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“Redimir la política”: experiencias de militancia de jóvenes evangélicos de Argentina.

El equipo “juventud” de VPMP

En noviembre 2008, la militancia del equipo “juventud” comenzó nutrida por alrededor de 30 miembros. Cantidad que fue diluyéndose a medida que se acrecentaban las tensiones con la cúpula dirigencial hasta finalmente desaparecer en junio de 2009. En su mayoría eran jóvenes universitarios que procedían de familias vinculadas a los sectores dirigentes del campo evangélico y debido a ello todos tenían una participación religiosa activa, siendo ya algunos de ellos co-pastores o líderes juveniles de iglesias importantes. Respecto de sus trayectorias políticas, si bien en algunos casos era su primera experiencia militante, la mayoría contaba con algún tipo de participación política, sea en el ámbito partidario, en el terreno universitario o en espacios seculares o religiosos de ayuda social. Sobre las motivaciones que impulsaron a estos jóvenes a la participación en VPMP, en principio, aparecía en sus discursos cierta “afinidad” con la propuesta del sector dirigencial puesto que los jóvenes perciben al “corrompido” espacio político como un medio propicio para “afectar a la sociedad” mediante la “transmisión de valores cristianos”.

Ariel: Me parece que si nos metemos muchos evangélicos en política se puede hacer un aporte, pero no como grupo evangélico de presión, sino desde lo personal.
Mariela: ¿Y cuál sería el aporte?
Ariel: Honestidad, transparencia, valores (…) va a ser una bocanada de aire fresco en la política. Me parece que hay mucha gente que viene sospechada y gente nueva con determinados valores me parece que hacen falta (…) pero no sólo por la posición más conservadora de defender la familia sino porque, fundamentalmente, hay que recuperar la función de la política…5

Aquí podemos ver el anclaje subjetivo de la interpelación que insta a los jóvenes cristianos a constituirse como “sujetos del cambio social”, “ser personas relevantes en la sociedad” con el fin de “redimirla”. En este horizonte interpelativo, la participación política aparece para algunos jóvenes como un camino para cristalizar este “mandato”. Esta construcción de los jóvenes cristianos como agentes de transformación, por parte del discurso dirigencial evangélico fue capitalizada por el espacio VPMP para convocarlos a la movilización y presentarlos como el “motor de la agrupación política”. Esta afinidad compartida entre la cúpula de VPMP y el equipo “juventud” en relación a “redimir la política”, sin embargo, no fue suficiente para evitar la emergencia de las tensiones entre ambos polos del espacio político-religioso.

Uno de los conflictos centrales giró en torno al lugar que debía ocupar la “juventud” en la organización. Si bien la dirigencia les designaba discursivamente un lugar central, en términos concretos se les delegaron tareas menores. Por ejemplo, durante la campaña del lanzamiento de VPMP se les encargó la pegatina de carteles de difusión del evento, tarea que fue rechazada rotundamente por los jóvenes y en el acto propiamente dicho, se les asignó la función de ser “ujieres”, esto es, debían dar la cálida bienvenida a los concurrentes en la puerta de entrada y obsequiarles carteles con la inscripción de los “valores” pregonados por la agrupación.

A pesar de estas funciones menores, los jóvenes fueron una pieza clave del acto de lanzamiento, pues, producto de su movilización, de sus filas se obtuvo la donación de los equipos de sonido e iluminación utilizados en el evento y se logró convocar a un importante número de los asistentes por medio de la intensa difusión que desplegaron en sus redes sociales.

Durante las reuniones previas al lanzamiento de la agrupación, los sentidos de la participación política comenzaron a tomar carices contrapuestos para la militancia juvenil y para la cúpula dirigente. En efecto, mientras la dirigencia obstaculizaba las propuestas e iniciativas juveniles, para los jóvenes VPMP se configuraba como un espacio que requería una participación activa en las decisiones y debates acerca del contenido político e ideológico de dicha agrupación.

