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El ejercicio de la mirada etnográfica: relaciones de género entre infantes

Después de que uno de los infantes se desató y liberó a todos, fuimos a jugar a la momia. En este juego, uno de los infantes está poseído por una especie de muerto vivo que persigue al resto que intenta huir. Cada niño que se mancha, se convierte también en una momia y camina con los brazos hacia adelante, con los ojos hacia arriba. Ellos insistieron en que yo participara del juego, así que jugué dos veces a la momia con los infantes. Ellos se reían mucho y huían de mí más que de cualquier otro niño momia en el juego (Nota de campo, 08/04/2013).

 

Estudiar a los infantes no es una tarea fácil. Estos pequeños seres son ágiles, intensos y siempre logran sorprender a sus investigadores. En un momento los estamos observando y haciendo apuntes en nuestros cuadernos de estudio; en otro, rápidamente ya están cerca nuestro, cuestionando lo que estamos escribiendo en aquella pequeña hoja o invitándonos a participar de sus juegos. Con su imaginación transforman el palo de la escoba en caballo, el mástil de la escuela en cárcel y un simple colchón en una alfombra mágica. La nota de campo arriba demuestra una de las tantas situaciones en las que la fantasía guía a la rutina de los infantes de entre 4 y 5 años de edad.

 

Las últimas investigaciones de la Sociología de la Infancia (Sarmento, 2003; Qvortrup, 2010; Prout, 2010, entre otros) demuestran que los infantes aprovechan los juegos para salir de su espacio y tiempo inmediatos y construir abstracciones genéricas. En este sentido, interactúan entre sí y con el espacio de manera distinta a la de los adultos. Los investigadores de la infancia se refieren a esto como “culturas infantiles” (Sarmento, 2003). Es una manera específica, no mejor o peor, con la cual los infantes interactúan y establecen relaciones con los objetos de la cultura adulta, replanteándolos y produciendo nuevos significados.

 

Así, los infantes son entendidos como un grupo social, diverso y heterogéneo, marcado por la distinción generacional en relación a los adultos. Poseen dispositivos, códigos y significados culturales propios, en constante tensión y/o diálogo con la cultura adulta de la sociedad. Pueden ser estudiados, por lo tanto, a través de los métodos antropológicos que buscan investigar grupos sociales, específicamente la etnografía. A partir de esta premisa, pretendo, en este trabajo, identificar las posibilidades que la mirada antropológica y la metodología etnográfica ofrecen para la investigación de los infantes.

 

En la primera parte del texto, analizo la construcción de la mirada antropológica del investigador que no dispone de tradición formativa en este campo. Pretendo reflexionar sobre las posibilidades que la etnografía construye para comprender la dinámica de las culturas escolares y, principalmente, de las culturas infantiles[1]. Para esto, empleo referentes teóricos de antropólogos y etnógrafos que estudian a las culturas familiares (en oposición a las exóticas) y a la escuela, además de autores de la Sociología de la Infancia que entienden a los infantes en tanto sujetos plenos, dotados de intereses, deseos y vivencias particulares, superando una tradición de invisibilidad que duraba siglos hasta entonces.

 

En la segunda parte, presento algunos registros de una investigación de campo realizada en una institución pública de Educación Infantil del municipio de Niteroi, localizada en un barrio de clase media y alta que, a su vez, está marcado por la presencia de una importante universidad pública. A partir de esto, sigo hacia una breve discusión sobre cómo las cuestiones de género y sexualidad surgen desde la más fresca infancia. Analizo los diálogos de los infantes y, de la misma manera, los posicionamientos de las profesoras cuando entran en contacto con las cuestiones antes mencionadas. Con este artículo, busco acercar teóricamente los campos de la Antropología y de la Educación, y presentar las contribuciones de ambos segmentos para el estudio de la infancia. Aunque sea un abordaje incipiente y no conclusivo, pretendo traer nuevos aires a la investigación etnográfica con los infantes.

 

[1] Dadas las limitaciones de este texto, no es posible discutir las diferenciaciones entre culturas escolares e infantiles. Para este tema, revisar Barbosa (2007).

 

Thiago Bogossian thiagobogossian@gmail.com

Profesor de Educación Básica, actuando en las redes públicas y privadas de instituciones de enseñanza localizadas en las ciudades de Niterói y Rio de Janeiro, Brasil. Es Máster en Educación, Bachiller y Licenciado en Geografía por la Universidade Federal Fluminense (UFF) y estudiante de maestría en Adult Education for Social Change, en la University of Glasgow (Escocia).