Foto: Isa Kaplan Vieira

Privatización de la educación pública en Brasil y movimientos de resistencia de los estudiantes

DESidades – ¿Cuál es el papel que las evaluaciones nacionales (Prueba Brasil etc.) han desempeñado sobre la disminución de las desigualdades en el interior del sistema de educación pública, y cómo podría pasar a desempeñar este papel?

Luiz Carlos de Freitas – Las evaluaciones nacionales son instrumentos de política pública y deberían hacer eso con modelos de muestreo de medición de desempeño y no censales, como hacemos. Ellas no fueron concebidas para explicar lo que acontece dentro de determinada escuela, como algunos quieren. El profesor y la escuela saben perfectamente lo que ocurre con el desempeño de los niños en el aula, más detalladamente de lo que las evaluaciones nacionales nos pueden decir. La cuestión es que faltan las condiciones para cambiar la trayectoria de los niños en la escuela, tales como menor número de alumnos en el aula, un sistema nacional de formación de profesores, carrera y remuneración que tornen más atractiva la profesión. Infelizmente, estas políticas invierten en lo contrario: en la desmoralización de la escuela pública y de sus profesionales.

DESidades – En el 2015, el gobierno de São Paulo inició un proyecto llamado reorganización escolar. Básicamente lo que se pretendía era cerrar las escuelas en las comunidades más pequeñas y así economizar los costos de la educación de niños y jóvenes que frecuentan la escuela pública. ¿Qué se puso en práctica de ese proyecto y qué impactos pueden identificarse?

Luiz Carlos de Freitas – El proyecto original fue fuertemente rechazado por la comunidad escolar y fue, de cierta forma, engavetado. No obstante, comenzó a realizarse una “reorganización blanca”, o sea, informal, basada en el cierre de los grupos en las escuelas. La ciudad de New York pasó por dos reformas de este tipo y eso no mejoró la educación allí. Apenas condujo a la privatización, a través de la transferencia de la gestión a la iniciativa privada-tercerización.

DESidades – Después de más de dos años de promoción de un amplio debate sobre los posibles caminos de una reforma de la educación, el nuevo Ministerio de Educación sorprendió al proponer una Medida Provisoria que niega a los estudiantes el derecho a las disciplinas de Filosofía, Sociología, Artes y Educación Física, justificando que los estudiantes necesitan aprender a leer, escribir y hacer cuentas. ¿Cómo usted ve esa propuesta de currículo y qué consecuencias podría tener para la juventud brasileña?

Luiz Carlos de Freitas – Parece que el Congreso va a restablecer Educación Física y Artes, pero no se manifestó en relación con Filosofía y Sociología – lo dejó para la discusión de la base común nacional de enseñanza media. Esa propuesta revela la falta de preparación educacional del equipo del MEC (Ministerio de Educación), pues hoy está siendo exigido en los países más desarrollados un modelo más multidimensional que incluya el desarrollo del cuerpo, la creatividad y la crítica, además de la formación intelectual.

La propuesta de enseñanza media del gobierno aumenta la desigualdad, pues mientras crea áreas nobles para que los más ricos transiten en dirección al ingreso a la universidad, reserva el área técnico profesional para inducir a los más pobres a ir para el mercado de trabajo después de la enseñanza media. Con eso, rompe con la idea de una enseñanza media de formación básica y general, para dar lugar a la profesionalización prematura.

DESidades – Los jóvenes que han estado ocupando escuelas y universidades están, de cierto modo, diciendo no a un proyecto político. ¿Usted considera que esta negación puede ser extendida a la política como un todo o estamos ante un movimiento resultante de lo que acontece dentro de los muros de la escuela?

Luiz Carlos de Freitas – Fue un movimiento importante que convirtió a buena parte de los estudiantes de secundaria en protagonistas. El movimiento llevó a un amplio proceso de concientización de la población y de los estudiantes, además de propiciar la aparición de liderazgos estudiantiles por todo el estado.

Hay, no obstante, una posición preocupante entre los jóvenes: la negación de la política y la negación de la necesidad de una organización mínima para efectuar la lucha, casi como una posición insurreccional que rechaza los liderazgos. Eso fragiliza mucho la resistencia.

Pero los estudiantes están enseñando que la escuela, en la forma como está organizada, no responde a los objetivos formativos de los jóvenes. El distanciamiento de los jóvenes de las decisiones y su confinamiento a las aulas es una forma de organización que está siendo rechazada.

DESidades – ¿Cómo usted evalúa las perspectivas de una educación pública de calidad en el país? ¿Podemos tener esperanza?

Luiz Carlos de Freitas – Soy pesimista solo a corto plazo. A medio plazo soy muy optimista. Esta política educacional que el gobierno está poniendo en práctica no va a mejorar la educación. No la criticamos por que creamos que la escuela esté bien como está. Queremos cambios también, pero en otra dirección, como señalé en las preguntas anteriores.

El aumento de la calidad depende de varios factores, entre los cuales se hallan factores externos a la escuela. De esa forma, es preciso pautar, simultáneamente, políticas sociales que disminuyan la desigualdad social y políticas educaciones que promuevan el mejoramiento de la escuela. En lugar de colocar en escena una política contra los profesores, es necesario que enfaticemos una política que sea construida con los profesores, los estudiantes y el país. Infelizmente, estamos andando en un sentido contrario.

DESidades – Nosotros agradecemos muchísimo su contribución a este debate tan actual e importante para la sociedad brasileña.

 

Resumen:

El movimiento de ocupación de las escuelas iniciado en el 2015, en São Paulo, como forma de resistencia al proyecto gubernamental que proponía el cierre de escuelas de enseñanza fundamental y media, se extendió por todo Brasil en el 2016, como forma de resistencia a proyectos de reforma curricular y privatizaciones, impuestos por el gobierno federal, en particular por el Ministerio de Educación. La educación brasileña, en el contexto actual, se encuentra a merced de medidas cuestionables que buscan transformaciones en la educación pública y pueden llevar a restricciones de la libertad de expresión en el aula.

Palabras clave: privatización de la educación, reforma curricular, ocupaciones escolares.

Fecha de recepción: 20/10/2016

Fecha de aceptación: 03/12/2016

Luiz Carlos de Freitas freitas.lc@uol.com.br
Profesor Titular de la Faculdade de Educação de la Universidade de Campinas, Unicamp, Brasil. Pedagogo. Doctor y Postdoctor en Educación por la Universidade de São Paulo, USP.
Equipe DESIDADES .