Asimismo, en los sucesivos encuentros los jóvenes planteaban la necesidad de debatir la separación entre lo que consideraban era “el rol público de las iglesias” y el “rol público del espacio político”. En esta línea, demandaban que la organización brindara capacitación política a la feligresía cristiana, tal como discursivamente proponía la cúpula. Ante la pasividad de la dirigencia en torno a ese tema, a través del equipo “juventud” se creó el único proyecto que emergió desde las bases: “Talleres de desarrollo político”, el cual no fue tenido en cuenta por la dirigencia, ni fue sometido a debate.

Estas tensiones revelaron una contradicción intrínseca que el espacio político-religioso planteaba para los jóvenes. En las reuniones, manifestaban que ellos estaban allí para participar “políticamente” y por ello necesitaban que VPMP funcionase como una organización “política”, esto es, era necesario abrir canales de representación, democratizar las decisiones y destinar espacios de debate que permitiesen definir un proyecto y una postura ideológica.

Una agrupación política no es un club, es un grupo de poder, es un capital político, es una fuerza de peso en el espectro partidario. Dejar librados los efectos del poder resultante de nuestra unión a la voluntad de unos pocos no resulta, a mi criterio, una saludable decisión. (…) No hace falta que el edificio colapse para decir que estaba mal construido. Para eso hay gente que estudia, que se prepara, que piensa, que reflexiona. (…) Justamente, como creo que todos estamos aprendiendo, me parece que una democratización de las decisiones y una estructura más clara ayudaría a evitar desmadres. (…) Esta es una agrupación política, y como tal, requiere reglas, debates, consensos. Resulta triste ver que se trata con tanta ligereza el tema de cómo se canaliza nuestro esfuerzo, que hasta el día de hoy no ha visto otro norte que el que nos han trazado. (…) Quizás nos falte todavía, como cristianos, entender muchas cosas del funcionamiento de las estructuras pol��ticas. (…) La política requiere de leones, no de ovejas (ambos roles deben convivir en todo cristiano).6

Como puede observarse, los jóvenes comenzaron a manifestar públicamente un creciente malestar en torno al personalismo de la diputada Hotton, la verticalidad en la toma de las decisiones y la vaguedad del proyecto político delineado.

Todavía no pudo observarse un desarrollo autónomo de los talleres de trabajo, al menos no en el nuestro. Sin embargo, los que componemos el grupo de trabajo con la juventud (noten que no somos ‘el grupo de jóvenes’) estamos procurando tener reuniones con cierta frecuencia y trabajar los temas que creemos convenientes. VPMP termina siendo una de las entelequias más interesantes que hayan aflorado en los últimos tiempos. Capaz de cambiar al país o de gestar un nuevo híbrido populista y demagógico (por su funcionamiento, no por sus principios necesariamente), este es un proyecto del cual, como cristianos, no nos podemos desentender. Por primera vez en la historia, vamos a tener que pensar y pensar mucho. No podemos darnos el lujo de equivocarnos en este proyecto7.

Puesto que sus insistentes reclamos, tanto en las reuniones de trabajo como en los foros virtuales de discusión no eran atendidos por la dirigencia, el equipo “juventud” fue perdiendo miembros y comenzó a imponerse la sospecha de que VPMP era un “artilugio” de Hotton de cara a las elecciones legislativas de 2009. Para los jóvenes la diputada tenía la finalidad de exhibir, al interior del PRO, su capacidad de articular la potencialidad política de la comunidad evangélica y de esa manera acumular el capital político suficiente que le permitiera “nombrar”, en la lista de su partido político, un candidato de sus filas. Tal sospecha quedó confirmada para el equipo “juventud” en la reunión posterior al lanzamiento de VPMP, cuando Hotton asignó a la militancia la tarea de organizar la campaña de Christian Grillo, su jefe de despacho por aquel entonces. En dicha reunión, mientras los otros equipos de trabajo aclamaban el lanzamiento de Grillo, en la mesa que nucleaba a “los jóvenes” la candidatura fue públicamente rechazada.

Cynthia, los jóvenes queremos hacerte una pregunta ¿Quién es Christian Grillo? ¿Qué propuestas tiene? Porque sería bueno que lo conozcamos, que conozcamos sus propuestas antes de salir a pegar carteles y hacer toda la campaña para él. Además, consideramos que la elección del candidato tendría que hacerse por internas8.

