapp es que la colección combina capítulos empíricos con otros más reflexivos y de encuadre. Debe subrayarse que los capítulos empíricos son bastante consistentes, con revisión de literatura y presentación de investigación empírica sustentada por modelos explicativos, lo que añade mucho valor para la comunidad científica de habla castellana. Además de esto, se presentan estudios basados en métodos cuantitativos y cualitativos, con preocupación de discutir frente a padrones de otros países. Por su parte, los capítulos reflexivos colocan al frente de la escena algunos temas estructurantes y problematizan la participación y el empoderamiento (García Jímenez), consumo (Sádaba), educación (Busquet et al.) o inclusión (Cabello et al.). El cruce entre las experiencias de lo digital con otras esferas e instituciones de la vida de niños y adolescentes, así como sus consecuencias, positivas y/o negativas, en términos de concretar derechos, es, en estos capítulos, particularmente relevante por lo que representan en términos de implicaciones políticas y recomendaciones para la investigación y para los decisores políticos.
Es igualmente importante el registro de políticas relativas a la utilización de internet por niños, hecha por Brian O’Neill, que destaca las diferentes medidas para equilibrar derechos de acceso a las oportunidades digitales con derechos de protección de cara a los riesgos que el mismo espacio digital representa para los más jóvenes. O’Neill destaca en particular que, “desde un punto de vista político, lo más importante es que el bienestar online de los niños sea considerado fundamental” (p. 118). Por su parte, la idea de fundamentar las decisiones políticas en evidencia científica, por un lado, y el encuadramiento del acceso por parte de niños y jóvenes a internet y sus oportunidades como un derecho, por el otro, resuenan en los capìtulos de Sonia Livingstone y Brian O’Neill.
Esta obra constituye, así, una importantísima contribución para los estudios sobre la relación de niños y jóvenes, y sus familias, con los medios digitales, en una perspectiva internacional y comparada, comprometida con los derechos de los niños y jóvenes por todo el mundo en su experiencia con los medios digitales. Representa igualmente un avance en el conocimiento disponible sobre las desigualdades existentes entre los niños de diferentes regiones y países del mundo y, dentro de cada país, de diferentes clases o estatutos socioeconómicos, etnias e incluso edades dentro del espectro de la infancia y la adolescencia.
Referencias Bibliográficas
BUCKINGHAM, D. “Introducing Identity”: Youth, Identity, and Digital Media. In: BUCKINGHAM, D. (Org.). The John D. and Catherine T. MacArthur Foundation Series on Digital Media and Learning. Cambridge, MA: The MIT Press, 2008. p. 1–24.
JIMÉNEZ, E.; GARMENDIA, M.; CASADO, M. A. (Org.). Entre selfies y whatsapps – Oportunidades y riesgos para la infancia y la adolescencia conectada. Barcelona: Gedisa Editorial, 2018.
LIVINGSTONE, S.; MASCHERONI, G.; STAKSRUD, E. Developing a framework for researching children’s online risks and opportunities in Europe. Londres: EU Kids Online, 2015.
Palabras clave: redes sociales, internet, seguridad en internet, comparativo, juventud.
Fecha de recepción: 20/02/2019
Fecha de aprobación: 20/03/2019