Entrevista de Andréa Martello y Jane Santos da Silva con Gaudêncio Frigotto
Andréa Martello – Profesor Gaudêncio, agradezco su disponibilidad para esta entrevista y le voy a pedir que hable un poco de su trayectoria y por qué se volvió relevante el abordaje de este movimiento de la Escuela sin Partido en sus investigaciones.
Gaudêncio Frigotto – En el plano más remoto, creo que la génesis de esto está en mi propia formación. Soy graduado en Filosofía y Pedagogía. Hice la Maestría en la Fundação Getúlio Vargas (FGV), Brasil, en pleno período de dictadura, 1974. Paradojalmente, la dictadura se acomodó en el Instituto de Estudos Avançados de Educação de la FGV, que fue creado para acomodar personas no gratas a la dictadura, pero que no podían ser simplemente apresadas o expulsadas del país. Cito al ex ministro de Educación del Gobierno Castelo Branco, Raimundo Muniz de Aragão, Anísio Teixeira y Durmeval Trigueiro. Allí, hice mi Maestría y debatía mucho con el profesor Claudio de Moura Castro que, desde aquella época (1974) y hasta la actualidad, es uno de los profesionales más consultados en las reformas y contrarreformas de educación, dentro de una posición conservadora. Él fue mi orientador de disertación de Maestría. Hice la disertación sobre la pedagogía del Serviço Nacional de Aprendizagem Industrial (SENAI), Brasil, cuya filosofía, desde aquella época, es la de una educación que sirve a los industriales. Tuve la oportunidad de conocer los fundamentos de ese pensamiento liberal conservador y de la visión meritócrata de la educación. Mi tesis de Doctorado fue una crítica a ese pensamiento. Desde ahí, vamos percibiendo el ideario liberal centrado en el individualismo, sin analizar las relaciones sociales, y, por lo tanto, imaginar que el individuo fuera de estas relaciones puede escoger lo que quiere. Una visión, al mismo tiempo, que ignora nuestra especificidad como sociedad de capitalismo dependiente y súper autoritaria. Los colonizadores vinieron aquí imponiendo su cultura y su religión. Los dioses de los pueblos primitivos no valían, tenía que ser el Dios único de los colonizadores. Después vino la esclavitud, donde los esclavos eran considerados animales que hablaban y no podían, tampoco, tener su culto. Se suman cultura colonizadora y esclavista al fundamentalismo religioso autoritario y pensamiento liberal conservador desde nuestro origen como sociedad colonizada.
El interés para abordar la Escuela sin Partido viene, del punto de vista inmediato, de las investigaciones que hemos desarrollado sobre la mercantilización creciente de la educación. De un lado, el control ideológico, con la idea de que la escuela tiene que ser neutra y, por otro, cada vez más relacionándose con dimensiones de la privataria1 empresarial del mundo laico, pero que es, también, actualmente de las empresas-iglesias. Sólo que las empresas-iglesias, hoy, unen el fundamentalismo de interés económico – por lo tanto, esta cuestión de la neutralidad – agregado del creacionismo, y eso da una amalgama compleja.
Y el Escuela sin Partido une las dos cosas. Surge en 2004, tan pronto como el presidente Lula da Silva había asumido la presidencia de la república y, enseguida, en 2005, se creó el Movimiento Todos Por la Educación2. No son movimientos de la misma naturaleza, pero se relacionan, se superponen y se refuerzan. Y al fundamentalismo religioso, se juntaron las tesis – que también están presentes en el pensamiento empresarial – de que la educación es una instancia que pertenece a los padres. Confunden el mundo privado de la familia, que obviamente tiene la elección de sus valores, con el mundo complejo, plural, diverso y laico de la sociedad. Y, por lo tanto, como indica uno de los fundadores de la Sociología de la Educación, Émile Durkheim – que es un liberal conservador –, tenemos que arrancar al niño de particularismo de la familia, para que en la escuela conviva con todas las religiones, con todas las visiones de mundo, porque tendrá que vivir en sociedad. Si no estaremos formando gente autoritaria e insoportable.
Otra idea que viene del creacionismo y no de la ciencia es la de que nacemos hombre y mujer. No nacemos hombre y mujer, solamente nacemos y nos tornamos hombre o mujer. No existe una naturaleza fuera de la historia. No podemos mezclar creacionismo con ciencia. Y el hecho de que existan homosexuales o transexuales y la identidad de género es un hecho historico desde los inicios de la humanidad. Y, por lo tanto, a la ciencia no le compete juzgar moralmente. Ella tiene que juzgar científicamente y explicar lo que es determinado por la naturaleza o biológicamente y/o por la relación dialéctica naturaleza-cultura o cultura-naturaleza. Pero no hay ninguna razón plausible para discriminar o incitar odio por la diversidad de género o por la elección sexual. Entonces, este movimiento Escuela sin Partido junta teorías muy peligrosas y nefastas para la convivencia humana. Porque la historia ya conoce esto, desde el punto de vista de la Inquisición, que mandó mucha gente al sacrificio y a la muerte por estos fundamentalismos.
