Lócus de investigación

La ciudad Orobó se localiza en la región del Agreste Septentrional del Estado de Pernambuco, distanciándose a unos 120 km de la capital, de Recife. Se encuentra en la microrregión del Medio Capibaribe, haciendo divisa al Norte con el Estado de Paraíba, al Sur con la ciudad de Bom Jardim (PE), al Este con Machados (PE) y São Vicente Ferrer (PE) y al Oeste con Casinhas (PE).

Según datos del último censo (2010), el municipio cuenta con una población de 23.878 habitantes. Todos estos habitantes están distribuidos en un área territorial de 138.662 km². El 75,1% de la población vive en áreas rurales, lo que hace de Orobó un municipio predominantemente rural. Sin embargo, las personas que viven en la zona rural de Orobó no viven «aisladas en sus pequeñas comunidades» (Pablo; Wanderley, 2006, p.263). En Orobó las personas circulan, siendo común trasladarse de los sitios a la sede municipal o incluso a las ciudades vecinas, como Umbuzeiro (PB), en días de mercado.

La investigación se ha desarrollado en la zona rural, más específicamente en la villa Feira Nova y su entorno. Feira Nova es una villa rural, referenciada por sus habitantes como comunidad. Ella abarca aproximadamente a 200 familias. Muchos de sus habitantes son agricultores familiares campesinos, parte de ellos jubilados rurales, pero que aún desarrollan actividades en la agricultura, sobre todo para la subsistencia, negociando, siempre que sea posible, aquello que plantan. La comunidad tiene algunos pocos comerciantes, que en general poseen su comercio en la extensión de alguna parte de su casa (habitación, salón, terraza). Sus habitantes, así como la mayor parte de la población rural de Orobó, son pluriactivos, apañándose como pueden, algunos con empleo por el ayuntamiento, otros desarrollando los llamados bicos (trabajo informal). Algunos hombres son conductores de Toyotas, transportan a los pasajeros de sus hogares a la sede municipal y a las ciudades vecinas. Las mujeres que no poseen ningún tipo de comercio en su casa, venden cosméticos, productos de revistas, hacen servicios de manicura, cortan el pelo, hacen la barba, desarrollan servicios de corte y costura. Otro hecho que contribuye a la economía de las familias es que muchas de ellas reciben las llamadas becas de gobierno, el beneficio del Programa Bolsa Familia y en algunos casos también el Beneficio de Prestación Continuada.

Aunque rural, la comunidad posee aspectos híbridos, siendo comúnmente referenciada por sus habitantes como «calle». Ella dispone de un puesto de salud de la familia (PSF) y una escuela municipal con clases que van desde la guardería hasta el noveno año de la enseñanza fundamental. Esto hace que varios alumnos de los sitios vecinos vengan a estudiar en la comunidad. Así como la escuela, el PSF también termina siendo usado por muchos habitantes del entorno local. El hecho de que Feira Nova sea tomada como calle ya representa un factor de diferenciación entre sus habitantes, sobre todo en oposición a los habitantes de los sitios, aunque muchos de sus habitantes tienen origen sitiante.

Varias son las dificultades enfrentadas por los habitantes de la zona rural. Una de ellas se refiere al sistema de comunicación. Esto porque, hace algunas décadas el sistema de comunicación más común entre los habitantes de la zona rural de Orobó y las personas que vivían en otras ciudades se daba exclusivamente a través de cartas. Cuando las cartas llegaban a la sede municipal podían ser llevadas por cualquier persona de la comunidad y ésta iba distribuyéndolas entre los destinatarios sin mayores burocracias. La red de telefonía móvil llegó en las comunidades más o menos alrededor de 2000/2001, con una pésima señal, se diga de paso, que perdura hasta los días actuales. En esa época, no todas las familias conseguían adquirir un aparato celular, debido a su alto costo. Sólo alrededor de 2002³, según los residentes locales, es que en Feira Nova comenzó a instalarse una cabina telefónica. Esta instalación fue de responsabilidad de la entonces gestión municipal en asociación con la TELPE (empresa de telecomunicación del estado). Quien deseara hacer uso de ese tipo de comunicación pagaría un valor x por cada minuto utilizado. El valor cobrado era alto, sobre todo, considerando las condiciones financieras de los habitantes locales, por lo que no todos podían hacer uso de la cabina telefónica. En 2003 la comunidad comenzó a recibir instalaciones de telefonía pública, popularmente conocida como orelhões⁴. A través de ellos, se realizaban llamadas telefónicas y se recibían llamadas.

