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Invertiendo el orden geracional: la relación de los niños de la zona rural de Orobó (PE) con las nuevas TIC.

Introducción

En este trabajo, que es un desdoblamiento de una investigación realizada con los niños rurales de Orobó (PE), en el Nordeste Brasileño, tenemos como propósito verificar qué elementos se presentan como marcadores sociales de la niñez rural hoy. A través de la investigación percibimos cómo la expansión de las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) se ha constituido en un fenómeno creciente entre las personas que viven en ese medio. Vimos en ese contexto un aumento significativo del número de familias que poseen smartphones, computadoras, tabletas y que hacen uso de internet, tanto por los datos móviles del aparato celular, como por instalación propia en sus residencias. Esto nos muestra que el medio rural, a pesar de ser considerado por muchos como un lugar de atraso, de lo rústico, de lo no tecnológico, es un espacio de una gran «diversidad de dinámicas y actores sociales» (Carneiro, 2012), un espacio en constante construcción y transformación. Por eso, para Ribeiro et al. (2015, p.16) las «personas de la ciudad, en general, tienen una vaga idea de lo que es vivir en el campo».

A pesar de considerar este fenómeno relativamente nuevo en ese contexto, destacamos su crecimiento en todo Brasil (Secom, 2015; Dantas; Godoy, 2015), como muestra la Pesquisa Nacional por Muestra de Domicílio (Pnad 2014) divulgada por el Instituto Brasileño de Geografía Estadística (IBGE). En Brasil, el uso del celular para acceso a internet superó el del ordenador y más de la mitad de la población, el 54,9%, pasó a acceder a internet. Un dato importante para lo que se viene aquí abordando es que, aunque la mayoría de las personas que poseen celulares están en áreas urbanas, desde 2014 más de la mitad de la población rural del país, el 52,4%, pasó a contar con la posesión de aparatos celulares, lo que equivale a un aumento del 4,6%, contribuyendo a una disminución en la proporción del uso del celular entre las áreas urbanas y rurales. Este crecimiento tecnológico no ha sido ajeno a la zona rural, ni a sus niños, que están creciendo en un medio cada vez más tecnológico. Además, el mundo rural se ha diversificado cada vez más en varios aspectos, edad, potencial cultural y también en relación a la inclusión digital (Bernardes et al., 2015).

Livingstone et al. (2008) afirman que las familias que poseen hijos son aquellas que más rápidamente acceden a las nuevas tecnologías, siendo común en sus hogares. Pero lo que nos llama la atención es la existencia de una relación intergeneracional, donde los niños asumen papel de agente e invierten el orden generacional familiar, tradicionalmente existente en el medio rural, donde el adulto es también el «dueño del saber» (Woortmann, 1990). Aquí, son los niños1 los que enseñan a los adultos cómo hacer uso de las nuevas TIC. Esta relación nos muestra, entre otras cosas, “que las infancias del campo son múltiples porque también son múltiples los campos que componen el medio rural brasileño” (Silva; Pasuch; Silva, 2012). Como dice Silva (2017) sobre el sertão, creemos que tampoco podemos pensar ni la niñez, ni lo rural como aquella imagen estancada en el tiempo. Pues, tanto la infancia como lo rural son dinámicos y están en constante proceso de transformación.

El medio rural se está conectando cada vez más. Cuando comparamos las redes sociales, youtube es a la que más acceden los niños y al whatsapp los adultos. Este último tiene un profundo significado en ese contexto, pues acorta, aunque simbólicamente, la distancia física y geográfica existente entre los que «salieron hacia fuera» (emigraron) y los que quedaron, sobre todo por la posibilidad de las llamadas de audio, videos y el compartir en tiempo real de imágenes. Así, mostraremos cómo las nuevas TIC han sido un elemento transformador del mundo rural a través de un proceso más fácil de comunicación e información. Defenderemos que, en ese proceso, los niños asumen un papel categórico, explorando, descubriendo y también enseñando los usos y las ventajas de estar conectados.

Para facilitar la lectura, además de esta introducción, dividimos el trabajo en varias partes. A continuación, destacaremos el camino metodológico seguido. Luego, contextualizaremos el locus de investigación que lo sustenta. Después, destacaremos la relación de las personas en ese contexto con Internet, presentando la relación de los niños con las TIC, y cómo ellos invierten el orden generacional enseñando a los adultos. Concluiremos enfatizando que el uso no mediado de internet puede acarrear no sólo ventajas sino también, problemas. Por eso, llamamos la atención sobre la necesidad de elaboración de políticas educativas que involucren el tema en cuestión.

Cuestiones Metodológicas

La investigación2 de la que se deriva trabajo está pautada metodológicamente por el método etnográfico, donde la observación participante se presenta como metodología básica, pero no exclusiva. Hemos empleado la etnografía porque consideramos que se presenta como uno de los medios más eficaces para acceder a las experiencias vividas por los niños en su cotidiano (Sousa, 2015; Martins; Barbosa, 2010; Carvalho; Nunes, 2007). Creemos, así como Sousa (2015, p. 152), que la etnografía:

[…] es una relación entre los objetos, personas, situaciones y sensaciones provocadas en el propio investigador, se vuelve, pues, mucho más que captura de lo visible; la descripción etnográfica es a su vez la elaboración lingüística de esta experiencia.

