Líder joven Guarani e Kaiowá.

La educación de los jóvenes Guaraní y Kaiowá y la utilización de las redes sociales en su lucha por derechos

Esta unidad social basada en la familia extensa está fundamentada en la práctica de reciprocidad y buena plática. Aquí la reciprocidad significa, ante todo, la base de la estabilidad y protección, en el sentido emocional-afectivo, precisamente fuente de alegría y buen vivir del pueblo indígena.
Como metodología educativa se transmite la idea de pertenecimiento al pueblo indígena, fortalecida por una reciprocidad diaria, fundamentada en el principio de dar y recibir bienes materiales e inmateriales. Esta norma de distribuir y/o dar los recursos y posteriormente recibir no se da por medio de una enseñanza coercitiva e impositiva. Esta práctica empieza por los niños y se refuerza en el transcurso del proceso de formación del joven y el adulto. Tal continuidad se hace en el cotidiano, a través de consejos y ensinamientos cotidianos. De este modo los integrantes responsables directos de la educación (como padres y madres) son orientados por los líderes (abuela y abuelo) de la familia, en el sentido de vigilar y evaluar, además de reprender cualesquier actitudes consideradas incongruentes a las reglas del pueblo Guaraní y Kaiowá. En este sentido, hay una gran preocupación en garantizar la construcción y fijación de la personalidad y su adecuación al estilo comportamental vivido por la comunidad de la familia extensa.
El en proceso de transmisión de conocimiento, los líderes y soportes agregadores y protectores, como el abuelo y la abuela, el padre y la madre de los niños, son personas fundamentales, con autoridad para intervenir en los problemas internos según las normas morales establecidas por ellas.
Los líderes-educadores se ocupan de coordinar las actividades educativas cotidianas, educar y/u orientar los comportamientos y actitudes correctos de los integrantes inexperimentados de la familia y el pueblo. Están divididos en dos grupos, el primer grupo educativo está compuesto por las mujeres, subsidiado por los hombres (que constituyen el segundo grupo). El primer grupo es determinante en la educación de los niños. Todas las tareas educativas son supervisadas rigurosamente por la líder femenina, la abuela.
En general, la educación del niño indígena es rigurosamente monitoreada por la madre, la abuela y demás integrantes de la familia grande y comunidad entera. Los niños de ambos sexos permanecen en libertad vigilada para circular, jugar juntos en el espacio exclusivo de la familia, lugares donde la observación directa la hacen continuamente la madre y la abuela.
El espacio amplio de los indígenas es fundamental para los niños, comprendiendo el patio y espacio territorial, o alrededor de la casa y los caminos que unen la casa de los niños a las de los parientes, las rozas, los ríos y principalmente la casa central de la abuela. Es en la casa de la abuela que los niños pasan diariamente la mayor parte de su tiempo, siendo considerado como un importante centro de encuentro diario de la familia para consejos, informaciones, entretenimiento, conciliación. Es, sobre todo, un lugar de alegría e risas, generadas en la interacción entre los niños y los adultos. Los niños mayores también están disponibles, a servicio de la familia, a menudo llevando y trayendo algo comestible y recados entre los diversos integrantes de las comunidades de la aldea.
En este contexto interno de la familia extensa, los niños mayores cuidan a los menores, de modo que todos son educados juntos en esos mismos espacios comunitarios, por medio de prácticas educativas que sirven para todos los niños. De hecho, el proceso de transmisión de conocimiento se lleva a cabo en varios espacios de exclusividad de las familias, principalmente en la casa y el patio de la abuela, donde los niños permanecen la mayor parte del día. En esta situación, la madre y la abuela se involucran diariamente en la educación de niños y adolescentes, monitoreando desde cerca los comportamientos y las palabras reproducidas por los niños. De esta forma, hay una evaluación continua e inmediata, en la que se debe aprobar e incentivar la repetición de las buenas palabras y comportamientos considerados adecuados y alegres por el pueblo. Estas observaciones, evaluaciones y aprobaciones también se realizan de modo alegre y sonriente.
En sentido opuesto, en el momento en que los niños se comportan diferentemente del principio de la educación enseñada y aprobada por la familia, es decir, cuando expresan cualquier frase negativa y asumen actitudes inadecuadas o un modo de ser incongruente, inmediatamente tales actitudes son reprendidas a través de aconsejamiento. Además, los jóvenes punidos deben declarar para la madre, la abuela y la comunidad que ya no van a repetir tales actos inadecuados y negativos. Estas puniciones son aplicadas exclusivamente por la madre y la abuela, debido a la desobediencia a la norma de la familia y el pueblo Guaraní y Kaiowá.
Es inmoral y reprobada la práctica del niño de reproducir el modo de ser negativo y violento, como las frases negativas o manifestar actos ofensivos y/o inútiles,  con frecuencia. Por este motivo, el niño y el joven indígenas son punidos con más rigor.
En la reunión comunitaria periódica, los líderes ancianos(as) les aconsejan calmamente a todos los miembros de las comunidades de la aldea que no se comporten mal ante los niños, recordándoles que los actos o actitudes inmorales pueden ser repetidos y reproducidos por los niños y jóvenes inocentes. Los niños no son vistos como culpables de sus actos y comportamientos inadecuados (los culpables son los adultos) pero aun así, y según las circunstancias, la abuela les aconseja también a todos los niños que no reproduzcan actitudes y expresiones negativas de los adultos.
Todos estos líderes ancianos educativos son el soporte vital para que el niño y el joven vengan a posicionarse como miembros de una organización social del pueblo Guaraní y Kaiowá. Estos líderes experimentados son continuamente demandados por sus jóvenes con el intuito de buscar tanto soluciones posibles para diversos problemas cotidianos como el apoyo afectivo emocional, recursos materiales y protección de la comunidad que lucha por la demarcación de tierras tradicionales (tekoha).

Tonico Benites tonicobenites2011@hotmail.com

Tonico Benites, Ava Verá Arandú, es indígena Guaraní y Kaiowá, traductor y portavoz de la Asamblea General (Aty Guasu) del pueblo Guaraní y Kaiowá. Licenciado en Pedagogía por la Universidade Estadual de Mato Grosso do Sul. Maestro y Doctor en Antropología Social por el Programa de Posgrado en Antropología Social del Museo Nacional/UFRJ. Desde 2013 es profesor en la Facultad Intercultural Indígena, de la Universidade Federal da Grande Dourados.