Foto: Alban Gonzalez

Los primeros pasos en la intervención con bebés en riesgo de sufrimiento psíquico.

Raquel Oliveira – En relación a los puntos de trabajo del PREAUT, en Brasil, ?cómo ha sido realizado el trabajo de prevención del autismo?

 

Érika Parlato – Actualmente no usamos el término prevención. En otro momento la sigla “PREAUT” significó Prevención del Autismo. Eso fue en 1998. En el 2002 definimos que no se trataba de prevenir, porque consideramos que el bebé nace con una predisposición para devenir autista. Así, en el momento en que identificamos una señal de riesgo, aunque el bebé tenga solo un año de vida, ya él tiene esa señal de riesgo. Entonces, no estoy previniendo en el sentido clásico del término, en el sentido de evitar que pase algo, como en el caso de las vacunas, por ejemplo. Usted se vacuna contra la rubeola para no contraer rubeola. No es ese el tipo de prevención que estamos haciendo en el PREAUT. Realmente, estamos ya ante la presencia de una señal de riesgo, que algo no está funcionando bien y, en ese momento, lo que se hace es intervenir para que esa predisposición al autismo no se concrete. Porque una predisposición no es algo acabado y definido. Se nace con una predisposición a desarrollarse como autista, pero lo que pasa en el entorno es lo que favorecerá que esa predisposición se haga realidad o no.

Raquel Oliveira – Recientemente fue aprobada en Brasil la Ley 13.438, que instituye la obligatoriedad de un protocolo de evaluación del riesgo psíquico en bebés. ¿Usted considera que esta Ley puede favorecer el trabajo de evaluación de sufrimiento psíquico en bebés?

 

Érika Parlato – En verdad, es un párrafo que incluye una mirada en relación al psiquismo en el Estatuto del Niño y del Adolescente (ECA). Algo bien puntual. Históricamente el ECA establecía la obligatoriedad de realizar una evaluación de los dientes, del crecimiento y no se consideraba el aspecto psíquico. Entonces, en realidad, ese párrafo que se agrega en el ECA, determina que el psiquismo sea considerado en una etapa etaria, en que, verdaderamente, se olvida bastante. Difícilmente el profesional que trabaja con bebés que tienen entre 0 y 18 meses, tuvo durante su formación, un referente para pensar el psiquismo. En la UFMG los alumnos de pediatría reciben clases de lenguaje y sobre las competencias del bebé. Cuando ellos pasan por el Ambulatorio de Pediatría, tienen acceso a esa información. Pero, infelizmente, eso no ocurre en todos los programas de formación de Medicina, principalmente en la especialización en pediatría.

Algo que no era entonces considerado, el psiquismo, a partir de la ley que lo incluye en un párrafo del ECA, pasa a ser considerado, apareciendo en la etapa etaria de 0 a 18 meses, en que no era muy evidente. Lo que pasa a partir de entonces es importante, pues comenzaron a llegar al PREAUT solicitudes a través de Facebook, o a través de mi e-mail personal, por parte de asociaciones de pediatras, que nos decían: “Ahh! Ahora estoy obligado a saber algo que no sé. ¿Cómo hago para aprender?” Me percaté, entonces, de la emergencia de un movimiento muy positivo por parte del profesional de la salud, no solo del pediatra (porque el texto declara “en consulta pediátrica”). Quien conoce el funcionamiento del SUS sabe que “en la consulta pediátrica” el profesional implicado no es exclusivamente el pediatra, porque el SUS trabaja hoy según la propuesta del PSF (Programa de Salud de la Familia). Durante su crecimiento el niño es acompañado por profesionales de la salud responsables del territorio. No necesariamente solo por pediatras. Este equipo es multiprofesional, puede haber psicólogos, enfermeros. Entonces, a partir del momento en que existe una ley que implementa la realización de una evaluación psíquica, percibo que los profesionales comenzaron un movimiento muy interesante, y se cuestionaron lo siguiente: “Hay algo que no sé. ¿Cómo lo aprendo?” Entonces, creo que este movimiento de por sí, es muy válido. Porque el profesional comenzó a reconocer que existe algo que él no sabe y a demostrar su interés por aprender. Surge la oportunidad de que ese profesional comience a estar en alerta sobre aquellas cuestiones que referíamos al comienzo de la entrevista, a saber, cuáles son esas señales que necesito observar en el bebé. Es evidente que la ley no dice cuál es el protocolo a seguir.