Utilizamos también técnicas como conversaciones informales, confirmando que ellas «han sido grandes aliadas del investigador que investiga la infancia por poder desarrollarse mientras se juega con los niños, se trabaja o se aprende, en cualquier ambiente y sin formalismos” (Sousa, 2014, p. 53). Utilizamos fotografías, dibujos temáticos, redacciones, dinámicas y chistes con niños. Todo ello nos permitió un mejor entendimiento con los sujetos de la investigación, además de una visión más ampliada de la vida cotidiana de los niños.

Desde el punto de vista metodológico, recordamos un hecho ocurrido en el campo con una de las autoras, que nos mostraba cómo el uso de las nuevas TIC en la zona rural de Orobó era algo merecedor de atención.

Desde la primera vez, mi celular había sido objeto de observación por algunas personas de la comunidad. Era un modelo Samsung Galaxy S III Mini. Estaba también un poco estropeado, lo que era visible a todos. Por eso, me regaló una persona cercana a mi convivencia un aparato más moderno. En mi regreso al campo mi nuevo celular no pasó desapercibido, y también fue pronto reconocido como un J7. Hasta me felicitaron por tener ahora un celular que valía la pena. El reconocimiento de mi nuevo celular fue percibido y comentado tanto por algunos adultos como por algunos niños.

Era un martes del mes de julio, el año 2017. Me invitaron a una fiesta en la casa de la suegra de la persona que me estaba ayudando en el campo. La conmemoración no tenía otro motivo que el mes de festejos juninos. Hacía mucho frío, lo que es común en esa época del año en esa área del municipio, a pesar de ser un clima atípico en el Nordeste. En la casa había mucha comida, bebida, un trío de forró y algunos niños. Aproveché la oportunidad para conocer y hacer amistad con los niños que estaban allí. Intenté iniciar la conversación entre ellos, el diálogo surgía, pero tímido aún, hasta que uno de ellos cogió mi celular y preguntó: «¿Graba?» Le respondí: «¿Quieres que encienda la cámara para grabar?» Conecté la cámara del celular y en segundos nuestra interacción ya había cambiado. Fui aceptada en el grupo por la intermediación de un aparato smartphone. Nos quedamos jugando a grabar y revisar las imágenes durante buena parte de la noche (Diario de Campo, 18/07/2017).

Destacamos este episodio porque fue metodológicamente importante en la investigación, ya que el smartphone se convirtió en un medio de acercamiento y aceptación entre una de las investigadoras y los niños. Éstos, a su vez, además de grabar cosas también demostraron interés en ser grabados, así como de verse en el vídeo. Aquí lo que nos llama la atención es el hecho de que más que una broma, los niños demostraron el deseo de ser vistos y oídos. Es así como los consideramos en nuestra investigación, tomándoles en serio, tomándoles como participantes, como informantes cualificados. Creemos que

No hay algo en el discurso de los niños que sea excepcional o diferente (a pesar de que pueda, casualmente, darse el caso de que lo halla), pero los niños al hablar, hacen una inversión jerárquica discursiva que hace hablar a aquellos cuyas palabras no se toman en cuenta […] (Abramowicz, 2011, p.24).

Enfatizar que, incluso tomando a los niños como sujetos principales de la investigación, críticos y detentores de agencia, no constituyéndose en meros reproductores de la vida social, nuestro emprendimiento académico no excluye a los demás sujetos sociales. De esta forma, aunque hemos puesto nuestra mirada más atentamente sobre el niño, no dejamos de dialogar también con jóvenes y adultos.

1 – Los niños que observamos haciendo uso de las nuevas TIC tenían entre 7 y 11 años de edad.
2 – La investigación que originó ese trabajo se inició en el año 2017 y se encuentra en fase de finalización, pero algunas cuestiones como las que se presentan aquí ya pudieron ser analizadas por las autoras. En ese proceso las idas a campo ocurrieron mensualmente, y la permanencia en campo tenía duración de 10 a 15 días, los cuales la investigadora se quedaba residiendo en el local.
Patrícia Oliveira S. dos Santos patriciaoss1288@yahoo.com.br

Doctorado en Ciencias Sociales por la Universidad Federal de Campina Grande (UFCG), Brasil. Máster en Antropología y Licenciada en Ciencias Sociales por la Universidad Federal de Paraíba (UFPB), Brasil. Es integrante del grupo Crias: niño, sociedad y cultura de la UFPB y trabaja temas relacionados al niño y la infancia, con énfasis actualmente en la infancia rural.

Maria de Assunção Lima de Paulo assuncaolp@yahoo.com.br

Doctora en Sociología. Profesora de la Universidad Federal de Campina Grande (UFCG), Brasil. Desarrolla investigaciones en el campo de la sociología rural con énfasis en cultura, identidades, juventud rural y educación.