Entrevista de Lucia de Mello e Souza Lehmann con Neuza Rejane Wille Lima
Lucia Lehmann: En el momento actual, las agencias de apoyo han formulado políticas para incentivar que el conocimiento científico producido en las universidades y centros de investigación pueda alcanzar los sectores más amplios de la sociedad. En este sentido, se le ha prestado atención al proceso de divulgación científica, que no es siempre fácil ni inmediato. Estamos iniciando un movimiento en el que la divulgación de la ciencia gana un realce mayor en los programas y metas de desarrollo de la ciencia y la tecnología y, para nosotros, es importante evaluar estos movimientos tomando en cuenta a niños, niñas y jóvenes. ¿Cómo usted evalúa esta cuestión a lo largo de los últimos años?
Neuza Rejane: Creo que, en los últimos años, ha habido una mayor divulgación para el público en general. No obstante, podemos decir que, históricamente, la divulgación de la ciencia ha existido desde siempre. Los diseños de Leonardo da Vinci, por ejemplo, son divulgación científica. En Brasil, la llegada de la Familia Real, trajo consigo un interés por el conocimiento y los propios periódicos publicaban informaciones para un público de europeos que venían para Brasil y para los pocos brasileños que tenían la oportunidad de estudiar. Así ya se creaba aquí una forma de divulgar la ciencia.
Mucho más recientemente, Estados Unidos fue uno de los primeros países que comenzó a discutir la cuestión de la divulgación científica en las escuelas, incentivando las investigaciones en el país. En el Brasil actual, la divulgación científica llega a jóvenes, niñas y niños, pero aún de forma incipiente.
Lucia Lehmann: ¿Cuáles han sido las principales iniciativas para la divulgación de la ciencia para niños, niñas y jóvenes en Brasil?
Neuza Rejane: Los medios de comunicación han contribuido con una participación significativa en esta divulgación. La revista Ciência hoje (Ciencia hoy), que fue creada en los años 1980, dio origen posteriormente a la revista Ciência hoje das crianças (Ciencia hoy de los niños y las niñas); el periódico sileño O Globo (El Globo) creó una sección para infantes, Globinho (Globito). Otras revistas, como Muy Interesante, Galileu, National Geographic, Selecciones, del Reader´s Digest, ya existen hace muchos años, son apropiadas tanto para el adulto como para el joven. Hay además otras iniciativas que se iniciaron hace años y que vienen sufriendo transformaciones, como la Scientific American, que en los años 80 no existía en Brasil, y comenzó a salir primero en español y actualmente existe la versión en portugués, la Scientific American Brasil. Son revistas que buscan hacer divulgación científica y llegan también a los jóvenes que tienen acceso a las mismas y se interesan por leer.
Por otro lado, existen noticias divulgadas por los medios de comunicación, periódicos, emisoras de radio, televisión, dirigidas tanto al público general como a los jóvenes, que informan muchas cosas erróneas. Pecan, a veces, de sensacionalismo. Tenemos que tener una mirada crítica sobre las informaciones y esto no siempre es posible, ya sea para el público en general, para los jóvenes o incluso para las personas que tienen información, pero que no conocen determinado contenido o no saben ver las incoherencias en determinada materia. Algunas noticias son exageradas muchas veces o muy generalizadas, de forma que no llegan a producir un conocimiento efectivo. Sin embargo, no quiero decir que todo esté errado, ¡no! El propio profesor, que se vale de estas informaciones, precisa tener cuidado a la hora de usar algunas revistas. Él tiene que leerlas antes, investigar y procurar las informaciones fidedignas, buscar las fuentes primarias. Así como nosotros, profesores universitarios e investigadores, hacemos con los artículos científicos publicados en revistas especializadas, tenemos que evaluar lo que estamos leyendo, conocer las fuentes…
Lucia Lehmann: ¿Cuáles han sido, según su punto de vista, las principales dificultades para que se puedan consolidar iniciativas dirigidas al público infantil y juvenil y promover una efectiva difusión y divulgación de la ciencia?
Neuza Rejane: Una de las mayores dificultades es llegar a públicos más específicos, como los propios jóvenes, debido a que ellos no tienen acceso, por ejemplo, a algunas de las revistas citadas. Ellas están disponibles en varios lugares, hasta en muchos puestos de venta de periódicos, pero, incluso así, aún es difícil que cualquier persona pueda comprarlas. Existen también otros que pueden tener acceso, pero no se interesan en leerlas. Las escuelas tendrían que tener acceso a revistas de divulgación. En general, las clases de ciencia aún son expositivas y después, cuando eso es posible, el profesor va al laboratorio y hace algunas prácticas. El profesor que no es universitario difícilmente busca un artículo científico, eso no forma parte de su práctica. También, muchas veces, la divulgación científica no llega a las personas porque ellas aún no poseen la cultura de hacer tales lecturas. En resumen, es preciso estimular, facilitando el acceso.