Raquel Oliveira – ¿Es algo importante el hecho de que no se defina el protocolo?

 

Érika Parlato – Una ley no puede definir el protocolo que va a ser usado. La ley establece que debe hacerse la evaluación a través de un protocolo o de un instrumento destinado a eso. Incluso, la palabra “protocolo” es acompañada por la frase: “o por otro instrumento creado con ese objetivo”. Con la publicación de la ley, nosotros recibimos muchas demandas de las prefecturas ante la dificultad de escoger el protocolo, con algunas interpretaciones equivocadas sobre el grupo etario. Es importante señalar que la ley dice “entre 0 y 18 meses”. A partir de los 18 meses ya no se está dentro de ese grupo. Claro que, solo el hecho de discutir sobre el tema es muy importante, pues en el campo de la salud mental el bebé siempre era dejado fuera y ahora estamos hablando del psiquismo del bebé. Por lo menos ahora contamos con algo por lo que hemos batallado desde hace años para que fuese comprendido. Incluso, la oposición por parte de los profesionales de la salud mental y tal vez, de algunos psicoanalistas, pudiese tener una resonancia interesante, como, por ejemplo, una crítica en relación al aumento del número de diagnósticos de autismo. No obstante, ya este tema formaría parte del debate y de la construcción en el campo de la investigación y de la clínica.

Raquel Oliveira – También está la crítica en relación a la medicalización desmedida, en fin, toda esta problemática de la patologización abusiva en el campo de la clínica infantil. ¿Qué opinión tiene sobre este tema?

 

Érika Parlato – La ley no habla de autismo, no usa la palabra “autismo”. Además, la ley no conduce a un aumento o exageración en el diagnóstico del autismo. Ya eso venía pasando, no es algo de ahora. El número de diagnósticos de niños con autismo venía creciendo con el paso del tiempo. No es la ley la que lo está estimulando, eso ya era un hecho. Creo que la Ley no se refiere al diagnóstico y no se refiere al autismo. Se refiere a hacer una evaluación sobre el psiquismo del bebé. Entonces, hay una distorsión en la comprensión del texto. El movimiento que percibimos de los profesionales de la salud, profesionales que evalúan al bebé, es un movimiento en torno a la búsqueda de conocimientos sobre el psiquismo del bebé. Eso tiene que ser valorado.

Raquel Oliveira – ¿Nuestra responsabilidad entonces es con la capacitación de los diversos profesionales que atienden a ese grupo etario?

 

Érika Parlato – Como lo hemos hecho hace años. Ahora es que los profesionales de la salud lo están demandando, pues se dieron cuenta de que no tienen esa formación, quieren aprender y entender la evaluación de riesgos y el sufrimiento psíquico en esa edad de 0 a 18 meses. El movimiento es muy positivo.

Raquel Oliveira – Bueno, para concluir, quería preguntarle, ¿qué usted les indicaría a los profesionales interesados en conocer y dedicarse a este trabajo clínico de evaluación e, incluso, de intervención primaria con bebés? En el campo de la salud mental hemos notado, cada vez más, personas interesadas en aproximarse a este ejercicio de la clínica.

 