Hoy, con la expansión y el abaratamiento de los celulares, ellos se propagaron por la zona rural de Orobó. Raramente encontraremos una casa que no tiene celular. La operadora más utilizada por los habitantes es la Vivo, por tener la mejor señal local. Las demás no siempre funcionan, o bien, solo en lugares específicos, como en un determinado cuarto de la casa, algun área del patio trasero, etc. Esto no llega a ser un problema, aunque ya lo ha sido, pues, dado el avance tecnológico, los aparatos celulares hoy poseen varias utilidades.

El Internet conectado a las redes de comunicación ha sido cada vez más utilizado por los habitantes de la zona rural, al punto de oír de las personas: «antiguamente no existía eso y todo el mundo vivía sin él, ahora la gente ya no puede vivir sin él» (S., 53 años – en relación al whatsapp). Los smartphones son los aparatos más comunes entre los habitantes de esa región. Niños, jóvenes, adultos y ancianos hacen uso de ellos, obteniendo las ventajas que ellos les pueden proporcionar.

El uso de internet: la comunicación facilitada

Hace pocos años en ese contexto Internet y las nuevas TIC se daban de forma poco manifiesta. Hace cuatro años, por ejemplo, eran muy pocas las casas que contaban con instalaciones de internet, si alguien de la comunidad o del sitio deseaba acceder, tendría que ir a alguna de los pocos cyber de la región. Hoy, ya podemos encontrar en varias casas de la comunidad y de los sitios instalaciones de internet a través de antenas de una empresa que tiene sede en la comunidad vecina de Machados. Estas instalaciones facilitan el acceso a Internet a través del wifi que por lo tanto facilita la comunicación a los residentes locales.

El whatsapp es una de las redes sociales más utilizadas por los habitantes de la región y frases como «Yo paso un zap⁵ para ti» / «Pasa un zap para mí» es común de oír. El uso del whatsapp como herramienta de comunicación proporciona a los residentes rurales otra realidad. A través de él ya no es difícil hablar con aquel hijo o pariente que emigró a Río de Janeiro, o incluso a otras ciudades. Más que eso, el avance de esta nueva TIC permite hacer, además de la llamada de voz, una llamada de vídeo, donde además de conversar es posible también ver a la persona, enviar fotos en tiempo real e hablar infinitas veces con el que está cerca o distante sin un alto coste.

Creemos que las ventajas de esta aplicación, ligada a la dificultad de comunicación muy común en el pasado de ese contexto local, hizo que su uso se propagara por la región. Sabemos que el whatsapp es muy utilizado en otras coyunturas, pero en ese contexto, las personas, sobre todo aquellas más ancianas poseen una serie de limitaciones en lo que se refiere al manejo de las nuevas TIC. A pesar de eso, vienen superando esas limitaciones y aprendiendo cada vez más a usarlas.

Los televisores de plasma también están presentes en la mayoría de las residencias. En las villas o en los sitios es común encontrar hoy casas con TVs de led dejándose atrás la antigua TV de tubo. Prácticamente todas las casas ya poseen instalaciones para TV digital, mostrándose así cómo la zona rural se ha ido sumando al avance tecnológico. Algunas casas, por ejemplo, poseen incluso un modelo de TV que posibilita el acceso a internet.