Pese a este rechazo del equipo “juventud”, la candidatura de Grillo siguió su curso. Esto generó una creciente molestia entre la militancia juvenil que desembocó en el pedido de una reunión formal con Hotton, en su despacho de la Cámara de Diputados. Reunión que fue concedida el día 12 de junio 2009 y a la que asistieron cuatro de los miembros más activos del equipo. En una entrevista posterior, uno de los asistentes nos relató.

La idea [de la reunión] era plantearle a Cynthia por qué se tomaban las decisiones desde la cúpula solamente y por qué no hacían participar al resto, la idea era proponer que el espacio se politizara, que se democratizara. (…) Fue muy bueno porque le dijimos exactamente lo que pensábamos, que no era simplemente llevar un ganado y ya, ese fue el detonante, que no éramos un ganado, yo le dije que VPMP no es la iglesia, es un partido político o una agrupación política… si bien hubo distintas formas de decirlo todos teníamos la misma posición… Cynthia atajó un par, pero en un momento se sintió atacada y nos dijo “la agrupación la manejo yo, las cosas las manejo yo, porque es el espacio que yo construí, el que quiera bien y el que no también”… y ya llegó un momento en que todo había llegado a un punto de tensión muy alto. (…) de ahí en más se fue perdiendo la conexión entre la juventud y VPMP y hubo una convocatoria más, pero creo que no fue nadie. (…) Yo le hablaba de la participación, de escuchar las propuestas de la juventud y también algo que me interesaba mucho y que viste que lo discutíamos mucho en las reuniones de jóvenes, que era la formación política, a mí me interesa mucho la formación, la construcción cívica… pero no, no hubo caso.9

Esa reunión con Hotton fue el hito que marcó el ocaso de la participación política juvenil en VPMP, en efecto, el “equipo juventud” quedó disuelto y eso cerró mi trabajo de campo dentro de la agrupación. Sólo volví, más tarde -en 2010- para registrar etnográficamente las marchas contra la ley de matrimonio igualitario impulsadas por la Diputada en los meses de abril (20), mayo (31) y julio (13). Si bien pude apreciar la presencia de muchos jóvenes entre los asistentes, no me encontré con ningún militante del equipo “juventud”.

Con la mayoría de ellos sigo teniendo contacto y supe que muchos – en especial los más activos – siguen participando políticamente al interior de distintos partidos políticos o movimientos sociales “seculares” vinculados con el arco opositor. En efecto, uno de los jóvenes fue un “organizador” destacado de los “cacerolazos” contra el gobierno de Cristina Fernández realizados durante 2012 y 2013, nominados mediáticamente como “13-S” (13 de Septiembre), “8N” (8 de Noviembre) y “18A” (18 de Abril). Todas estas intervenciones públicas siguen teniendo como motivo central una voluntad “redentora” de lo político y no tanto un activismo “conservador” o “fundamentalista” vinculado a la moral sexual. De hecho, en las conversaciones informales que mantuve con los ex militantes de VPMP me señalaron que alzar como “únicas” banderas las de la “moral sexual” o la “droga” no es adecuado, ellas no son “convenientes” para la “imagen” del “activismo evangélico”. Según consideran, si la “iglesia” quiere participar en la política tiene que adoptar un “lenguaje” político y “consignas” políticas. En este sentido, consideran que son “causas acertadas” la denuncia de la “corrupción”, la “justicia social” y el “cuidado del medioambiente”.

5 – Ariel, militante VPMP. Entrevista personal, 30-01-2010.
6 – Extraído del foro de discusión “VPMP” de la red social Facebook, 3-04-2009.
7 – Extraído del foro de discusión “VPMP” de la red social Facebook, 3-04-2009. Las negritas me corresponden.
8 – Ramiro, militante en reunión de trabajo de VPMP. Nota de campo, 16-04-2009.
9 – Ramiro, militante VPMP. Entrevista personal, 17-02-2010.
Mariela Mosqueira marielamosqueira@gmail.com

Doctora en Ciencias Sociales y Socióloga de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Investigadora del CONICET en el Programa Sociedad, Cultura y Religión del CEIL. Especialidad: Sociología de la Religión. Docente de grado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y docente de posgrado en la Universidad del Salvador. Co-fundadora de la Red Latinoamericana de Estudios sobre Juventudes y Religiones.