Érika Parlato – Creo que es válido destacar dos cuestiones. La primera es que esta práctica clínica debe ser enfocada de forma transdisciplinar. Hago una clínica psicoanalítica cuyo formato le permite no encerrarse en sí misma. Como lo fue para Freud y para Lacan, se trata de buscar interlocuciones con otras áreas. Creo que, en el caso del bebé, esa interlocución es realmente esencial. Pienso en una práctica clínica que es psicoanalítica, pero que tiene un carácter transdisciplinar. ¿Qué quiere decir eso? Si tengo que trabajar con un bebé, necesito saber sobre crecimiento y desarrollo orgánico. Necesito conocer bien cuán competente puede ser el bebé y ese es un tema que se investiga en el campo de las Neurociencias. El pensamiento clínico responde a una integración de factores que implican diversas áreas del conocimiento: las Neurociencias y la propia Medicina (en lo referido al desarrollo y al crecimiento del bebé), la Lingüística (que cuenta con todo un aparato para analizar la cuestión del lenguaje), la Semiótica (ya que se trata de una clínica en la que no impera el habla). Estamos más acostumbrados a trabajar con la comunicación oral y, cuando estamos en la clínica para bebés, mucho de lo que allí acontece se da a través de formas de comunicación que no son verbales. Entonces, la Semiótica brinda un soporte para entender otras formas de comunicación más allá de la lengua. Pues, la ausencia del habla no significa ausencia de lenguaje. Sólo que ese lenguaje se está expresando de otras formas. Entonces, este conjunto de conocimientos se basa en el Psicoanálisis (mi ejercicio de la clínica se inscribe en el Psicoanálisis lacaniano), pero no está ajeno al resto del mundo. Es una clínica psicoanalítica que dialoga con la Semiótica, con la Lingüística, con las Neurociencias. Considero que ese es el camino para quien esté interesado en trabajar con bebés. Pensar la clínica psicoanalítica en interlocución, por lo menos, con las Neurociencias y la Medicina, la Semiótica y la Lingüística.

Raquel Oliveira – La práctica transdisciplinar sería, entonces, la mejor manera de lidiar con el autismo. ¿Usted considera que los investigadores y profesionales de Brasil están teniendo acceso a buenas publicaciones sobre el tema?

 

Érika Parlato – Sí, estamos teniendo acceso a una literatura muy buena. Por ejemplo, la colección “Comienzos y Tropiezos en el Lenguaje”, está muy interesante para quien se interesa por los bebés. Ahora en julio lanzamos un libro titulado “El bebé y el otro”, que organicé junto a David Cohen de la Pitié Salpêtrière, con trabajos de Maya Gratier, François Ansermet, Myriam Szejer, Marie Christine Laznik. Este libro habla justamente del bebé y de cómo está interactuando con todo su entorno. El acceso a publicaciones en lengua portuguesa está creciendo significativamente. Existen cursos, grupos de trabajo. Quien lo desee puede entrar en contacto con el PREAUT (PREAUT Brasil) a través de las redes sociales.

Raquel Oliveira – ¡Muchas gracias! En nombre de la Revista DESidades le agradezco mucho su disposición para conversar con nosotros.

 

Resumen

El diagnóstico de autismo y de otras modalidades de sufrimiento psíquico tiene un fuerte impacto, tanto sobre las dinámicas familiares, como sobre los posibles modos de atención y acogida. Profesionales capacitados, especialmente aquellos que trabajan en las unidades de atención primaria, son fundamentales para el diagnóstico, inclusive, en los primeros días de vida del niño, así como, para las decisiones respecto a la intervención inmediata. La atención primaria debe privilegiar la escucha de los cuidadores para la toma de decisiones, para la acogida y, en especial, en lo concerniente al lugar de las políticas de salud en la atención al sufrimiento psíquico de los niños.

Palabras clave: autismo, bebés, sufrimiento psíquico, capacitación profesional, atención primaria.

Fecha de recepción: 20/01/2017
Fecha de aceptación: 19/09/2017

Érika Parlato-Oliveira eparlato@hotmail.com
Psicoanalista. Doctora en Ciencias Cognitivas y en Comunicación y Semiótica. Posdoctora en Psiquiatría Infantil en la Université Pierre Marie Curie, França. Profesora Titular de Psicología. Profesora del Posgrado de la Facultad de Medicina (UFMG), Brasil y de la Université Paris Diderot. Co-coordinadora de la Diplôme Universitaire “Le Psychique face à la naissance” de la Université Paris Descartes. Co-coordinadora regional del PREAUT Brasil.

Raquel Correa de Oliveira raquel.correa@terra.com.br
Psicoanalista. Doctoranda del Programa de Teoría Psicoanalítica de la Universidade Federal do Rio de Janeiro, Brasil.