Jane Santos da Silva – Dentro de estas cuestiones que usted viene señalando, prácticamente ya fueron presentados los argumentos de lo que fuera el Escuela sin Partido. Pero en relación al Proyecto de Ley que hoy viene fortaleciéndose de nuevo y entrando en discusión, ¿cómo ve los argumentos que son utilizados en defensa de este proyecto? Porque en este caso ya no es más un movimiento, quiere convertirse en una política pública educacional.
Gaudêncio Frigotto – El proyecto de ley surge, diría, de un cínico oportunismo político. No por acaso, quien lo inicia es exactamente uno de los hijos del actual presidente de la república. Y si miramos quién lo presenta en los estados y municipios, son concejales o grupos de poca expresión social y política, pero que utilizan la explotación de la buena fe de una población enormemente iletrada, – para la cual fue negada la posibilidad de tener aquello que yo denomino ciudadanía política, o aquello con que Paulo Freire tanto insistía: capaces de hacer efectiva una lectura autónoma y crítica del mundo. Por un lado, eso. Entonces estas fuerzas – que aún son bastante oscuras – se juntan con los intereses empresariales, inclusive, de este pensamiento conservador.
Se miramos quién está a favor en el parlamento de este Proyecto de Ley, veremos que son grupos, con más o menos miembros, de las cinco Bs: biblia, bala, balón, bula (en portugués, prospecto) y buey. Son estos grupos que pautan este proyecto y, por caminos diferentes, forman una amalgama de prejuicios mediante los cuales revelan una profunda ignorancia y estupidez humana. Gran parte de ellos vota por el poder, no imaginando que eso puede volverse contra ellos mismos. Entonces es un proyecto oportunista, que por suerte fue archivado en esta legislatura por confrontaciones en la sociedad, en el parlamento y en el poder judicial. Pero el efecto en la sociedad ya es real. Se trata de acabar con los “petralhas”, los comunistas y frenar a los “mortadelas”3. Estas son señales: “petralha” es todo el pensamiento divergente. Y “mortadelas” son aquellos que no tenían derecho a ascender a la universidad, a los cupos, etc.
Lo que está por detrás del Proyecto de Ley es algo extremadamente violento porque autoriza el poder juzgar como crimen, o con la posibilidad de suspender contratos, por ejemplo. Esto, que en la práctica ya viene siendo hecho, pero aún no con efecto de ley. Ellos mismo saben y dicen que, aunque la ley no sea aprobada, su objetivo está siendo alcanzado. Se trata de negar la pedagogía de la esperanza, la pedagogía del diálogo, la pedagogía de la autonomía sobre las que Paulo Freire tanto insistió. No por casualidad, él es considerado enemigo a ser desterrado de las escuelas. En su lugar, tendremos la pedagogía de la desconfianza, del delator y la pedagogía del miedo. Por eso también oímos hasta al propio presidente diciendo – después de ser elegido – que Paulo Freire no va a tener lugar en las escuelas. Entonces no podemos imaginar que este proyecto vuelva en la próxima legislatura y sea aprobado.
Andréa Martello – En su trayectoria, entonces, ¿cree que este movimiento es un movimiento que se repite en Brasil? ¿Es un abordaje con una nueva cara?
Gaudêncio Frigotto – Pienso que tiene una reiteración con dosis de letalidad diferentes de aquello que referí antes de la cultura colonizadora y esclavista y el fundamentalismo religioso. Utilizo una categoría de Raymond Williams para entender lo que vivimos actualmente en Brasil. Él señala que la dominación se hace siempre por el poder si es necesario. Poder de la ley, poder de las armas. Él se está refiriendo a eso. Y siempre, necesariamente, para defender la propiedad privada. Pero, también se hace por la cultura de lo vivido, aquello que es reiterado de generación en generación4. Tenemos en nuestra cultura el ADN esclavista y colonizador. Ambos son autoritarios, ambos son violentos. Tenemos una cultura autoritaria y tuvimos poquísimos momentos de democracia relativa. Y, cada vez que existe una ascensión de intereses amplios de la población, viene un golpe o una dictadura. Francisco de Oliveira dice que estuvimos un tercio del siglo XX bajo dictaduras. Porque fue desde 1937 a 1945, son siete años. Y después 21 años de dictadura empresarial militar de 1964. Pero también golpes institucionales seguidos.
2 – Organización no gubernamental creada en 2005 por un grupo de líderes empresariales y compuesta por diversos sectores de la sociedad brasileña, cuyo objetivo declarado es el de asegurar el derecho a la Educación Básica de calidad para todos los ciudadanos para el año 2022.
3 – Petralhas y mortadelas son nombres peyorativos con los que se define a algunos grupos de izquierda ligados al Partido de los Trabajadores (PT). Petralha deriva de la unión de PT con los ‘Irmãos Metralha’, personajes de ficción de Disney que representaban una banda de ladrones. ‘Mortadelas’ hace referencia al ‘pan con mortadela’ con el que supuestamente se retribuye a quien participa de manifestaciones favorables al PT.
4 – WILLIAMS, Raymon. Palavras-chave – um vocabulário de cultura e sociedade. São Paulo: Boitempo, 2007.